Ayer se inauguró con gran esplendor el edificio sucursal de la Zona 18º de la “Asociación General de Empleados y Obreros de los ferrocarriles de España”, poniendo una vez más de manifiesto la fraternidad, el vinculaje afectivo que une a la culta clase ferroviaria, que merced a su entusiasmo ha llegado a ser en el mundo entero ejemplo de asociaciones, la Asociación por ella formada, y que tan alto pone el nombre de España.
Alongados los ferroviarios de concupiscencias políticas; no queriendo supeditar su voluntad a cambio de promesas de hombres públicos; mirando solamente el porvenir, ellos han creado la sociedad mutualista más potente de España y aún de muchas naciones europeas, estableciendo pensiones para la vejez, viudedad, orfandad, accidentes de trabajo, etc., dando un alto ejemplo de cultura y sociabilidad.
Admiremos, pues a los abnegados
ferroviarios españoles, que al conducir el tren por las tierras vírgenes de la
Nación, van sembrando el progreso y la paz con el acercamiento comercial y
espiritual de los pueblos, y al inaugurar ayer el edificio de su colegio han
empezado a sembrar la semilla de la cultura en los cerebros vírgenes de sus
hijos, que pronto harán en el suntuoso edificio enclavado en el Parque de
Gasset, su comunión con la ciencia.
ESPERANDO LA BANDERA
El sábado en el correo de Madrid, llegaron los Sres. D. Luis Aza, presidente de la Asociación General de Ferroviarios, D. Antonio Gisteu, D. Antonio Berrocal y D. Leonardo Álvarez, vicepresidentes; D. Vicente So, secretario general; Cruz, contador; Rubio, vicecontador: Badas, secretario de actos; Guirao, Pérez Besa y Campos, vocales; Somoano, del Consejo de Edificación; D. Enrique Cauderc, Inspector principal de la División, en nombre de la Compañía M. Z. A.; Caudere (hilo), Gistau (hijo) y Domingo, redactor de “La Asociación”, portadores de la bandera de la sociedad.
En la estación esperaba la llegada de la
junta de gobierno una nutridísima comisión de ferroviarios, presidida por D.
José Castro, presidente de esta zona, que acompaño a los viajeros hasta el
Ayuntamiento, en cuya Sala Capitular se guardó la bandera.
BENDICIÓN DEL EDIFICIO
El Ilustrísimo Sr. Obispo Prior revestido
de pontifical, bendijo solemnemente ayer a las once de la mañana la casa de los
ferroviarios, visitando después todas las dependencias, que francamente elogió,
igualmente que lo hicieron los comisionados de la junta de gobierno y los
representantes de las Zonas, que asistieron al acto.
LOS DISCURSOS
En el salón de actos del edificio se
celebró seguidamente la inauguración del mismo, pronunciando sendos discursos
los señores Torres Andújar, representante de esta Zona; Castro, presidente de
la misma; Barredá, representante de la zona de Irún; D. Gonzalo Muñoz, alcalde
interino; D. Enrique Cauderc, jefe principal de esta División; D. Mariano
Martínez Paños, Gobernador civil interino; D. Fernando Gamero, presidente de la
Audiencia Provincial; D. Luis Barreda, presidente de la Excma. Diputación; Dr.
don Narciso de Estenaga, Obispo Prior, y D. Luis Aza, presidente de la
“Asociación General de Ferroviarios”.
Todos los oradores fueron calurosamente
aplaudidos y muy felicitados.
EL DESFILE
La comitiva, precedida de la bandera y la
banda municipal de música, que interpretó un selecto repertorio en el Parque de
Gasset mientras la celebración del acto recorrió las calles Alarcos, Plaza del
Pilar y General Aguilera, disolviéndose en el Ayuntamiento.
BANQUETE EN EL GRAND-HOTEL
A la una de la tarde celebróse un banquete
en el Gran Hotel, sirviéndose la siguiente minuta: entremeses americana, huevos
capuchin, langosta bella vista, medallones de vaca Gran Hotel, capones asados,
ensalada, helado sultana, frutas, café y vinos Rioja y Barca Florida, champagne,
licores y habanos.
Ocuparon la presidencia del banquete el
Ilmo. Sr. Obispo, presidente de la Asociación de ferroviarios, Gobernadores
civil y militar, Alcalde, representante Compañía M. Z. A. presidente de la
Diputación, presidente de la Audiencia e inspector jefe de Primera Enseñanza,
sentándose en las demás mesas D. José Alcoverro, Delegado de Hacienda; D.
Carlos Ochotorena, jefe de esta Comandancia de la Guardia civil; don Santiago
Salanava, inspector jefe del Movimiento; D. Pedro Serna, Inspector; D. Martín
Abbad, subinspesctor; D. José Alcázar, secretario del Ayuntamiento; D.
Francisco Dorado, secretario de la Diputación; D. Eustaquio Ayerra, D. Luis
Buceta, capitán ayudante, familiar del Sr. Obispo, D. Ernesto Carón, D. Tomás
Manjavacas, D. José Valdés, D. Ponciano Montero, D. Valentín Delgado, D. José
Castro, D. Veremundo Rodríguez: los vocales Sres. Archidona, Álvarez, López, Martínez,
Campos y Sánchez, don Juan Bonet, D. Manuel Vilches y D. Casio Clemente,
médicos de la Compañía M. Z. A.; D. Enrique Agullo, D. Diego Medina, don
Francisco Moreno, D. Pedro Hervás, D. Casimiro Ruiz, D. Telesforo Muñoz, D.
Fructuoso Díaz, D. Luis Oraá y D. José Recio Rodero, más la junta de gobierno
de la “Asociación General de Ferroviarios” y los representantes de Mérida,
Alcázar e Irún, Sres. Hidalgo, Mencía y Quiraltes, y Borredá.
LOS BRINDIS
D. Vicente Sol, secretario general de la Asociación ferroviaria, traza un bosquejo del estado económico de la sociedad; se ocupa del Colegio de Huérfanos y de las Casas Baratas, de lo a político de esta entidad que afirma es exclusivamente ferroviaria y de la protección que el Directorio ha empezado a prestarles.
D. Poncio Montero, agradece las frases de elogio que le tributó en su discurso de inauguración del edificio del presidente Sr. Aza, diciendo que no laboró porque triunfara su nombre, sino el de ferroviario.
Tributa elogios a los Ayuntamientos presididos por los señores Ballester, Lázaro, López Haro, Peñuela y al actual por el concurso que prestaron a su labor, igualmente que el Sr. Obispo, y termina pidiendo el Colegio de Huérfanos para Ciudad Real y un grupo de Casas Baratas.
El Ilmo. Sr. Obispo, recogiendo una frase
del Sr. Sol, dice: El secretario general de la Asociación ha dicho, respeto al
colegio de Huérfanos, que la junta de gobierno está en el fiel de la balanza; pero
como en uno de sus platillos Ciudad Real ha dejado caer el peso de una
proposición ventajosa, el fiel debe inclinarse hacia tal lado.
D. Carlos Alonso, saluda como Gobernador militar a los ferroviarios, afirmando merecen la admiración nacional por su improba labor mutualista y de cultura.
D. Enrique Canderc, dice que si el padre del presidente -el ilustre autor Vitel Aza- no tuvo en su vida un pateo, por culpa de su hijo que le ha invitado a hablar, lo va él a escuchar.
Invita a los ferroviarios a que continúen en su labor, sin servilismo que degrada, siendo legítimo orgullo de España.
D. Gaspar Sánchez saluda a la clase ferroviaria, cuya labor admira, viendo en la Escuela que hoy se inaugura una hermana de la Escuela Nacional, que es necesario complementar con el taller.
D. Mariano Martínez Paños, Gobernador civil interino, dice siente no tener bajo si un escotillón para desaparecer como en el teatro, pues no puede agregar mas a lo dicho en su discurso de por la mañana y es de viejos ponerse a dar consejos a quien como los ferroviarios no los necesitan.
D. Luis Aza, elogia el arquitecto Sr. Alonso Martos, autor del proyecto del edificio inaugurado, y a la Asociación que preside, diciendo que si el autobombo es censurable, el bombo colectivo no lo es. Saluda a los ferroviarios ausentes y brinda por el futuro de la Asociación.
Sr. Borredá, representante de Irún,
propone se acuerde nombrar socio honorario de la Asociación al Sr. Cauderc.
UN TELEGRAMA AL REY
El presidente de la Asociación Sr. Aza,
telegrafió a S. M. el Rey, presidente honorario de los ferroviarios,
saludándolo en nombre de los asociados.
UNA CENA
Por la noche cenaron en el Gran Hotel, que
como en el banquete sirvió admirablemente, los delegados de Zona que asistieron
al acto, D. Poncio Montero y D. Valentín Delgado, representantes de Ciudad Real
y los directores de los diarios.
UN JUSTO APLAUSO
Aún a costa de herir su proverbial
molestia se lo tributamos muy sincero a nuestro estimadísimo compañero en la
prensa D. Poncio Montero Ramírez (Jeromo Timbales), expresidente de esta Zona
18, entusiasta iniciador y propulsor de la mánca obra que ayer convirtióse en
realidad.
Diario “Vida Manchega” 15 de
septiembre de 1924
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