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martes, 15 de julio de 2025

APORTACIONES AL LIBRO HISTORIA DE LA DIPUTACIÓN DE CIUDAD REAL (II)

 



Fue efectivamente el abastecimiento de agua a varios pueblos, la mayoría de corto vecindario que se suministraban de pozos que el verano dejaba sin caudal, una de sus prioridades, así como las reparaciones en la carretera de Villamayor y en caminos vecinales.

Pero la obra principal en este departamento que dirigía el ingeniero Casimiro Coello, fue la construcción del puente sobre el río Bullaque a que antes he hecho referencia.

Cuando García Noblejas tomó posesión de la presidencia se encontró con que solamente se habían construido cuatro pilares del puente, aproximadamente la cuarta parte de la obra, por lo que en reunión con el diputado delegado de Vías y Obras y alcalde de Piedrabuena, Camilo González Martín, y el ingeniero Coello, autor del proyecto, se acordó continuar la construcción.

Así se hizo con la circunstancia de que en el invierno siguiente a su inauguración se produjo un intenso temporal de lluvias que provocó el desbordamiento del Bullaque y que las aguas destruyeran el puente- la puente le llaman en Piedrabuena- de la carretera de Arroba de los Montes y otros pueblos, que quedó cortada durante más de dos meses.

El puente de la Diputación y el carreterín que bordea la Yedra permitieron que esa zona de los Montes no quedara aislada y pudiera salvarse una buena parte de la cosecha de aceituna del término.

En cuanto a los otros dos logros a que hace alusión la «Historia», la plaza de toros de Ciudad Real fue adquirida a la Sociedad de Accionistas propietaria del coso, en febrero de 1953, en condiciones económicas muy ventajosas, que no voy a detallar aquí, pero que no pasaron de los cuatro millones de pesetas incluidas las obras de reconstrucción total, mientras en el inventario de la Diputación de aquella época el inmueble fue valorado en catorce millones.

No fue mal negocio. Y el Castillo de Bolaños, la compra también muy ventajosa, permitió salvar una reliquia histórica, de la que hoy se enorgullece el pueblo de la industriosa villa bolañega.

 



Lo que faltaba por consignar, ahora voy a permitirme hacer referencia de otros logros - perdón por repetir esta palabra-no consignados en el libro y que estimo lo merecían.

Con la colaboración del Ayuntamiento de Valdepeñas, que presidía el también diputado Guillermo Santa María Merlo, la Diputación organizó la I Feria Provincial del Vino, que supuso un acertado anticipo de las que vendrían después y de la que salió el slogan, con referencia a nuestros caldos, del «Vino varón de España».

Importantes mejoras sanitarias y de abastecimiento en los Hospitales, Hogar y Casa Cuna, contando con vaquería propia gracias a los ingresos por las corridas de Beneficencia y del interés que puso en ello el diputado Saíz Moreno.

La creación, en el Hogar Provincial aun en reconstrucción quiero recordar que por quiebra de la empresa constructora, de una Escuela Provincial de sordomudos, a cuyo frente estuvo el profesor Ramón Andrade con la colaboración de otro maestro, José Ros, y permitió que muchachos disminuidos de la capital y pueblos mejorarán notablemente.

La recreación de la Banda Provincial de Música, antaño famosa y ganadora de concursos, que estuvo dirigiendo con acierto el maestro Germán Chacón durante varios años, y hasta el hecho minúsculo en orden a todo lo demás, de pavimentar el pasaje del Instituto y la adquisición de un inmueble en la calle de la Esperanza para mejorar los accesos a la plaza de toros.

No se sí se hará una segunda edición de esta Historia de la Diputación, pero si así fuera brindo al editor estas aportaciones a un periodo de gobierno en la Institución que, con evidente escasez de recursos, estuvo sobrado de amor e interés por las cosas de la provincia. Y claro es que mi oferta no es interesada en lo económico, una vez más.




En 1954 se posesionó de la presidencia otro hombre de leyes, el registrador José Poveda Murcia, que nombrado gobernador civil de Ávila en el 56, le sustituyó un tiempo el alcalde de Puertollano Emilio Caballero, hasta el nombramiento de Daniel Aliseda Vázquez, con el que recuerdo un viaje a Puertollano precisamente para gestionar que los salesianos se hicieran cargo de la dirección del Hogar Provincial; el largo periodo en que otro médico, Alfonso Izarra Rodríguez, obstentó la presidencia, mientras un abogado, José María Aparicio Arce, llegado desde Alcázar de San Juan como su antecesor había venido de Valdepeñas, tras ocupar las respectivas alcaldías, fue Fernando de Juan y Díaz de Lope Díaz, manzanareño de pro, el que permaneció más tiempo en la presidencia de la Corporación y al que le cupo el acierto, proseguido por Miguel Sánchez Maroto, de construir el nuevo Hospital del Carmen, que tuvieron un magnífico colaborador en el diputado Ramón Pérez Caballero.

Ya en la transición al últimamente citado, le siguió Eloy Sancho García - antes había sido alcalde de la capital- por el partido de UCD y después, ya con el PSOE, Francisco Javier Martín del Burgo Simarro, de cuyo padre fui buen amigo, el también socialista Francisco Ureña, el popular Jesús Garrido, hasta el actual Nemesio de Lara. Lástima que no haya espacio para comentar su gestión, aunque por reciente es más conocida. Y para cerrar, un último detalle. Los libros de la categoría del que me he venido ocupando hay que procurar que no tengan erratas materiales.

En realidad la reiteración la hace más lamentable. Entre los diputados de la época de la «Dictablanda» del general Miguel Primo de Rivera lo fue varios años el que ya en la década de los treinta sería un querido compañero en el periódico «El Pueblo Manchego»: Ponciano Montero Ramírez, que además de acreditado crítico taurino era un maestro en tratar los temas de la ciudad, línea en la que yo le seguiría después.

Pues bien, en dos ocasiones - páginas 212 y 216- le abrevian el nombre y la llaman Pondo Montero. Pondo fue Pílato, el gobernador romano. Y hasta otra, lector.

Cecilio López Pastor. La Tribuna de Ciudad Real viernes 24 de diciembre de 1999



lunes, 14 de julio de 2025

APORTACIONES AL LIBRO HISTORIA DE LA DIPUTACIÓN DE CIUDAD REAL (I)

 

Diputación Provincial de Publicidad Salas. Centro de Estudios de Castilla La Mancha



Hasta hace unas semanas no he podido leer - mejor sería repasar, dada su extensión - el libro que sobre «Historia de la Diputación Provincial de Ciudad Real (1835-1999)» ha editado la propia Corporación, en la Biblioteca de Autores Manchegos, coordinado por el catedrático Isidro Sánchez y en el que han colaborado un total de doce historiadores y profesores.

Libro que cuando lo termine de leer podría dar completa opinión sobre él, ya que por mis muchos años de profesional del periodismo he tenido ocasión de tratar y conocerá un buen número de los presidentes que ha tenido, a lo largo del siglo nuestra Diputación y, claro está, con más intensidad y motivo en los años que tuve el honor de ser miembro de la misma, en los que voy a permitirme hacer algunas aportaciones para que aquella gestión quede en su lugar.

Pero antes de seguir adelante en este aspecto quisiera hacer un breve repaso de mi conocimiento de quienes estuvieron al frente de la Corporación a partir de Cirilo del Río Rodríguez, Luis Barreda Ferrer de la Vega y Bernardo Mulleras García, el primero por su posterior actividad política en la que alcanzó el cargo de ministro, primero de Agricultura y después de Obras Públicas en época de la II República, y los otros dos por amistad, no obstante la diferencia de edad.

Después Eduardo Martín López Salazar, cuya hija Concha fue gran colaboradora en la Federación de Estudiantes Católicos que se fundara en diciembre de 1931, y que fue el último presidente de la Monarquía. Ya con la República fue con Francisco Morayta Serrano, gran preboste del Partido Radical liderado por Lerroux con el que tuve mi primera relación profesional dentro del periodismo provincial, persona afable aunque no

lo pareciera a primera vista y con cuyo hijo Francisco Morayta Martínez tuve buena amistad, especialmente en los años en que fue diputado a Cortes representando a la provincia.


Diputación Provincial en 1931


En 1934, con el cambio de Gobierno sustituyó a Morayta Luis Megías Rubio, de Valdepeñas, y a este el banquero de Ciudad Real, Ramiro Sánchez Izquierdo, miembro del Partido Progresista liderado por Pórtela Valladares y en la provincia por Cirilio del Río, pero solo ocupó la presidencia desde enero de 1936 a mediados de marzo, ya como consecuencia del resultado de las elecciones del 16 de febrero y ganadas por el Frente Popular, fue designado presidente el manzanareño Francisco Maeso Taravilla, republicano.

Al iniciarse la Guerra Civil se hizo cargo de la presidencia de la Diputación, Antonio Cano Murillo, caracterizado socialista de Ciudad Real, al que sustituyó posteriorm ente Vicente Ruiz Pizarro, del mismo partido político, periodo en el que por razones obvias no ejercí mi profesión.

Finalizada la contienda fratricida, a primeros de abril se constituyó una comisión gestora que se hizo cargo de la Diputación, presidida por Manuel Aranda del Forcallo- que a su cese se haría cargo de la Asamblea Provincial de Cruz Roja- y al que sustituyó el abogado y catedrático Carlos Calatayud Gil, que permaneció al frente de la Corporación de 1940 a 1943 y que con un presupuesto entre cuatro y seis millones escasos hubo de hacer frente a todos los servicios provinciales de Beneficencia, caminos, educación y claro está, el personal administrativo, de sanidad, vías y obras, etc.

El periodo más largo como presidente lo ostentó el farmacéutico de Ciudad Real Evaristo Martín Freire, pues se posesionó el año 1943 y cesó en 1951, al ser nombrado gobernador civil sucesivamente de Las Palmas, Alicante y La Coruña.

En el primer año de su mandato el presupuesto de la Diputación era inferior a los seis millones de pesetas para alcanzar los quince al cesar y ser sustituido por el vicepresidente José Gutiérrez Ortega.

Evaristo Martín a quién por cierto han reflejado en el libro que estoy comentando con un escapulario, hubo que echar mano de algún presupuesto extraordinario para llevar a cabo sus realizaciones, entre las que hay que destacar la construcción de los grupos de viviendas para funcionarios y empleados de la Diputación, en las calles Calatrava-Audiencia y Ruiz Morote, dada la falta de la mismas, y otro grupo aún mayor en la calle Pedrera Baja, destinado en principio para la Policía Nacional, pero que luego se ubicó en él la Comandancia de la Guardia Civil, que aún lo ocupa; notables mejoras en establecimientos de beneficencia, colaboración para convertir trabajadores agrícolas en colonos, iniciación de las obras del puente sobre el río Bullaque, que únela N-430 (Badajoz-Valencia) con la carretera de los Montes, y lo más importante, la construcción de un nuevo hospital, ahora ocupado en parte por la Escuela de Enfermería.


Portada de la Diputación Provincial


La gestión de García Noblejas

Dejando aparte la redacción un tanto irónica de los anteriores mandatos a partir de 1939- cada uno tiene su estilo de escribir-, quiero ocuparme ahora de la gestión que se llevó a cabo por la Corporación presidida por un notario, José Antonio García Noblejas y voy a permitirme hacer unas aportaciones, como señalo en el título.

Para entonces ya se accedía a la Diputación como diputado y mediante una elección, pues aparte los que lo hacían como representantes de los Ayuntamientos cabeza de partido, otros lo hicimos mediante elección de candidatos que habían presentado los Colegios profesionales, las Cámara y otras Asociaciones.

Quién escribe fue elegido como representante de la Cámara Oficial de la Propiedad Urbana, de cuya Junta de Gobierno formaba parte, y mi compañero de Corporación Laureano Sáiz Moreno, había sido presentado por el Colegio Oficial de Veterinarios de la Provincia, entre los distintos candidatos de otros Colegios y Corporaciones.

El nuevo presidente tuvo la deferencia de elegirme para vicepresidente, que yo agradecí como la prueba de confianza más inesperada, pues he de confesar que no nos conocíamos hasta el momento de quedar constituida la Corporación.

Pero esto aparte, mi propósito es recordar la gestión que García Noblejas llevó a cabo en poco más de dos años en defensa de los intereses de la provincia manchega.

En el libro a que me estoy refiriendo y casi de pasada se indica en la página 267 que el abastecimiento de aguas a varios pueblos y el mejoramiento de la red de caminos vecinales eran destacados por quien cesaba en el cargo, para ya en la página siguiente decir que la prensa local señala como otros logros de García Noblejas las adquisiciones de la plaza de toros de Ciudad Real y el Castillo de Bolaños. Y nada más, ni una foto como de casi todos los demás presidentes.

Pues bien, yo me creo en la obligación de dar a cada cual lo suyo y voy a referirme, portener conocimiento de primera mano, a la gestión del ilustre notario y buen amigo, adelantando que para ello dispuso de un primer presupuesto de 14.620.000 pesetas en 1952, de 16.860.000 en 1953 y de 24.851.768 en 1954.

Cecilio López Pastor. La Tribuna de Ciudad Real viernes 24 de diciembre de 1999



domingo, 13 de julio de 2025

MARCOS Y SU LABOR COMO SACRISTÁN DE LA CATEDRAL DE CIUDAD REAL

 



El programa de CRTV “Tu Tienda Tu Barrio” publicó el pasado lunes un programa dedicado a Marcos Romero, Sacristán de la Catedral, que lleva cuarenta y cinco años trabajando en el primer templo de la Diócesis de Ciudad Real.



sábado, 12 de julio de 2025

CIUDAD REAL: MANIFESTACIÓN DE UN AYER

 



“...soñaba en todo lo que habiendo podido ser, no he sido para poder ser el que spy ...” (Miguel de Unamuno)

 

En el año 1922 (según cronología del librero descubridor) y en Barcelona, aparecía en forma de coleccionable la obra "Portafolio Fotográfico de España". Monografías gráficas (con un elemental texto informativo) de salida periódica y que se dedicarían a cada una de las capitales de provincias españolas.

En su contenido ilustrado se resaltarán las características más sobresalientes y célebres de la ciudad elegida: sus edificios, arquitectura, costumbrismo y los rincones, creemos que a juicio del fotógrafo, más pintoresco.

Los pequeños cuadernillos o "Cupones" median, miden, 19x13 centímetros y los grabados fotográficos que los componen 9x14 centímetros. Sería la casa editorial, R. Martín Editor y como se ha escrito anteriormente, de la Ciudad Condal. El número 22 de la serie correspondió a nuestra capital: Ciudad Real. El ejemplar que detallamos y que obra en nuestro poder posee 21 páginas, 16 de fotograbados (anverso) 4 de texto de información general sobre la región y la ciudad (“... es provincia eminentemente agrícola, distinguiéndose por su producción de cereales, aceite, vino, garbanzos, guijas, lentejas, habas, judías, remolachas, zanahorias, anís, azafrán, etcétera ...”), y un mapa de la región en color. Más portada también en color y la contraportada está ocupada por un anuncio publicitario dedicado a la "Geografía del País Vasco-Navarro". El precio de venta al público era de 50 céntimos.




Su interior contiene las siguientes fotografías de una Ciudad Real casi perdida en el laberinto de los recuerdos (por orden correlativo y con el texto que pertenece al pie de cada toma): la Plaza del Pilar " ...por su buena disposición y anchura debe figurar entre las principales plazas de la capital."; la Granja " ... el carácter eminentemente agrícola de la provincia, requería una Escuela Práctica de Agricultura, establecida en el edificio cuyo grabado se acompaña ... "; la Catedral " ...desde el espacioso paseo del Prado puede apreciarse el conjunto de la Catedral, no ofreciendo exteriormente detalles dignos de mérito ..."; la Diputación "... moderno edificio compuesto de bajos primer piso, con un cuerpo central adornado de columnas y una torre circular en los dos ángulos de la fachada principaL."; las Casas Consistoriales "... elegante construcción terminada en 1869, ostentando la esbelta torre del reloj en el centro y las estatuas de la' Providencia, la Justicia, la Industria y la Agricultura coronando el edificio ..."; el Banco de España  “edificio construido ex profeso por la entidad bancaria a cuyo servicio está destinado ...”; El Casino" ... el carácter de capitalidad que ostenta Ciudad Real, requería un casino con todo el confort apetecible, como lo reúne el que representa el adjunto fotograbado ... "; La Puerta de Toledo “sus esbeltos arcos, de herradura se abren debajo de una gran ojiva, apoyada en las dos torres cuadrada que defienden la entrada ... "; El Hospicio “nuevo edificio de tres pisos, sin orden arquitectónico determinado, pero que responde suficientemente en cada uno de sus departamentos a los fines que está destinado ... "; el Instituto “precedía de hermoso jardín, se desarrolla la fachada principal del primer establecimiento docente de la ciudad ..."; la torre de la Catedral " ...en la parte posterior del templo se levanta aislada la esbelta torre-campanario, compuesta de tres cuerpos de planta cuadrada y elegante cúpula ... "; Puerta de la iglesia de San Pedro "...esta iglesia, con sus naves, interesantes puertas y notable coro del siglo XVI, figura entre los templos de la capital."; la antigua Casa Consistorial " ... fue edificada en los comienzos del siglo XVII y en ella se reunió el Consejo de la Ciudad hasta que se erigió el nuevo Palacio Municipal ... "; el interior de la Catedral " ... en el fondo de la gran nave gótica, construida en el siglo XVI, aparece el altar mayor dedicado a la Virgen del Prado ... "; puerta de la iglesia de San Pedro" ... hermoso ejemplar del período de transición del arte romántico al gótico, como puede observarse en algunos de sus detalles" y la Torre de Santiago "... esta típica torre es lo más interesante que conserva la iglesia del mismo nombre, cuyas sucesivas restauraciones la han hecho perder Su primitivo carácter ... ".




De seguro, y en clara opinión subjetiva, el aspecto más destacado, es la sutil sensación de tristeza que transciende de las fotografías al ser contempladas, indistintamente a su alto valor documental. Están tomadas en época invernal lo atestiguan la desvalida desnudez de los árboles, los cielos aborregados, y los corros vecinales abrigados y abunfandados. En la fotografía de la Granja es visible la nieve sobre la tierra.

Es un paisaje urbano que rezuma soledad, sin sombras ni perfiles. Emana un voraz sentimiento de recogimiento.

Y se adivina cierta complicidad entre los retratados, por sus poses más o menos artificiales, más o menos afectadas, y el anónimo retratista (su nombre, desgraciadamente, no figura como autor del reportaje). Debió solicitar su colaboración para que aparecieran en algunas de sus fotografías. ¿Para dar perspectivas de monumentalidad a lo fotografiado? ¿Para humanizar el paisaje ciudadano?

Mirando y remirando estas imágenes en blanco y negro de un ayer inmovilizado, se queda el alma encogida, pues ha sido un viaje visual al país del Nunca-Jamás.

(La evolución sufrida en nuestra ciudad y sus gentes, confían de nuevo, la brutal fuerza de transformación que poseen los pueblos.

Carlos Villar Esparza. Diario “Lanza” martes 19 de enero de 1999

 


viernes, 11 de julio de 2025

EL ESCUDO DE D. FERNANDO ALONSO DE COCA EN EL CORO DE LA CATEDRAL DE SIGÚENZA

 

El escudo de D. Fernando Alonso de Coca en la sillería del coro de la catedral de Sigüenza, mismo escudo que podemos ver en su capilla de la Parroquia de San Pedro y en los restos de su casa en la calle Real

 

D. Fernando Alonso de Coca fue un ilustre eclesiástico nacido en Ciudad Real del siglo XV, que llegó a ser Chantre de la catedral de Coria (Cáceres), capellán de los Reyes Católicos, confesor de Isabel I de Castilla y canónigo-fabriquero de Sigüenza (Guadalajara), donde estuvo a cargo de todo lo relativo a las obras de la catedral.

Empezó su carrera eclesiástica como párroco de la Iglesia de San Pedro de Ciudad Real, donde dirigió parte de la construcción de la iglesia, por cuyo motivo se ganó una capilla en este templo en la cual yace hoy enterrado. Su tumba posee una estatua yacente donde figura su efigie en alabastro, acompañada a sus pies de un paje reclinado; el conjunto recuerda mucho la sepultura del doncel de Sigüenza, en cuya catedral él mismo trabajó. Vestigios de su casa de estilo gótico construida en el siglo XV quedaron hasta el siglo XX en esta dicha ciudad (núm. 17 de la calle Real). Ya solo hay testimonios fotográficos de la misma, pero subsiste la puerta y una ventana superior geminada en arcos lobulados, con motivos heráldicos.

Su blasón es un árbol central atacado por dos leones laterales, y lo podemos ver tanto en su capilla de la Parroquia de San Pedro, como en los restos de su casa en la calle Real. También su escudo se encuentra en algunos de los respaldos de la sillería del coro de la catedral Sigüenza, realizada entre 1487 y 1491 por diversos autores, uno de ellos el entallador Francisco de Coca, muy probablemente pariente suyo.



jueves, 10 de julio de 2025

LA PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR Y LOS CULTOS EN HONOR A SAN CRISTÓBAL HACE CINCUENTA AÑOS

 



El actual templo de la parroquia de Nuestra Señora del Pilar cumplió el pasado mes de marzo sus primeros cincuenta años de historia, ya que su inauguración se produjo en 1975, coincidiendo con el Triduo en honor a Jesús de Medinaceli, que cada año celebra su cofradía  con el primer domingo de marzo.



Para la terminación del templo parroquial en su primera fase, la Hermandad de San Cristóbal prestó a la parroquia 150.000 pts., en el mes de marzo del citado año de 1975.



Por este motivo la Hermandad de San Cristóbal, cuya festividad celebramos hoy, tuvo sus primeros cultos en honor a su Titular en este nuevo templo, los días 9, 10 y 11 de julio, donde los taxistas de la ciudad realizaron su ofrenda, junto a la agrupación de autoescuelas y hermanos de San Cristóbal.



La Función Solemne se ofició el día 12 a las nueve de la tarde, y posteriormente la bendición de vehículos y la procesión. Este mismo día, a 24,00 h., en la pista municipal hubo verbena, donde actuaron “Los Blondas”. Las fiestas concluyeron el día 13 a las 23,00 h. en el restaurante “La Parrilla”, con una cena de hermandad.



miércoles, 9 de julio de 2025

D. ABILIO MARTÍNEZ VAREA NUEVO OBISPO DE CIUDAD REAL Y PRIOR DE LAS ÓRDENES MILITARES

 




La Santa Sede ha hecho público a las 12.00 h. de hoy, miércoles 9 de julio, que el papa León XIV ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Ciudad Real presentada por Mons. Gerardo Melgar Viciosa, conforme al canon 401, párrafo 1, del Código de Derecho Canónico. El Santo Padre ha nombrado nuevo obispo de esta diócesis a Mons. Abilio Martínez Varea, obispo de Osma-Soria desde 2017. Mons. Gerardo Melgar continuará gobernando la diócesis, en calidad de administrador apostólico, hasta la toma de posesión de su sucesor, que será el sábado 27 de septiembre. Así ha sido comunicado por la Nunciatura Apostólica en España a la Conferencia Episcopal Española (CEE).

D. Abilio Martínez Varea nació el 29 de enero de 1964 en Autol, pueblo de La Rioja perteneciente a la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. A los 12 años ingresó en el Seminario Diocesano de Logroño donde estudió filosofía y teología entre los años 1982 y 1987. Continuó sus estudios en la Universidad Gregoriana de Roma donde se licenció en teología dogmática (1987-1989), haciendo los cursos de doctorado en la Universidad de Salamanca (1994-1996).

Fue ordenado sacerdote de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño el 30 de septiembre de 1989 en la Capilla Mayor del Seminario Diocesano de Logroño.

Comenzó su ministerio sacerdotal como vicario parroquial en Aldeanueva de Ebro en 1989, cargo en el que permaneció hasta 1994. En 1996 es nombrado vicario parroquial de San Pío X de la ciudad de Logroño, Director del Secretariado de Juventud (1998-2000), Delegado de Apostolado seglar (2000-2003), Delegado de Enseñanza (2003) y Vicario de pastoral y enseñanza en 2005 hasta la actualidad. Ha sido, además, consiliario de CONCAPA-La Rioja, Director de Centro DECA de Logroño y miembro del Cabildo de la Concatedral de La Redonda de Logroño.

El 5 de enero de 2017 se hizo público su nombramiento como Obispo de la Diócesis de Osma-Soria.

En la CEE es el presidente de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social desde marzo de 2024.



martes, 8 de julio de 2025

NOTICIA SOBRE EL CAUDAL DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DEL PRADO EN EL SIGLO XVIII

 


En el siglo XVIII, el caudal de las parroquias en España, entendido como sus ingresos y recursos, provenía principalmente de diversas fuentes, como los diezmos, las primicias, las rentas de propiedades, y las limosnas. Además, las cofradías y hermandades, muy populares en esa época, también contribuían al patrimonio parroquial a través de sus actividades y donaciones. 

Las parroquias poseían tierras, casas y otros bienes que generaban ingresos a través de alquileres, usufructos o venta. 

Una noticia sobre la venta de uno de esos bienes de la Parroquia de Santa María del Prado de Ciudad Real, lo publicó “El Correo mercantil de España y sus Indias”, el 18 de noviembre de 1793, y la noticia queda reflejada de la siguiente manera:

CIUDAD REAL== Se vende una cabaña de 392 cabezas de ganado lanar leones trashumante, con pastos de invernadero, los que pueden mantener otras treinta cabezas más; esa cabaña es propia del caudal de Nuestra Señora del Prado de Ciudad Real. Para su juste se acudirá al tribunal Eclesiástico del mencionado Pueblo”.


lunes, 7 de julio de 2025

ANUNCIOS

 


Están vacantes las segundas Coadjutorías de nueva creación de las tres Parroquias, Santiago, Santa María y S. Pedro de Ciudad Real, capital de la provincia de su nombre es este Arzobispado. Los Sacerdotes, que provistos de las competentes licencias opten a ellas, percibirán 5000 reales, pagados por el Gobierno de S. M. a los de esta clase, y además los derechos, que según arancel tienen señalados en las asistencias. Si fuesen predicadores podrán contar con varios sermones. Las solicitudes se dirigirán a los respectivos párrocos.

Boletín-Eclesiástico-del-Arzobispado-de-Toledo-27-6-1863-n.º-25-8


domingo, 6 de julio de 2025

CRONIQUILLA: LA PUERTA DE TOLEDO

 


El presidente de la comisión de policía urbana señor Yaner y los vocales de la misma señores Rueda y Salazar giraron ayer una visita a la puerta de Toledo y, para su parecer en ciertas obras en proyecto, tuvieron la gentileza de invitar al Presidente de la Comisión de Monumentos y al Delegado regio de Bellas Artes. Asistieron también el Secretario del Ayuntamiento y el arquitecto municipal y su ayudante. El señor Alcalde que había prometido acompañarlos no lo hizo sin duda por retenerle en la Casa consistorial quehaceres de su cargo.

Sobre el terreno se vio la necesidad de aislar la Puerta de Toledo, de que se realice la plazoleta tantas veces proyectada y de impedir que se edifique en el terreno que esta ha de ocupar.

El señor Yaner ordenó al señor Arquitecto que cuanto antes haga el trazado para hacer la proposición consiguiente y en sus palabras vimos un excelente, deseo, plausible por todos conceptos.

Se dijo al señor Yaner que en el año 22 se tomaron por el Ayuntamiento dos acuerdos relacionados con la puerta de Toledo que ¡como tantos otros! Ni fueron suspendidos ni ejecutados. Y yo, insistiendo en lo acordado entonces desearía que el señor Yaner patrocinara su ejecución y que su nombre se asociara a tan importante mejora. Querer es poder y si no hay consignación en el Presupuesto, cabe hacer una transferencia de crédito para abrir, por lo pronto un portillo en la muralla que dá frente a la calle de Pedrera y aislar así enseguida la histórica puerta.

Hoy es ya de que el milenario monumento tenga el respeto y la veneración que merece por sus años, de que sus entrañas no se conmueven por el paso de los cañones, ni que las jambas se deterioren más de lo que están, ni que el amarillento rostro de la obra alfonsina, restos gloriosos de la arquitectura militar del siglo XIII, se convierta ¡horror! en cartelera del Municipio. Sería cosa de averiguar aunque más vale ignorarlo, quién permitió del anterior Ayuntamiento esta licencia y este beneficio. El señor Yaner ordenó en el acto que desaparezcan enseguida esos anuncios como venía clamando constantemente la Comisión de Monumentos. También esta debe fijarse en el estado en que se encuentra la parte superior de la puerta convertida hoy en un erial agostino.

La obra de embellecimiento que todos deseamos es más necesaria hoy que nunca, porque, como el mismo señor Yaner reconoció, dada la moda de viajar en automóvil, cuantos viajeros distinguidos o personajes vienen a Ciudad Real entran por la puerta de Toledo y tal como está hoy la primera impresión del visitante no puede ser más desastrosa.

José Balcázar. Periódico Vida Manchega 3 de Julio 1928. 


sábado, 5 de julio de 2025

MI LLANURA, CULPABLE

 



¡Ay, tierra mía, tú tienes la culpa! ¡Tú tienes la culpa, tierra novia, si desde este instante no me supieran a agua fresca tus besos apretados! ¡Tú tienes la culpa, madre tierra, si mi cabeza, cansada no descansase con placer, como antes, en tu seno henchido de recuerdos y melancolías! ¡Tuya es toda la culpa del desaguisado que me han hecho! Entre ti y yo, me han pegado una cosa rara que se llama “Cronista”. A ti no te gusta eso. Ni a mí tampoco. ¡Ya parecerá no estamos solos cuando estruje tus labios o duerma en tu halda, parda de lana merina! ¡Nosotros, que gozamos el encanto mutuo de gozarnos solos! ¡Porque sí! Me forzaste a decir, en alto, mi cariño a ti y, ahora, ¿lo ves?, por ello –tú eres culpable—tengo de desbordar sin riberas, el río grande del agradecimiento a ellos, pues si el hecho me incomoda, la distinción, inmerecida e indeseada me honra.

Después, ¡déjame a mí!, cualquier día haré mi oficio tan mal, para ellos, y tan bien, para nosotros, que vengan en la cuenta de la verdad, que les dije con ansias, del error en que caían y habrán de cumplir la justicia de degradarme.

¡Así volverá mi libertad, sin sombras, querida, alegre, gris, recoleta, y feliz sorberé tus labios, limpios de la tinta oficial con que los han tocado ahora, y levantaré, descansada, mi cabeza vencida en tu regazo, sano, oloroso panjino florido y a terrones mojados de barbecho! ¡Que alegres, estaremos entonces! Igual que éramos antes. Si tú quieres, podemos triunfar sobre ellos. ¿Vamos? “¡Chócala!”

Pero ¿ves, tierra mía, cómo eres la culpable de todo lo que me ocurre? ¿Por qué me hostigas después de prometerme lo contrario, para contar cosas muy sabidas y otras leídas en papel pajizo, de viejo y escritas con tinta descolorida? Te empeñas y ahí va, pero será como noticia escueta, que alterado y emocionado está el ánimo y apenas puede “gañir” y tan a trueque de tropezar, y tan cierto de mal decir y peor escribir, y tan enclenque, que bien pudiera comenzar aquí “cualquier día”, antes invocando, de nuestra liberación plena:


Reja de la casa número 9 de la calle Barrionuevo


Pues, señor, el convento de Santo Domingo, de la Orden de Predicadores de la Provincia de Andalucía, estuvo enclavado hacia la mitad de la calle de la Mata, a la izquierda mano según se sube de la parroquia de San Pedro y San Pablo, y se fundó en 1399 y tenía iglesia dedicada a San Juan Bautista –así lo quiso el fundador— consagrada sobre la sinagoga mayor después de los sangrientos sucesos sufridos por los judíos en el siglo XIV. Sabido es: la Orden predicadora perseguía la proximidad de los barrios judíos, si no es que sobre ecos se asentaba y enraizaba.

Solo la calle del Compás de Santo Domingo nos recuerda, en Ciudad Real, la grandeza de estos frailes.

Noticias, escritas de 1835 relatan existían varias capillas en la iglesia:

La de Jesús. El añorado imponente y bellísimo Nazareno que miraba al pueblo enseñándole a llevar la cruz con virilidad y serenidad. El que se veneró después durante un siglo justo, --1835 a 1936— en la Iglesia de San Pedro. El Jesús de ahora rinde su rasero al suelo, no es castellano y recio y sufrido y no vencido.

La capilla del Rosario, con el camarín donde el Padre Prior recibió en confesión, a la monja carmelita medio loca, o ¿qué?, que una madrugada se escapó de su monasterio dejándose caer, a la calle del Carmen, por la cuerda de las campanas. Amarró Bien uno de los cabos para que no tocara el badajo, y el otro lo tiró, sobre los tejados, a la calle. ¡Ah, y en las manos se puso las badanas del breviario, “para que no se le ardieran” al deslizarse por la maroma. Estas precauciones sensatas no están muy acordes con la locura que se le achaca a la monjita. La Virgen del Rosario, desde su trono, escuchó a la penitente, y vio el refrigerio que le sirvieron antes de retornar, contra su voluntad a la celda. Encantador grupo dieciochesco –destruido en las Dominicas, donde lo trasladaron al siglo pasado el de aquella Virgen del Rosario, sedente entre nubes y ángeles, dando el Rosario al Fundador, postrado. Sin este, mucho nos la recuerda la Virgen de la Consolación agustiniana de la calle de Valverde, de Madrid. Más ciertamente, que la grandota y poca afortunada reproducción hecha, estos últimos años, para el Convento de Calatrava, de Almagro.


Imagen destruida en 1936 de la Virgen del Rosario


Cuentan, estaba dedicada a Santa Juana otra capilla, y que la sillería coral pasó a la iglesia de Torralba, donde se conservaba, y alguien me apuntó, no sé con qué fundamento, también era de ese convento el hermoso Cristo de la Agonía, de Picón.

¿Dónde tendrían los PP. Dominicos colocado, y cómo sería, la antiquísima Virgen de la Valvanera –típica advocación riojana—que les entregaron, para darle culto, ¿una vez fenecida su capilla propia de la puerta de la Mata?

En 1835, al desaparecer el convento y hacer el inventario de los bienes –en la Biblioteca Provincial, donde se guarda, nos lo muestra la bibliotecaria doña Isabel Pérez de López Salazar—se consigna la existencia de sesenta cuadros, nada menos, y su distribución en cada capilla, en la sacristía y el coro, colocados junto al cancel, en la galería baja, en la subida a la escalera principal, en la celda del Prior, en la cocinilla baja del Prior, en la galería alta.

Hace algunos años, quizá se pudieron localizar estos lienzos en iglesias y casas, pues el inventario describe los asuntos de cada uno y detalla las características de los marcos, pero, en la actualidad ¿cuáles quedarán?, ¿dónde pararan? En otra ocasión, cuando el horno este para bollos, volveremos sobre esta local pinacoteca dominicana.

Escucha. ¿No sabes cuántos religiosos tuvo el convento?, pues lee esta nota que me facilita la señora de López-Salazar, sacada de un próximo y sustancioso trabajo suyo que esperamos con avidez: “En 1750, había veinticinco religiosos. Los diez y siete sacerdotes y los ocho legos”

Y ¡hasta otra, tierra llana! El verano se apaga. Lejos, obliga la obligación.

A ti, al pie de la reja que hay en la casa número 19 de la calle de Barrionuevo con la cruz de Santo Domingo en los hierros, y que debió de pertenecer al convento y, a ellos, a esos que en grupo, a traición premeditada, atropellaron mi ilusión sentimental y me ataron a ESO tan raro --¡Dios, y es lo grande, sin nadie amigo que viniese en mi auxilio!— a ti y a ellos digo, y a ese entrometido buen amigo García Pavón--¿ quién le dió vela en este entierro?— al comenzar mi emigración golondrina, a pesar de los pesares, honrado sin valimiento, como hombre de bien, y como el gañán de ronda y “vigüela”, y al “dirse”

“La despedida sos echo

la que Cristo echó en Belén

y El, que aquí nos ha juntao,

nos junte en la Gloria. Amén

Julián Alonso Rodríguez. Jueves 23 de septiembre de 1954



viernes, 4 de julio de 2025

EL LAMENTABLE ASPECTO QUE PRESENTA LA FUENTE TALAVERANA EN SU PRIMER SIGLO DE HISTORIA

 



El pasado domingo 29 de junio, la Fuente Talaverana del Parque de Gasset, celebraba su primer siglo de historia, celebrándolo el Ayuntamiento el sábado 28 con un concierto. Aniversario que ha sido desaprovechado por nuestro consistorio para recuperar una de las fuentes emblemáticas de la ciudad, ante el aspecto lamentable que presenta.

 



La Fuente Talaverana ha sufrido a partir de los años ochenta del pasado siglo XX, gran cantidad de gamberradas que acabaron con la fuente original obra de Ruiz de Luna, siendo respuesta esta a lo largo de los años, con otras que no llegaron a reproducir la original.

 



Cuando el ayuntamiento de nuestra ciudad tomó la iniciativa en el año 2008 de recuperar la imagen original de la Fuente Talaverana y su entorno, encargo una fuente no de cerámica, sino realizada por sublimación, más barata que la realizada con cerámica, que con el paso de los años ha terminado con perder sus grecas y mostrarnos el estado lamentable que actualmente presenta.




En las fotografías que publico se puede ver la base, la taza con su pedestal y surtidor como ha perdido totalmente su policromía. No sé quien de nuestro Ayuntamiento tiene que supervisar el estado de los monumentos locales, lo que si se que el consistorio municipal no ha estado a la altura del primer centenario de la fuente, encargando una de cerámica para darle el aspecto original que tenia y no el aspecto lamentable que actualmente presenta en su centenario.



jueves, 3 de julio de 2025

LA TALAVERANA: HISTORIA Y GLORIA DE LOS CONCIERTOS EN CIUDAD REAL (II)

 




Escuela de selectividad social y de aristocratismo provinciano”

El ciudadrealeño Pepe Rivero reconoce que La Talaverana tuvo una función “simbólica y social” para la “gente de Ciudad Real evidentísima”. Recuerda como en el año 1916 “la feria se trasladó desde la Plaza Mayor (al ser una feria mercantil como todas en su origen), hasta el Parque de Gasset, un espacio donde se acometieron reformas, pues en el parque hubo un kiosko de la música, que finalmente fue desmontado. Ya sobre los años 60 fue cuando realizaron la concha donde se producían las actuaciones”.

Desde su punto de vista uno de los momento culminantes en el devenir de la importancia que adquirió el parque de Gasset y la Talaverana se produjo en 1959 cuando el Noticiario Cinematográfico Español, más conocido como NODO, “se desplazó hasta Ciudad Real para grabar parte de la batalla de flores del 16 de agosto, que tradicionalmente era el Día de la Provincia y en el que también se realizaba un desfile de alto nivel para el momento. Por tanto, podría decirse que la vida de la Talaverana en su plenitud simbólica y álgida transcurrió entre 1959 y 1985”.

En cualquier caso, aclara que las citadas actuaciones artísticas y musicales de renombre que se celebraron y que “trataban de complacer a tanta gente, al final lo hacían a unos sí y a otros no”.

A este respecto indica que uno de los factores por los que la Talaverana adquirió tanto protagonismo fue porque en Ciudad Real “en esos años no había salas de fiesta ni discotecas, debido a que el obispo prior, Juan Hervás, tenía una oposición cerrada a estos lugares donde, desde su punto de vista, se producían ‘licencias y aproximaciones de índole erótica’”. Por este motivo, Rivero piensa que “la centralidad de los bailes de sociedad (así llamados entonces) de la Talaverana ocupaba todo por ese vacío circundante al que me refiero. Por tanto, una parte queda disuelta por el  aura efímera de las actuaciones y el esplendor del verano, pero también tenía una línea de educación sentimental y de aprendizaje ideológico que considero necesario poner encima de la mesa”.




Añade a su vez como “en los momentos en los que funcionaban, las verbenas y los bailes populares se celebraban a las ocho y media de la tarde, mientras que las actuaciones más ‘selectas’ ya eran un poco más tarde, concretamente a las once de la noche. Todo ello hasta que se montó la pista popular en la parte de atrás, lindando con lo que hoy es la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, por lo que había cierta segregación social significativa, pues los más pudientes iban a La Talaverana, mientras que el resto se congregaban en la pista popular donde todo era más próximo como la indumentaria, las actuaciones, los precios, etc. Por ello, podría decirse que esa escuela de selectividad social y de aristocratismo provinciano se daba a la perfección en el recinto de la Talaverana”.

Centro neurálgico de la actividad social y cultural

El que fuera primer alcalde de la democracia en Ciudad Real, cargo que ostentó entre 1979 y 1993, Lorenzo Selas, recuerda como dentro de la feria de Ciudad Real el recinto de la Talaverana, que solía engalanarse para la ocasión, “era importantísimo para toda la actividad social de la ciudad”.

“A la Talaverana acudían los mejores artistas y las mejores orquestas de la época porque a ellos también les daba prestigio venir a actuar a Ciudad Real”.

Destaca que el recinto de la Talaverana y del Parque de Gasset, al que define como “muy bonito y con una gran historia”, cuando llegaba la Feria, “además de toda la instalación de las casetas, carruseles y demás artilugios que albergaba, era el centro social de la ciudad. De hecho, la noche del 16 de agosto, cuando previamente se había celebrado la batalla de flores, se hacía una cena de gala a la que asistían todas las reinas de los pueblos que habían participado en el desfile de la batalla de flores, así como las primeras autoridades de la ciudad”.

El que fuera primer edil de la capital también pone en valor como la Talaverana fue uno de los puntos neurálgicos de Ciudad Real en lo que a la celebración de conciertos de primer nivel se refiere: “Recuerdo como la contratación previa de los artistas había que hacerla con mucha antelación porque agosto es un mes en el que prácticamente toda España está de fiestas, por lo que teníamos que anticiparnos con tiempo suficiente a través de la Comisión de Festejos y Cultura para poder contratar a los mejores de la época”.




Selas aclara como por aquella época los conciertos eran contratados desde el Ayuntamiento, siendo una tarea muy trabajosa: “La Comisión de Cultura y Festejos era la que se encargaba de contactar con los representantes de los artistas, teniendo que negociar con ellos muchas veces ‘a cara de perro’, pues en algunos casos eran muy exigentes y los artistas tenían unos cachés muy caros, por lo que había que negociar mucho. Y cuanto antes se hiciese era mejor, porque si pasaba el tiempo tenían otros compromisos y subía su caché”. De hecho, recuerda como entre los conciertos de la feria que más trabajo le costó contratar a su equipo de Gobierno durante aquellos años fue el de Rafaela Carrá, que actuó en Ciudad Real en agosto de 1981.

Añade que, a su vez, dentro de la pista municipal, que se encontraba en el recinto que hoy ocupa el edificio donde después se construyó para el colegio de la Ferroviaria, también se llevaba a cabo “una importante actividad social y cultural “muy agradable con orquetas y con bailes”.

No se olvida tampoco de la importante labor que por aquella época realizó Eduardo Pérez, que llevaba el Hotel Castillo y que era la persona responsable de organizar las cenas: “Eduardo fue una persona imprescindible para que todos estos acontecimientos se pudiesen llevar a cabo”.




Pero el tiempo no perdona, y los encantos y la magia que transmitía el recinto de la fuente Talaverana y el Parque de Gasset también tuvieron que convivir con los desperfectos sufridos tras la celebración de cada feria: “Como vecino, y antes de ser alcalde, cada vez que iba al Parque de Gasset con mis hijos tenía la sensación de que este espacio sufría un gran deterioro. Asimismo, nada más llegar al Ayuntamiento, durante mis primeras ferias ya como alcalde, observé que el Parque de Gasset sufría un deterioro y un destrozo impresionante durante quince días (incluyendo la celebración de los actos de la feria propiamente dichos y de los momentos previos necesarios para todo el acondicionamiento). A ello había que añadir que este espacio se había quedado pequeño para atender todas las peticiones existentes. Por este motivo, a la primera Corporación municipal de la que fui parte le expuse la necesidad de trasladar la feria del Parque de Gasset hasta otro recinto, en este caso el actual barrio de La Granja, que por aquel entonces campo, pues aquellos años Ciudad Real terminaba en la Ciudad Jardín”.

Esa decisión provocó que surgieran algunas voces discordantes entre los ciudadanos de a pie que no se mostraron muy conformes con esta medida, pues “pensaban que el nuevo recinto les quedaba más lejos. Y luego también estaban los nostálgicos de la Talaverana”, comenta Lorenzo Selas.

Por todo ello, y antes de que se procediera al citado traslado, desde la corporación municipal mantuvieron numerosas reuniones para poder exponer con calma y con todo lujo de detalles el proyecto que se pretendía realizar. “Fue un proyecto iniciado durante nuestra primera legislatura. Se hizo con paciencia y con muchos contextos, hasta que finalmente en junio de 1986 inauguramos todo lo que hoy se contempla como el Recinto Ferial de Ciudad Real, incluido su auditorio”.

Selas opina que al final el paso del tiempo es el juez y el que da y quita razones: “Hemos podido ver como el traslado de la feria ha funcionado y lo sigue haciendo en la actualidad. La gente desde el primer momento lo aceptó con toda naturalidad del mundo. Por ello, a día de hoy podemos sentirnos orgullosos del recinto que tenemos y de cómo hemos ido manteniendo el Parque de Gasset, aumentando también la superficie de este lugar centenario”.

 


Conviene recordar como la feria de Ciudad Real estuvo celebrándose en el Parque de Gasset cerca de 70 años, según indica Lorenzo Selas, después de que “la corporación de principios del siglo pasado tomase la decisión de que fuese trasladada desde la Plaza Mayor hasta el Parque de Gasset”.

Nuevo recinto ferial

Las obras del nuevo recinto ferial y del auditorio corrieron a cargo de los servicios municipales, estando encabezadas y dirigidas por los arquitectos Rafael Humbert y por Diego Peris. De hecho, el proyecto de Auditorio ubicado en ‘La Granja’ fue iniciado por Humbert y completado por Diego Peris.

Precisamente Diego Peris señala que el nuevo recinto ferial de Ciudad Real se planteó en la zona de ‘La Granja’ de Ciudad Real en un espacio de 48.000 metros cuadrados “pensado como una zona verde en la que se insertaban las diferentes actividades”.

Explica que el elemento central del proyecto era el Auditorio de unos 4.000 metros cuadrados con capacidad para 2.500 personas: “Un elemento que se hundía de forma escalonada en el terreno, cerrado con módulos construidos y elementos vegetales y un gran escenario en su frente que permitiría la celebración de diferentes actividades musicales o de convivencia”.

Junto a esa instalación también se realizaron espacios para casetas, atracciones, zona de bares y zonas especiales para actividades infantiles y juveniles. A este respecto, Diego Peris indica que el folleto que el ayuntamiento editó con motivo de la inauguración del nuevo recinto “explicaba las superficies de cada una de las zonas y la organización del gran espacio pensado como zona verde en la que se insertaban los paseos y las zonas de cada una de las actividades”.

 



Según el arquitecto ciudadrealeño el proyecto fue realizado por la administración, siendo el propio Ayuntamiento el encargado de realizar las obras que tuvieron a Bonifacio Villaverde como aparejador, a Pepe Vinuesa como maestro de obras y a Gumersindo Arenas como ingeniero técnico industrial, añadiendo que “en apenas unos meses y con un presupuesto austero se completaron las obras del nuevo espacio”.

Peris también recuerda como el anterior recinto que albergaba la Feria de Ciudad Real, en concreto el entorno de la Talaverana “era apreciado como recinto tradicional, pero tanto esa zona como el conjunto del Parque de Gasset era considerado por la gente como un espacio en el que era difícil desarrollar las actividades, a la vez que sufría un importante deterioro cada año de celebraciones”.

Desde su punto de vista el nuevo ferial “fue valorado muy positivamente, en especial el auditorio de La Granja, que permitía todo tipo de celebraciones desde las cenas del día de la provincia a conciertos y bailes tradicionales. La solución del espacio escalonado, ajardinado con una iluminación ambiental suave y continua generaba un espacio amable para la gente”.

Para Peris la solución del escenario con el frontón postmoderno sobre las columnas de barras metálicas “era una aportación novedosa y se publicó en las revistas de arquitectura del momento, recogiendo una moda muy concreta de esos años”. Asimismo, destaca como “la jardinería (dirigida por Pepe Arrieta) contribuyó de forma esencial a definir y organizar los espacios con una imagen de zona verde”.

Pese a ello, opina que el espacio del recinto ferial que ha sido utilizado durante 37 años “ha seguido funcionando bien”, “está muy necesitado de una rehabilitación en muchos de sus elementos”, pues “el tiempo no perdona”.

Fuente: https://www.lanzadigital.com/provincia/ciudad-real/la-talaverana-historia-y-gloria-de-los-conciertos-en-ciudad-real/