Tristeza y decepción. Esas fueron las
palabras repetidas por muchos de los hermanos mayores de las cofradías de
Semana Santa de Ciudad Real consultadas ayer por Lanza, algunos lo mostraron de
forma abierta y otros prefirieron mantenerse en el anonimato para no generar
más revuelo.
Y es que la mayoría de los que si
quisieron pronunciarse abiertamente, como es el caso de María de los Ángeles
Ruiz, de la Hermandad del Encuentro, coincidieron en señalar que, si el
Obispado no iba a aceptar al candidato que saliera de las urnas, a través de
unas elecciones democráticas, libres y contra las que no hubo impugnaciones, se
debería haber paralizado el proceso electoral para analizar el caso de forma
interna y haber tomado una decisión.
“Lo que no esperábamos es lo que ocurrió
ayer. Muchos de los hermanos mayores nos sentimos ninguneados porque nos
demostraron que nuestro voto, pese a ser la voluntad de la mayoría, no sirve
para nada”.
En este sentido, Ruiz Mora recordó que
la Asociación de Cofradías “somos 24 hermandades que estamos todo el año al pie
del cañon y por eso, en las conversaciones que mantuvimos al término del Pleno
extraordinario, coincidimos en que las cosas no se han hecho bien”.
Además, la hermana mayor del Encuentro
resaltó que “también los 16 hermanos mayores que fuimos a buscar a Emilio
Martín para que se presentara a las elecciones porque no nos gustaba la
alternativa, y por eso lo buscamos nosotros, lamentamos profundamente que esté
teniendo que pasar por esta situación”.
Por su parte, la Hermana Mayor del
Descendimiento, Soledad Gómez, expresó una opinión similar en el sentido de que
“esperábamos que se ratificara a Emilio y, si no lo pensaban hacer, que
hubieran paralizado las elecciones antes, porque ahora nos queda la sensación
de que no pintamos nada si votamos y no se nos tiene en cuenta. ¿Para qué
sirven nuestros desvelos y nuestra lucha para contribuir a mantener y mejorar
nuestra Semana Santa?” se preguntó.
Respecto a que una gestora se haga cargo
ahora de la Asociación, dijo desconocer lo que ocurrirá porque no conoce a la
persona designada por el Obispo y “porque es la primera vez que vivimos esta
situación. Esperamos que vaya bien, porque suponemos que Antonio Algora la
habrá elegido por nuestro bien”.
Pero también fueron otros muchos
hermanos mayores los que no quisieron expresar públicamente su opinión como
Pilar Cervantes, del Cristo del Perdón, aseguró que estaba tan triste que no
quería hablar a Rafael Ruiz, de la
cofradía del Silencio, que dijo que no mostraría su postura hasta que la
consensuase con su junta directiva.
Algunos prefirieron permanecer en el
anonimato aunque sí se pronunciaron y consideraron que “Emilio no se merece
esto después de 12 años ininterrumpidos de trabajo y desvelos con logros como
la declaración de Interés Turístico Nacional o el Encuentro Nacional de
Cofradías, entre otros muchos”.
Finalmente, también hubo quien, como el
caso de la Hermana Mayor de la Dolorosa de la Catedral, Adela Richard, que
directamente se refirió a sus reflexiones en el Pleno, donde también mostró su
tristeza por la situación a la que se había llegado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario