Hay edificios que tienen para los
ciudadanos un gran valor, no es valor patrimonial ni monumental, es valor
sentimental, uno de esos edificios, que no tiene siglos a sus espaldas pero si
un alma dentro que alberga miles de historias, es el cine castillo, protagonista
de vidas y parte de muchos recuerdos, en un mes el cine castillo quedará ya,
con la piqueta como verdugo, en la memoria y en el recuerdo.
Será en torno al 15 de octubre. Ese día
la piqueta acabará con un edificio mítico de Ciudad Real, lugar que acogió como
espectadores a cientos de ciudadrealeños y que, a su vez, fue el espectador
callado de muchas vidas. Protagonista de mil recuerdos, de las películas
personales de muchos de nosotros. Los signos de los tiempos, el poder del
dinero, los cambios en los hábitos, el progreso o la fiebre inmobiliaria... son
muchas las razones por las que, sin remedio, el Cine Castillo va a desaparecer.
En su lugar, se alzará un edificio que aún no se sabe si será de oficinas o de
viviendas.
Cuarenta y cinco años de historia dan
para mucho. Y es que fue el 4 de octubre de 1962 cuando se inauguraba, con la
bendición del Vicario General de la Diócesis y la asistencia de autoridades, el
Cine Castillo, construido por la empresa constructora de los hermanos García
del Castillo y explotada por el empresario José María Fernández Alcoroche. Dos
días después, se proyectaba la primera película, Santa Teresa de Jesús.
Uno de los hijos de José María Fernández
Alcoroche, Javier, explica a Global Castilla-la Mancha que su padre tenía ya
"el gusanillo del cine" porque fue el encargado del cine de verano
Romasol. "El cine Castillo fue una auténtica revolución en la capital
porque fue el primer cine climatizado. Las crónicas de la época hablan de que
era muy lujoso y moderno. En el hall de arriba se vendían gaseosas, palomitas,
repostería y café y en las sesiones dobles o continuas pasaban los vendedores
con una cesta con caramelos o chicles bazokas", recuerda.
En la primera época del Cine Castillo
había tres pases, el familiar (después de comer), el de tarde y el de noche. El
precio de las butacas de patio en las sesiones familiar y de noche era de 14
pesetas y en el gallinero, 8 pesetas. La sesión de tarde era más cara, en el
patio de butacas 16 pesetas y 10 en el gallinero. Poco después comenzaron las
sesiones matinales los sábados y domingos y las sesiones continuas.
El cine Castillo arrancó muy fuerte.
"En esta primera época del cine se proyectaban muchas películas españolas,
como las de Marisol y Rocío Durcal. Concretamente Rocío Durcal vino a presentar
su película Canción de juventud al Castillo y hasta cantó. Incluso se hizo en
el cine algún estreno mundial, como el de la película Dulcinea, de Vicente
Escrivá, que fue a los Oscars como mejor película extranjera en el año 1962. Ésta
fue una gran época ", dice Javier Fernández. Los años 70 y los principios
de los 80 fueron también muy prósperos, con la llegada de grandes
superproducciones de Hollywood como Rambo, Tiburón o La Guerra de las galaxias.
También en esta época tenía lugar, los viernes, los cine fórum del Juman Club,
en los que se proyectaban películas no comerciales, celas de' arte y ensayo'.
Pero años después comenzaron anotarse los efectos de las películas en
televisión y del uso generalizado del video, que tanto daño hicieron al cine en
todo el país.
La familia Fernández Alcoroche dejó de
regentar el cine en 1994. Había nuevos desafíos que requerían urgentemente una
modernización del cine: "Si no te adecuabas a los cambios, no se podía
tirar con el negocio. Todo era muy costoso y por eso, decidimos traspasar el
negocio a Santiago Salas", explica el hijo del que fuera el primer
empresario del Castillo. Santiago Salas, que llevaba años "dando
cine" por la provincia, vio en el Cine Castillo su oportunidad y fue su
gran trampolín. Él lo modernizó añadiendo dos salas más.
Pero fue con los multicines 'Las Vías'
cuando llegó la decadencia del cine Castillo. Lo explica a Global Castilla-La
Mancha el propio Santiago Salas: "Cuando puse en marcha Las Vías, pretendí
que el Castillo siguiera funcionando. El primer año convivieron los dos, pero a
partir del segundo año fue cuando se vino abajo. Intentábamos poner en el
Castillo otro tipo de cine, menos comercial, ofrecer una alternativa, pero la
gente no iba".
Así, se firma el acta de defunción de
este cine emblemático para Ciudad Real. Eusebio García del Castillo, uno de los
herederos de los propietarios del Cine Castillo, dice que ya está todo
prácticamente listo para la demolición. "Se acordonará la calle y
desmontando la cubierta y con una grúa de gran tonelaje se hundirá hacia
dentro", explica.
"Sé que ese día voy a sentir
tristeza. Son32años de negocio de mi familia, un cine que se levantó y se
mantuvo con mucho esfuerzo. Y son muchos años de recuerdos, de una concepción
romántica del cine que ya no volverá", dice Javier Fernández. Así lo ve
también el crítico de cine ciudadrealeño José Luís Vázquez: "Los cines
como el Castillo tienen un aire romántico que los hacen únicos. Su pérdida es
una pena aunque es inevitable, es signo de los tiempos. Yo puedo decir que en
gran medida mi amor por el cine se forjó en el Cine Castillo". Para
Eusebio García del Castillo, con la desaparición del este cine se pierde una
parte de la historia de Ciudad Real: "El cine Castillo fue en una época lo
único que había y por eso en él está gran parte de nuestra juventud, de toda
una generación".
Para muchos, llega la hora de la
nostalgia. No en vano, son muchos los recuerdos que habitan entre las paredes
del Cine Castillo. Recuerdos de familias unidas, de risas con los amigos, de
besos en la oscuridad, de manos entrelazadas, de lágrimas de emoción, de
películas épicas, de la pasión por el cine y de unos tiempos que no volverán.
PELÍCULAS
PARA EL RECUERDO
Son muchos los ciudadrealeños que tienen
en su memoria recuerdos relacionados con el Cine Castillo, más antiguos o más
recientes. Eusebio García del Castillo habla de esos primeros años del cine,
cuando él era un niño y lo que se llevaba eran las del Oeste y las de romanos.
Le vienen a la cabeza películas como Jasótt y los Argantnrtas, El hombre que
mató a Liberty Vatatice o Tres sargentos. Él estaba interno en Los Marianistas
y los domingos por la tarde, la visita al cine era casi obligada.
Las monjas del colegio San José también
llevaban a las niñas al cine. Pepa Martínez, de 53 años, se acuerda muy bien de
una de las primeras veces que llevaron a toda la clase al cine: "Nos
llevaron a ver Franco, ese hombre, esa especie de documental que Franco, en los
60, mandó hacer sobre su vida”. Después en el Castillo vio muchísimas de
Marisol, de Rocío Durcal y recuerda algunas tan míticas como Los Díez
Mandamientos o Dónde tras Alfonso XII...
Carlos Romero, de 47 años, iba al cine
Castillo aver algmios grandes estrenos. Él vivía en Puertollano y allí las
películas tardaban en llegar, por eso a veces, iban al cine a Ciudad Real
" Me acuerdo del estreno de Voúnraker en el año 79, cuando James Bond era
todavía Roger Moore. También recuerdo como algo fantástico, el estreno de La
Guerra de las galaxias". Rafael Blanco, también de 47 años, no se acuerda
de títulos pero sí de que en el cine él y sus amigos hacían siempre alguna
gamberrada... "Una vez, viendo una de ovnis, dije una gracia tan fuerte
que tuvieron que parar la película hasta que la gente dejó de reír. Nunca se me
olvidará", asegura.
Una de las películas preferidas de José
Luís Vázquez, Grease, provocó unas colas enormes, plagadas de adolescentes
vestidos con la moda de la época. "Además de ese, tengo recuerdos de
estrenos de gran éxito, películas que a mí también me marcaron, como Tiburón,
La Guerra de las galaxias, La naranja Mecánica o El Padrino. Más recientes,
recuerdo que Casper tuvo tanto éxito que estuvo en cartel más de dos
meses".
Fuente
de la noticia: Global Castilla la Mancha
Jueves
13 de septiembre del 2007
Informa:
CELIA NAHARRO SALAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario