Como manda la tradición, en la víspera
de San Lorenzo se baja a la Virgen del Prado hasta el altar mayor. Sobre su
carroza, de la que este año se ha completado su restauración, la patrona de
Ciudad Real ha esperado la visita de los fieles, una vez que las puertas de la
Catedral se abrían, pocos minutos después de la siete de la tarde. Hecho que se
anunciaba a la ciudad con el sonido de campanas y de fuegos artificiales.
Un acontecimiento “extraordinario” para
los devotos de la Virgen del Prado, comentaba el presidente de la Ilustre
Hermandad, Francisco Pajarón, porque “es el momento de tenerla más cerca y
disfrutarla".
Este año, explicaba, la Virgen lleva el
manto del Conde de la Cañada o de los dragones. Es de tisú, bordado en oro, y
fue confeccionado en Madrid en 1923. Desapareció durante la Guerra Civil y fue
recuperado en 1946.
Emocionado
encuentro de decenas de fieles ciudarrealeños con la Virgen del Prado tras ser
bajada del Camarín
La
Virgen del Prado ya está en el presbiterio, junto a sus fieles / Elena Rosa
La Dulcinea 2019, Fátima de la Flor,
junto a sus damas, también ha vivido este momento de encuentro de manera
especial por representar a la mujer manchega en su recién estrenado año de
reinado
Como es tradicional cada 9 de agosto en
Ciudad Real, la Catedral ha sido escenario de unos momentos únicos y emotivos,
como los vividos entre los fieles ciudarrealeños tras la bajada de la imagen de
la Virgen del Prado al Altar Mayor.
El repique de campanas al filo de las 19
horas ha anunciado la apertura de puertas del templo, cerrado desde las 11 para
el traslado de la talla en un acto “íntimo y emocionante”, en el que participa
un reducido grupo de personas.
Un
joven hace una foto a la Virgen en su carroza / Elena Rosa
En concreto, los miembros de las
directivas de la Hermandad de la Virgen del Prado y de la Corte de Honor, las
camareras y algunos técnicos conforman el círculo encargado de bajar a la
imagen desde el Camarín mientras cantan la Salve. Posteriormente, rezan el
Ángelus a las 12 delante de la imagen.
“La Virgen representa toda nuestra
historia”, ha señalado el presidente de la hermandad, Francisco Pajarón, para
quien como creyente la instalación de Nuestra Señora del Prado en su carroza
delante del Presbiterio “es lo máximo”, como “cuando una madre espera a sus
hijos que no ha visto desde hace meses”.
Una
mujer lleva un ramo de flores a Nuestra Señora del Prado / Elena Rosa
El momento de la bajada por las
escaleras, para Pajarón, es inigualable, porque “cuando estás delante de Ella
con tu fe, te late el corazón”, así como sirve para representar el dogma de fe
de una trayectoria devota: “el pilar de la fe de tus padres y abuelos, el
candor de tu niñez y la fuente de agua cristalina de tu juventud”.
Pajarón, que ha vivido su último
traslado de la ‘Morena del Prado’ como presidente de la Hermandad, ha reiterado
la hondura del acto que cada año se celebra en la catedral la víspera de San
Lorenzo, por la “ternura” que suscita en el símil de una madre que acoge a sus
hijos.
La bajada de la Virgen
es la antesala de las fiestas que se celebrarán en su honor entre el 14 y 22 de
agosto y en esta ocasión va vestida con el manto del Conde de la Cañada o ‘de
los dragones’, confeccionado en Sevilla en 1923 en tisú de plata, bordado en
oro, recuperado en 1946 tras desaparecer en la Guerra Civil, ha recordado
Pajarón. La imagen lleva al niño, con “la joya” de sus zapatitos del siglo
XVIII, y sobre varios exornos florales de azucenas y orquídeas.
La
Dulcinea 2019 deposita un ramo de flores al pie de la Virgen / Elena Rosa
Dulcinea
De todo el conjunto han
disfrutado muy pegados muchos ciudarreleños, como es el caso de la Dulcinea
2019, Fátima de la Flor.
Junto a sus damas, ha
depositado un ramo de flores al pie de la carroza y ha vuelto a vivir este
momento de encuentro como una creyente más, aunque más especial por representar
a la mujer manchega en su recién estrenado año de reinado. “Es un momento
emocionante que yo siempre he vivido como ciudarrealeña” y que este año ha
tenido todavía si cabe más intensidad.
“Ahora podré visitarla
todos los días”, ha indicado, al tiempo que ha recordado que este
acontecimiento “inaugura la semana grande de fiestas en Ciudad Real”.
Una
mujer enciende una vela / Elena Rosa
De esta manera y otro más se ha dado
vida a la coplilla: ‘Víspera de San Lorenzo, a la puesta del Sol, bajan a la
Patrona al Altar Mayor’, que se ha celebrado con el lanzamiento de varias
docenes de cohetes.
La imagen de la Virgen volverá a ser
subida nuevamente al Camarín el día 23.
Con
la Virgen del Prado ante los ojos
Con
la Virgen del Prado ante los ojos - Foto: Tomás Fernández de Moya
Las puertas de la Catedral se abrieron
con sonido de campanas y cohetes para anunciar que la Patrona está ya en el
altar mayor
El estruendo de los cohetes y el revuelo
de las campanas indicó el momento en el que las puertas de la Catedral se
abrieron para que los vecinos de Ciudad Real accedieran a ver a la Virgen del
Prado en el altar mayor.
La imagen, vestida con el manto de los
condes de la Cañada, se encontraba en el lado de la epístola y a sus pies se
fueron depositando ramos de flores, el primero de ellos el que dejó la
dulcinea, Fátima de la Flor, a quien acompañaban sus damas de honor y una
nutrida representación de la Asociación que las agrupa.
Junto a ellas se encontraba el
presidente de la Hermandad de la Virgen del Prado, Francisco Pajarón, mientras
que entre los que se acercaron al templo para contemplar durante unos minutos a
la Patrona y entablar su particular diálogo con ella, se encontraba la
concejala de Festejos, Eva María Masías, y algunas filas más atrás la
presidenta de la Federación de Peñas, Frasi López.
De la Flor reconoció que el acto de ayer
fue para ella emocionante. «Siempre vengo, pero es verdad que este año es un
poquito más especial, puesto que vienes en representación de todas las mujeres
manchegas, en especial de las que son de aquí, de Ciudad Real».
Entre los que accedieron en los primeros
minutos de la apertura a la Basílica-Catedral se encontraba María del Carmen
Lara, ciudadrealeña de nacimiento, «lo que pasa es que llevo 36 años fuera de
Ciudad Real», en los que muchas veces no ha podido coincidir con el día de la
bajada de la Virgen. «Hace muchísimos años que no venía, porque no coincidía,
aunque vengo con mucha frecuencia, porque amo Ciudad Real». En cualquier caso,
reconoce haberse sentido «muy bien, ya que pasar a cualquier iglesia, no sólo a
esta, me reconforta bastante», apuntó. «Sabía que hoy era el día de la bajada
de la Virgen y en cuanto hoy los cohetes y las campanas, vine para aquí»,
apostilla. Otro de los visitantes de la Virgen en la jornada de ayer, Pedro
Jesús Isado, explicó que aunque si es habitual en él acudir a la Catedral
durante los días en que la Patrona se encuentra en el altar, «normalmente lo hago
cuando ya está la Feria iniciada, a partir del día 15». En cambio ayer, «como
estoy en una residencia, me cuesta trabajo venir desde tan lejos, pero he
aprovechado que tenía la tarde más libre, para venir».
Por su parte, el presidente de la
Hermandad, Francisco Pajarón, comenta que en ese momento en el que se abre la
verja de la Catedral, «la gente llega emocionadísima, pensando en ver a la
Virgen, porque la tienen más cerca». En este sentido, insistió en que Santa
María del Prado «es la madre de todos, la que está en nuestra historia, es la
que abrió las puertas para que esta ciudad existiera». Para Pajarón, días como
el de ayer son la ocasión para comprobar que el trabajo de su Hermandad todo el
año llega.
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