La iglesia de La Puebla se levanta sobre un
montículo enfrente del viejo caserío
La Puebla, perteneciente al término municipal de Ciudad
Real, es un caserío de labor, hoy deshabitado, en la dehesa del margen derecha
del río Jabalón en la carretera de Aldea de Rey a nueve kilómetros de Ciudad
Real. El caserío se levanta sobre el volcán del mismo nombre, conocido también
por El Cominal.
La
iglesia está bajo la advocación de Santa Marina
El caserío de La Puebla se encuentra
unido a la historia de Ciruela al ser un anejo de esta aldea ciudadrealeña. Es
un lugar desconocido para los ciudadrealeños, que guarda varios elementos
históricos-artísticos que necesitan ser protegidos.
La
iglesia está presidida por una espadaña simple que actualmente no tiene campana
Sabemos por D. Inocente Hervás y
Buendía, en su “Diccionario Histórico, Geográfico, Biográfico y Bibliográfico
de la Provincia de Ciudad Real”, publicado a finales del siglo XIX, que en 1751
contaba sólo con dos vecinos, siendo atendida su iglesia de Santa Marina por el
Teniente del Arcipreste de Calatrava. Iglesia que se encuentra levantada sobre
un montículo enfrente del caserío.
Parte
de los muros de la iglesia son de piedra de fábrica de mampostería
Nos sigue diciendo Hervás y Buendía en
su diccionario sobre este lugar, que “En
la falda Norte de la meseta sobre la cual se levanta la iglesia se halló una
orza de barro con unas doscientas monedas. Al Oeste, al practicar el desmonte
de la carretera se descubrieron varios enterramientos; los cadáveres estaban
colocados de O. a E. y cubiertas las fosas por una losa tosca caliza. En los
taludes del desmonte quedan a la vista algunos restos humanos, demostrando que
los enterramientos abarcaban una zona mayor que la ocupada por la carretera,
pues en otro montículo próximo a éste, al Norte de La Puebla, se han encontrado
enterramientos iguales y en análoga situación. En este mismo montículo a unos
cuarenta metros al O. de la carretera existe una cisterna, que según noticias
locales conduce a una cueva, hecho que no se ha comprobado por hallarse
obstruida la entrada.
La
puerta de entrada al templo es un arco de medio punto rehundido labrado en
piedra de sillería
La
iglesia de una sola nave posee varias ventanas que dan luz a su interior
Estas
noticias acusan la existencia de una Necrópolis constituida en un grupo de
Motillas como la del Santo Cristo de Villajos, aun inexploradas, la del
Acebuchal, estudiada por Bonsor y tantas otras como se hallan en esta región
esperando la visita de un sabio, que penetre en su fondo con la luz de la ciencia
y nos revele sus hondos misterios, revelación necesaria para vislumbrar la
historia de nuestro país en aquellas remotísimas edades. Los objetos
depositados en la tumba junto a los cadáveres han guiado y guían a nuestros
anticuarios, para conocer y fijar el grado de civilización de aquel pueblo, y,
por lo tanto, la edad a que pertenecen. Aquí nada nos dicen, no porque no
existieran, sino porque los obreros ocupados en aquellos trabajos los harían
desaparecer ¡perdida grande! La que sólo se repararía practicando otras
exploraciones con el cuidado e inteligencia que reclaman estas obras. Para
mayor ilustración puede consultarse lo
que decimos acerca de estos monumentos neolíticos en los art. Torralba y
Ciruela”.
El caserío se
encuentra en la dehesa del margen derecha del río Jabalón en la carretera de
Aldea de Rey a nueve kilómetros de Ciudad Real
El caserío era
propiedad a principios del siglo XX de D. Gaspar Muñoz y Jarava, Antolinez de
Castro y de la Torre
A principios del siglo XX el caserío era
propiedad de D. Gaspar Muñoz y Jarava, Antolinez de Castro y de la Torre,
Senador del Reino por la provincia de Ciudad Real en 1910, perteneciente al
Partido Liberal. Este señor reconstruiría la iglesia que se encontraba
arruinada a principios del siglo XX, abriéndose al culto el 29 de mayo de 1904.
Tenía un retablo tallado por Joaquín García Coronado con las imágenes de San
Isidro y San Antonio.
Puerta
de la vivienda que debió ocupar el propietario del caserío
Si visitamos este caserío, lo primero
que podemos observar desde la carretera, es su iglesia que se encuentra bajo la
advocación de Santa Marina, también titular de la desaparecida iglesia de
Ciruela. Iglesia restaurada hace unos años de una sola nave y construida en su
parte más antigua con piedra de fabrica de mampostería combinada con ladrillo
toledano, teniendo un zócalo de piedra de sillería. Su cubierta es de teja
árabe con un voladizo típico conventual. La puerta de entrada es un arco de
medio punto rehundido labrado en piedra de sillería. La iglesia está presidida
por una espadaña simple de ladrillo industrial sin campana actualmente.
Escudo
de armas de los Muñoz-Jarava sobre la puerta de la casa central del caserío
El caserío de labor posee tres viviendas
siendo la central la antigua vivienda del propietario del caserío, Don Gaspar
Muñoz y Jaraba, ya que sobre su dintel
se encuentra el escudo de armas del mismo. La puerta de cuarterones de madera
de doble hoja, esta claveteada.
La
única vivienda habitada posee portada con pilastras de piedra de sillería
La única vivienda que se encuentra
actualmente habitada es la que se sitúa
a mano derecha, que posee una portada con pilastras de piedra de sillería que
sostienen el dintel sobre el cual hay un reloj de sol de 1805.
Reloj
de sol de principios del siglo XIX
Como dato curioso decir que en este
caserío vivió su infancia el poeta y escritor,
José Luis Morales Robledo, galardonado con diferentes premios entre
otros con el Internacional de Poesía Miguel Hernández. En las obras de este
escritor aparece el caserío de La Puebla. Son la casa y el paisaje que aparecen
reflejados en algunos de sus libros, tanto en “Por las deshabitadas arboledas”
como en “El viento entre las ruinas”.
Enhorabuena Don Emilio por su entrada lugar desconocido e interesante. Que buena labor está usted haciendo junto a su amigo Liberto recorriendo nuestra geografía.
ResponderEliminarGracias Emilio a ti y a tu equipo de colaboradores, por regalarnos tus esfuerzos para que todos conozcamos mejor nuestra Ciudad Real, sus temimos y sus , sus conventos, sus imágenes, sus monumentos y sus campos, en definitiva nuestra historia.
ResponderEliminarGran trabajo de documentación.
ResponderEliminarEfectivamente, pasé mi infancia en La Puebla, como otros tantos hijos de empleados agrícolas. Si contacta conmigo podría darle otros datos de interés, referidos a la necrópolis árabe, la cisterna, también árabe, y dos villas romanas y algunas piedras de la antigua calzada. Y gracias por la mención.
ResponderEliminarBuenas tardes.
ResponderEliminarHace unos días, hice una ruta de senderismo hacia La Puebla, observé que todo estaba en estado lamentoso, excepto la parte de la derecha, que tenía varias viviendas totalmente nuevas, así como un espacio verde, con abundante arboleda, muy cuidado todo, en contraposición con lo anterior, me extraño, me imagino que vivirá alguien.
Gracias , saludos.