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lunes, 3 de marzo de 2025

LA CAPITAL, AL RITMO DE LAS PEÑAS (II)

 



LOS CABEZONES

Quien tenga una considerable cabeza, una terquedad notable o sea el protagonista de algo que ha necesitado «cabeza», puede ser un «hermano cabezón».

Tres hombres, Braulio, Pablo Osario y Antonio Serna pensaron en pasarlo lo mejor posible sin molestar a nadie, así surgió en 1982 la peña Los Cabezones, hoy cuenta con más de 100 afiliados -no socios, pues no pagan cuotas- aunque apenas llegan a 20  los más activos y asiduos participantes.

Los «cabezones» están documentados, tienen su carné -un poco mayor que el habitual por eso de la cabeza- y si se les busca se les puede encontrar con facilidad en cualquier fiesta local o sitio donde pasarlo bien.

Todos los jueves se reúnen en torno a una mesa repleta y celebran, en sus ocasiones, las fiestas de sus patronos, San Pedro y la Virgen de la Cabeza, el primero es el patrón de esta peña por ser la «Cabeza» de la Iglesia y la segunda, es obvio. El sentido del humor de esta peña ha logrado atravesar las fronteras manchegas y mantienen con tactos con otras peñas nacionales.

Todos los gastos que tienen los afrontan ellos mismos y declaran que no creen necesario recurrir al Ayuntamiento ni a subvenciones pues son «nuestras pequeñas tonterías».



DE LA BUENA MESA AL BUEN VIVIR

«La buena mesa» es otra peña a la que, como su nombre indica, le gusta el buen comer, disfrutar de sabrosas comidas, especialmente las manchegas.

Acceder a esta peña es difícil ya que los poco más de 20 miembros que la integran se sienten muy bien tal y como ahora están.

Declaran que su actividad es comer y beber, participar en todas las fiestas y reunirse con otras peñas, especialmente con los «cabezones». Todos los jueves tienen su cita con una caldereta, una paella, un cocido o lo que disponga el que va a pagar la comida.

No tienen los de esta peña el deber de una cuota mensual, y, como dice Antonio, miembro de la «buena mesa», «cuenta más la participación que los dineros».

«El buen vivir» aunque la idea pareció surgir en 1983 con el objetivo del Carnaval y a pesar de que en los estatutos se hace referencia a una asociación sociocultural, lo cierto es que esa peña se dedica, ni más ni me nos, que «al buen vivir». Buena comida, buen humor y buenas fiestas son el objetivo de los 70 miembros que componen la peña, en la que los carniceros tuvieron la iniciativa.



LA ARROBA

 «La Arroba». Participar de la alegría y del folklore y seguir los pasos de las peñas más veteranas, llevó en 1984 a un grupo de amigos de la Asociación de Cofradías a formar la peña La Arroba.

En un principio se agruparon bajo el desconcertante nombre de «Chindangüi», teniendo por emblema un pavo vestido con blusón y boina, pero pronto buscaron algo más de la tierra, así nació la «Arroba». Son 45 miembros que por 300 pesetas al mes y alguna que otra cuota extra participan en el carnaval, la pandorga y otros festejos populares.

Los de la «Arroba» dicen que además de divertirse tienen por objetivo estar más unidos con los amigos y con el resto de las peñas.

Ellos se reúnen al menos una vez al mes, entrar a formar parte de esta peña no es nada difícil, basta con estar avalado por dos socios y, a ser posible, pagarse una fiéstecita de entrada.



FOLKLORE Y FLAMENCO

Peña Paco Valencia. Fomentar el cante flamenco en la región y dar a conocer a sus numerosas figuras manchegas es, desde hace cuatro años, el propósito esencial de esta pequeña asociación cultural que no sobrepasa los treinta socios. Para ello organizan dos festivales que suponen un elevado coste, produciéndose, en ocasiones, pérdidas que deben ser sufragadas por los propios miembros de la peña ya que, a pesar de ser un acto con miras a todo el público, ni el Ayuntamiento, ni la Diputación, ni ningún otro organismo regional ha entregado subvención alguna.

Aunque intenta estar presente en todas las fiestas populares, esta peña hace hincapié en la labor que, junto a otras peñas, desarrollan el día de Reyes, encendiendo el corazón de los ancianos del asilo, por lo que queda claro no sólo el arraigo de la Peña Paco Valencia a todo lo relacionado con el flamenco o lo popular, sino también su gran espíritu humanitario.

 

CASERIO VIGON

Dos o tres meses después del Carnaval, unos 25 socios de la Asociación Deportiva Caserío Vigón decidieron formar una peña y federarse, nombrando como presidente a aquel que mayor entusiasmo había de mostrado durante esos días.

El deporte es lo que da vida a esta peña, es la propia Asociación deportiva la que mantiene y subvenciona los pequeños gastos que esta peña supone. Durante la temporada deportiva cualquier tipo de reunión o actividad referente a la diversión es suprimida. El balonmano y el baloncesto son el eje alrededor del cual giran todos los componentes. ¡Hay que mantenerse en forma!




PEÑA MAZANTINI

La Peña de la Asociación de Coros y Danzas, conocida popularmente con el nombre de Mazantini, ya que está formada por muchos de los miembros pertenecientes a este grupo de baile regional, surge oficialmente en 1982, aunque anteriormente, desde que se fundó la Asociación, participaban en cualquier acto, bien Carnaval, Pandorga, Virgen de Alarcos...

La peña es un núcleo dentro de la Asociación de Coros y Danzas por lo que el funciona miento y la organización de la misma es totalmente distinto al resto de las peñas. Tiene una estructura mucho más compleja y organizada donde, normalmente, no se dan actividades espontáneas, todo es estudiado y llevado con cierto orden la peña Manzantini posee una Junta Directiva que depende de la Junta Directiva de la Asociación y esta de una Asamblea General que se reúne cada año.

Rescatar las viejas tradiciones manchegas, investigar nuestro folklore y resaltar todo lo que suene a popular son las actividades centrales, no sólo de la Peña sino de toda la Asociación, actividades que se están consiguiendo gracias al esfuerzo y la ilusión que el grupo Mazantini transmite, no sólo en nuestra región sino más allá de las fronteras nacionales.




UNA JOVEN PEÑA QUE VIENE PEGANDO FUERTE

Juventud y un gran sentido, del humor, son las dos características esenciales de la peña, «Los cien mil hijos de Manuel Luque» una peña aun novata pero que viene pegando muy fuerte.

En septiembre del 87, un numeroso grupo de amigos decidió formalizar sus juergas y hacer partícipes a los demás de las mismas, comenzaron a movilizarse, a reunir a aquellos que por unos motivos u otros se habían desligado de la pandilla y así, crearon la peña, a la que, tras algunos desacuerdos, bautizaron con el nombre de «los cien mil hijos de Manuel Luque». Inmediatamente los miembros de esta peña, unos cincuenta de momento, enviaron una carta al señor Luque poniéndole al día de este nacimiento y nombrándole presidente honorario, más tarde se le obsequió con camisetas y botellas de vino, pero parece ser que estos muchachos aún no han sido reconocidos por su padre adoptivo».

Es una peña muy joven en todos los sentidos, los componentes son, en su mayoría, estudiantes cuya edad oscila entre los 22 años, de ahí que carezcan de recursos económicos, además no reciben ningún tipo de subvención por parte del ayuntamiento, problema muy importante, pero no lo suficiente para que estos jóvenes, sin dinero pero ricos en vitalidad, abandonen la batalla del entusiasmo, cosa que les ha llevado a alcanzar la simpatía del alcalde, Lorenzo Selas.

 


LOS HORTALIZOS

Una enorme sencillez es lo que se respira en el seno de «los Hortalizas» peña nacida hace ya seis años con el fin de unirse, conocerse, olvidar los problemas cotidianos y sobre todo levantar los festejos de la ciudad.

Esta peña tradicional, heredera del campo, confecciona año tras año típicos y sencillos trajes manchegos con los que se presentan a la Virgen del Prado ofreciéndole los frutos más selectos, lo mejor de esos huertos cultivados en la Poblachuela, porque, como uno de sus miembros afirma, «somos hortalizas que nos dedicamos a la labor».

Destaca la unidad existente en el interior de la peña los Hortalizos, el cariño que profesan por el resto de las peñas, afirmando la gracia y alegría con que la Góndola y la Garden llevan el Carnaval; y la admiración por el trabajo que todas juntas han desarrollado por y para el pueblo desde el punto de vista festivo.




DEL BOTELLIN y OTRAS YERBAS

El Botellín, una peña constante y trabajadora formada por un grupo muy reducido en donde todos forman pareja. Nos encontramos ante una peña valiente y arriesgada que ha reconocido cierto politiqueo existe en el interior de simpáticas fachadas, comentándonos como el día de la zurra la peña organizadora consiguió uno de los premios bajo un nombre falso, algo poco ético pero cierto. No obstante, se nos muestra como una peña sin rencores, partidaria de los buenos momentos y capaz de olvidar cualquier historia para con «Palmetazo en la espalda».

Junto a todas estas peñas destacan también la peña «El Botijo» y la peña «Trini», ambas federadas. Existen, además, un gran número que actúan de forma independiente, entre ellas destacamos a «los Embusteros», grupo de amigos que se reúnen periódicamente con el fin de degustar la buena comida manchega.

La Federación de Peñas es la encargada de coordinar las distintas actividades festivas con juntamente con el Ayuntamiento, una federación que no deja nada que desear y cuyos miembros se muestran satisfechos con la labor llevada a cabo por su presidente, Justo Serrano.

Cada una de las peñas que forman parte de ésta se encuentra registrada, posee los estatutos correspondientes y están organizadas de forma adecuada constituyendo una Junta Directiva que consta de presidente, vicepresidente, tesorero y varios vocales.

Las relaciones existentes entre ellas son, por lo general, bastante buenas, aunque en ciertas ocasiones se habla de determinadas peñas «privilegiadas» por parte del Ayuntamiento, la coordinación entre ambas instituciones es considerable.

Ciudad Real debe estar orgullosa del creciente interés que todas las peñas han demostrado por rescatar las tradiciones, por el afán de transmitirnos su alegría y buen humor y, sobre todo, por la categoría que le han dado a esta ciudad. Como nuestro flamante pandorga, Antonio Serna, declara: «Ya que no se nos conoce por nuestras industrias, que se nos conozca por el cachondeo».

Prado López Galán, Antonia Cortés, M.ª. del Mar G. Torrijos.  Diario Lanza 14 de agosto de 1988



domingo, 2 de marzo de 2025

LA CAPITAL, AL RITMO DE LAS PEÑAS (I)

 



Con motivo de la celebración de las fiestas populares y teniendo en cuenta el importante papel que las peñas desempañaban en éstas, LANZA ha querido saber qué es lo que hay detrás de esos pintorescos espectáculos que hacen que todos los ciudarrealeños vuelquen su alegría por las calles. Carnaval, Virgen de Alarcos, Pandorga y ferias son las fiestas en las que las peñas cobran protagonismo. Ciudad Real, capital demasiado tranquila, desentierra sus viejas raíces manchegas; pequeños grupos de amigos deciden reunirse formando las distintas peñas que han logrado desbancar esa apatía que se hacía patente en esta ciudad resaltando el espíritu festivo de sus habitantes. Aunque hay multitud de peñas nos hemos centrado en aquellas que están federadas. Se trata de grupos que permanecen vivos todo el año trabajando duramente, sin apenas recibir subvenciones, aportando ideas y elaborando programas. Todas tienen una organización interna parecida, pero objetivos matizados.

Hace cinco años resurgió el Carnaval en Ciudad Real, fiesta que había permanecido arrinconada durante largo tiempo. Por este motivo nacieron varias de las 17 peñas que actualmente pertenecen a la federación siendo las pioneras, entre otras, «La Góndola» y «La Garden». A los pocos meses se fundó la Federación de Peñas, lo que llevó a la formación de otras hasta la última que ha sido los «Cien mil hijos de Manuel Luque» en el presente año.



LAS PIONERAS SE DEBEN AL CARNAVAL

Guillermo Méndez Asensio, presidente de la Peña «La Góndola», lleva en la sangre la tradición de los carnavales de Miguelturra, puesto que es su pueblo natal. «Veía absurdo que en Ciudad Real no se celebrara el Carnaval por lo que me decidí en colaboración con la peña «Garden» e hicimos un desfile que resultó muy pobre en cuanto a participación de comparsas y murgas, pero el público lo acogió con entusiasmo. Los 75 miembros que componen esta peña son gente joven que le gusta el ambiente y vive lo que es la fiesta. No quieren aumentar el número de afiliados para que la cohesión entre ellos persista, aunque «siempre hay comentarios y problemillas y se intentan solucionar».

Para poder formar parte de esta peña lo único que se exige es tener ganas de trabajar en lo que es la organización de festejos, con este fin se llevan a cabo reuniones todos los meses «y vamos proyectando, hacemos gestiones a nivel de diseñadores que perfeccionen cada vez más. Son reuniones informales que adquieren más seriedad a medida que se aproximan las fiestas».

«La Góndola» es una peña que trabaja y se sacrifica para poder sacar «algo a la calle», participa en todos los actos, aunque primordialmente se centra en el Carnaval. «Solemos ir nos unos días fuera, a Valencia y Santa Cruz de Tenerife, a captar algunas ideas y nos apoyamos en algunos bocetos que vemos, aunque normalmente es la peña la que decide teniendo en cuenta los pros y los contras y el personal de que disponemos». Quieren superarse cada año ya que la competencia existe, aunque la relación con otras peñas es cordial, están luchando porque se reconozca la labor que vienen realizando incluso antes de que se fundara la Federación de Peñas.




LA COORDIANCIÓN CON EL AYUNTAMIENTO, PÉSIMA

«Hay peñas-apunta Guillermo Méndez- que están muy vinculadas a una serie de personas que son los que prácticamente ostentan los mandos, motivo por el cual son privilegiadas». Cree que la coordinación entre el Ayuntamiento y la Federación es pésima y asegura que no es el único presidente que lo piensa. Por otra parte, es consciente de que las peñas no se pueden separar del Ayuntamiento «mientras no tengamos capital suficiente».

«En ocasiones -sigue diciendo- me cabreo cuando vamos a una reunión porque como las cosas ya están levantadas nos marginan un poco y cuentan con nosotros para lo que quieren; concretamente este año se ha elaborado el programa de la Pandorga antes de la reunión que tenemos y nunca ha sido así, por lo que se ve sólo solicitan nuestra colaboración porque al fin y al cabo quien da categoría a Ciudad Real en materia de festejos son las peñas...

Sin embargo, por parte del público recibe una gran aceptación "a parte de las cartas amenazadoras que recibía junto con algunas cartas procedentes de Miguelturra. En cuanto a esto quiero ensalzar al Ayuntamiento porque obtuve un gran respaldo y se pudo solucionar este problema...

El mismo local que dio nombre a «La Góndola» fue el lugar donde se gestó «La Garden» con el único objetivo de colaborar en la realización de cualquier acto cultural y divertir a los de más. Esta es una peña sencilla, «con mucha marcha» que alberga a personas de todas las edades. Los Carnavales constituyen su principal centro de atención y sólo pretenden despertar todas las fiestas populares.




LOS DINOSAURIOS

Lo que empezó con la reunión de un pequeño grupo de amigos ha dado lugar a la peña más numerosa de Ciudad Real con 250 miembros en su haber. No hace falta que digamos que se trata de «Los Dinosaurios», peña en la que se admite a cualquier persona con tal de que trabajen en «todo lo que sea cosa de festejos».

Este grupo da cabida a grandes y pequeños, normalmente pertenecen familias enteras por lo que, a la hora de organizarse, de cara a la participación, como por ejemplo en Carnaval (motivo por el que se fundó) se intenta que sea del agrado de sus múltiples componentes. Todos ellos estuvieron de acuerdo en llamarse los Dinosaurios ya que la primera carroza que pensaban sacar iba a consistir «en un gran dinosaurio que moviera el pescuezo», el proyecto se quedó «en agua de borrajas» pero no desistieron, consiguieron su objetivo al año siguiente.



MANCHEGUISMO y HUMOR COMO ESTANDARTE

Si se encuentra a un hombre que viste pantalón y blusa manchega, lleva boina y garrote y calza abarcas, es que se ha topado con un cuadrillero, es decir, con un miembro de la cuadrilla «Los de la Blusa».

Hace más de seis años que se formó esa peña con un fin novedoso y exclusivo: exaltar todos los valores manchegos, las tradiciones, los festejos y la gastronomía.

Los cuadrilleros, con el cuadrillero mayor a la cabeza elegido por dos años -Emilio Arjona es el actual cuadrillero mayor-, no pueden superar el número de 25 y deben estar siempre dispuestos a hacer gala de mancheguismo.

La actividad de los de «La Blusa» se extiende a todo aquello que represente a lo manchego: se reúnen con frecuencia a comer platos típicos de la tierra, hacen inevitable acto de presencia en la Pandorga, en la romería de Alarcos y en ferias.

En carnavales no intervienen, como tal peña, pues nació alejada de esta idea.

Es una peña enormemente cordial y original en cuanto a sus estatutos y «formalidades», se reúnen todos los meses, son capítulos muy formales con orden del día. Se es muy riguroso a la hora de admitir a nuevos miembros, éstos han de ser presentados por dos cuadrilleros, se observan sus cualidades y se procede a la votación, si, al menos, salen tres bolas negras, no podrá ser admitido, las bolas positivas son blancas.

La rigurosidad alcanza también a la asistencia y participación. Se pueden imponer castigos por desacato al cuadrillero mayor, por insolidaridad con los cuadrilleros o por faltas de asistencia. Las sanciones pueden ser dos, la más grave es la expulsión, la más leve, costearse una fiesta manchega.

Los cuadrilleros no pagan cuotas mensuales y los gastos los pagan a escote. Ya sabe, si se siente manchego hasta la médula y tiene ánimos, «La Blusa» le espera.

Prado López Galán, Antonia Cortés, M.ª. del Mar G. Torrijos.  Diario Lanza 14 de agosto de 1988

 


sábado, 1 de marzo de 2025

DOMINGO DE PIÑATA. EL DESFILE QUE CAPITANEÓ EL RENACER DEL CARNAVAL EN CIUDAD REAL

 

Primeros años del resurgir del Carnaval en Ciudad Real en los años ochenta del pasado siglo, con el Torreón en plena construcción

Más de 20.000 personas, 40 peñas procedentes de 33 municipios y 30.500 euros en premios resumen lo que fue el gran desfile del Domingo de Piñata de Ciudad Real en 2023. Pero tan solo han pasado cuarenta años desde que una Corporación, la dirigida por el alcalde Lorenzo Selas, decidió capitanear el renacer del carnaval en una provincia que quería recuperar sus fiestas populares y divertirse en la calle en el albor de la democracia. Aquel 20 de febrero de 1983, figurantes de Torralba de Calatrava, Moral y de Ciudad Real desfilaron vestidos de moros y cristianos, vampiros y chulapas en un primer desfile que, según informó Lanza, tenía posibilidades de convertirse en “algo notable que visitar” en la medida que cogiera “cuerpo y solera”. Vaya si lo ha hecho.

Con una memoria envidiable, Lorenzo Selas, el primer alcalde de la democracia en Ciudad Real, recuerda que cuando llegó al Ayuntamiento en 1979 tuvo claro que, “aparte de mejorar la calidad de vida de los vecinos, con inversiones en las calles, la iluminación y aumento de zonas verdes, una forma de transformar la sociedad era recuperar las fi estas populares”. Lo primero que hicieron fue recuperar la Pandorga y la romería de Alarcos en 1980, y tres años después llegó el carnaval. Pero el Consistorio no lo hizo solo, pues con el fin de favorecer la participación ciudadana, que era otro de los objetivos, impulsaron la creación de asociaciones culturales, peñas y una federación que las aglutinara, que presidió por primera vez Justo Serrano.




El primer Domingo de Piñata

“Los carnavales estaban totalmente perdidos en esta ciudad, como el mismo director del diario Lanza de la época, Carlos María San Martín, conocido como Kasama, reconoció en un artículo. Mediante un decreto, el general Francisco Franco prohibió en 1937 la celebración de los carnavales: se multaba e incluso podía entrar en prisión quien los celebrase”, explica Selas. Es cierto que, según añade, “en los años 60 en algunos pueblos de la provincia, como Miguelturra, y en otros lugares del país, algunas personas se atrevían clandestinamente a celebrarlos”, pero en Ciudad Real no ocurrió. Por lo tanto, en aquel año 1983 la Corporación partió de cero.

Desde el primer momento organizaron actividades con las murgas, concursos, incentivaron la recuperación de la máscara callejera y contaron con los mayores. “La idea era recuperar el ambiente popular en la calle” y para ello la actividad estrella fue el desfile del Domingo de Piñata. El exalcalde explica que la idea surgió como imitación de los desfiles que se organizaban en otros puntos de España y que tenían cierto parentesco con el antiguo concurso de carrozas que tenía lugar en Ciudad Real en la feria de agosto. La peña Garden de Ciudad Real fue una de las más entusiastas.

Así fue como la Corporación empezó a tomar contacto con pueblos del entorno para que participasen en este primer desfile de carrozas, al que respondieron gentes de Pozuelo, Moral, Valdepeñas y Torralba de Calatrava, que se llevó el primer premio con su representación de las batallas de moros y cristianos. Aquel año, el galardón más importante tan solo estuvo dotado de 20.000 pesetas, y el segundo, que recayó en la peña Góndola de Ciudad Real, contó con 15.000 pesetas. Dice Lorenzo Selas que “a partir de ahí la gente empezó a tomar conciencia de los carnavales”. De hecho, fue el inicio de una de las épocas doradas que ha vivido la fiesta de la purpurina y el antifaz en Ciudad Real.




Del cartel de Ángel Andrade al pregón de Las Hermanas Hurtado

Al año siguiente, Ciudad Real se tenía que superar, y el Ayuntamiento insistió en la promoción de la organización de actos a través de la recuperación de un cartel del carnaval elaborado por el reconocido pintor Ángel Andrade en 1919. “Ese fue nuestro primer cartel”, explica Lorenzo Selas. Aquel año, mantuvieron un contacto más amplio con las localidades del entorno y también con pueblos de la provincia de Toledo, sobre todo limítrofes, para que participaran en el desfile del Domingo de Piñata. Tuvieron éxito, pues consiguieron movilizar comparsas, murgas y carrozas de Almadén, Almodóvar del Campo, Pozuelo de Calatrava, Moral, Corral y Daimiel. El primer premio, que se multiplicó por siete y que llegó a las 150.000 pesetas, acabó de nuevo en Torralba con la puesta en escena de “Un, dos, tres”.

Pero el carnaval de Ciudad Real no solo creció de la mano del Domingo de Piñata. El Ayuntamiento empezó a contactar con pintores de renombre en esta tierra como Miguel Navarro, Manuel López-Villaseñor o Francisco Nieva para elaborar los carteles. Además se empezó a organizar el pregón del carnaval, y contaron como pregoneros con personajes tan populares en aquellos años como el dibujante Antonio Mingote, el torero Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ o las actrices conocidas como Las Hermanas Hurtado. En esta gala empezaron a proclamar a la reina del carnaval: la primera fue Yolanda Serrano. También fue el origen de la carpa en el Torreón, “el centro de reunión de las máscaras” y que acogía todas las noches actos. “Cada noche se reunían allí en torno a las 4.000 o 5.000 personas”, añade Selas.



Las 600.000 pesetas del Arlequín de 1993

Once años después del primer desfile de carnaval, la fi esta estaba más que consolidada. Lorenzo Selas recuerda que en 1993 “participaron 60 carrozas, 40 murgas, y de 3.500 a 4.000 figurantes”. El exalcalde cuenta que “se repartieron 5.000 bolsas de comida de avituallamiento” y que “llegaron entre 25.000 y 30.000 personas procedentes ya no solo de la provincia, sino de toda la región” a ver el espectáculo. Aquel año el premio especial, ya denominado Arlequín de Oro, viajó de nuevo a Torralba de Calatrava, con la propuesta ‘Tiempos de feria’, con coches de choque incluidos. Reflejo de cómo se afianzó la participación de carnavaleros de otras provincias es el primer premio -segundo por categorías-, que se llevó La peña de Villafranca de los Caballeros con ‘Bravo por la música’. De la misma localidad vino la carroza “más elaborada y vistosa”, en el montaje de la peña El Trébole.

El artista Paco Clavel fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a la fiesta aquel año, el último de Lorenzo Selas como alcalde. El premio especial, el Arlequín, creado en años anteriores y que tenía una estatua diseñada por el escultor Fernando Kiriko como obsequio, alcanzó las 600.000 pesetas.

El exalcalde señala que “en 1993 la dotación total de premios del desfile llegó a los 4,5 millones de pesetas”, lo que son 27.000 euros, un presupuesto muy cercano al actual. De hecho, el Concurso Nacional de Carrozas y Comparsas está dotado este 2024 de 30.500 euros, 5.000 euros más con respecto a los 25.500 invertidos el año anterior.



Peñas de la capital y de los pueblos

Garden, El Botellín, Mazantini, Dinosaurio, Los Cabezones, La Blusa, El Cangilón, Los Hortalizos…. Lorenzo Selas destaca que “sin la participación masiva y cómplice del conjunto de la sociedad a través de las peñas el carnaval no hubiera sido posible”. El ciudarrealeño recuerda que después de Navidad se convirtieron en costumbre las reuniones de mujeres y hombres en locales y casas para confeccionar los trajes, y también las quedadas en locales de ensayo para preparar el Desfile de Piñata. El Ayuntamiento puso la infraestructura, “pero el protagonismo era de las peñas y las asociaciones”, al igual que de personajes “tan populares” como ‘Josito’, ‘Osorio’ o ‘La Pitusina’. “Nuestra tarea fue inculcarles que eran imprescindibles para recuperar nuestras fiestas, porque sin ellos hubiera sido muy difícil llevar adelante los carnavales, y funcionó”, insiste Lorenzo Selas.

Sin olvidar el trabajo realizado por los funcionarios y equipos técnicos del Ayuntamiento, los trabajadores de carpintería, electricidad, que montaban los escenarios, la megafonía, o los encargados de la seguridad, la Policía Nacional, la Policía Local y la recién creada Protección Civil, Selas también pone en valor el compromiso de los pueblos de la provincia en realzar el carnaval de Ciudad Real. El exalcalde recuerda las carrozas que traían los grupos de Villafranca de los Caballeros, Quintanar de la Orden, Tembleque y Toledo, y también las murgas y comparsas de Fernán Caballero, Villarrubia de los Ojos, Campo de Criptana, Tomelloso, Herencia, Alcázar de San Juan y Valdepeñas, “algunas con entre 200 y 300 personas, y con músicos”. El Domingo de Piñata cogió “un gran prestigio, no solamente local y provincial, sino a nivel regional”, de ahí que pronto trataron de obtener la declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional.

Eran los años del desfi le de las ánimas, que realizaban los abanderados de la Cofradía de Malagón. “Los esperábamos en la puerta de Toledo. Primero nos dirigíamos hasta la plaza Mayor y luego volvíamos a la catedral, donde se celebraba una misa preciosa en honor a la Virgen del Prado”, explica Selas. Y Ciudad Real también participaba de los carnavales de pueblos vecinos, por ejemplo Miguelturra. El exalcalde cuenta como anécdota que cuando empezaron con la celebración del carnaval “el Ayuntamiento de Miguelturra y las peñas tuvieron un conato de celos, por si les hacíamos la competencia como capital”. Entonces, ambos ayuntamientos tuvieron “importantes reuniones”, donde Ciudad Real dejó muy claro que lo suyo “era otra cosa” y que respetaban sus carnavales, “extraordinarios y fundamentalmente basados en la máscara de la calle”. Al final hubo “una gran sintonía” y Lorenzo Selas asistió a más de un pregón churriego “para tender puentes”.



 

Iomar Pardo Tabera, La Mascarada, ... y El Burleta

Dice Lorenzo Selas que “los carnavales de hace 40 años eran muy distintos a los de ahora”. Está claro que entonces toda España asistió a una “explosión” social en la calle y no es casualidad de que en los “8 o 9 días con programación de carnaval” que organizaba el Ayuntamiento de Ciudad Real pasaran por la carpa “alrededor de 60.000 personas”. Era tan importante que surgieron establecimientos especializados en la confección de vestidos y la hostelería patrocinaba los premios. Pero aunque la tradición de los bailes y las actividades la ha recogido hoy en día Miguelturra, el Desfile del Domingo de Piñata no ha dejado de crecer. Solo hay que bucear en la hemeroteca para comprobar cómo los montajes de infarto que se presentan en la actualidad tienen como base lo que hicieron la Asociación Iomar Pardo Tabera de Fernán Caballero, que ganó el Arlequín en 1995 con la China imperial o La Mascarada de Corral de Calatrava que marcó un ‘hattrick’ entre 2000 y 2002 con ‘Mil milenios’, ‘La vida es un carnaval’ y ‘La globalización’. En aquel momento las carrozas móviles fueron la sensación.

Cuatro décadas dan para mucho y sin duda la historia de muchas murgas de la provincia va ligada al carnaval. Luego vendría la época dorada de La Blanca Doble de Almagro, Los Remaches de Moral de Calatrava y los Tunantes de Piedrabuena, que todavía siguen en activo con muy buena nota. No es extraño encontrarles siempre entre los primeros puestos, aunque hoy en día es difícil competir ante El Burleta de Campo de Criptana, que ganó el año pasado el Arlequín de Oro con la Revolución Industrial y que se mantuvo en lo más alto del pódium cuatro años consecutivos entre 2016 y 2019, o la Asociación Axonxou de Herencia, que dejó al público con la boca abierta en 2020 y 2022 con sus montajes ‘Oeste tierra sin ley’ y ‘El sueño de Ágrabah’. Harúspices de Tomelloso, la compasa Euphoria Dance o la peña de las Amas de Casa de Pozuelo destacan también siempre en un desfile de Domingo de Piñata donde carrozas, trajes y coreografías se funden en una puesta en escena digna de un musical de la Gran Vía madrileña. Para comprobarlo solo hay que coger sitio el próximo 18 de febrero: hay 43 peñas inscritas y se esperan 4.500 participantes.

Noemí Velasco. Lanza Semanario de la Mancha. Viernes 9 de febrero de 2024

 

El que fuera Alcalde de Ciudad Real Lorenzo Selas