D. Emiliano Morales Rivera nació en Calzada de Calatrava el 5 de enero de 1878. Realizó con brillantez su carrera en el Seminario Conciliar de Ciudad Real, salvo los cursos para obtener el Doctorado que los realizó en Toledo. Fue párroco en diversas parroquias, siendo la última donde ejerció su ministerio durante cerca de cuarenta años en la de San Pedro de Ciudad Real. Desempeño el cargo de Arcipreste de la ciudad. También fue profesor del seminario, Vicesecretario de Cámara y Gobierno y profesor del Instituto de Enseñanza Media de la capital.
Aparte de su personalidad, muy relevante como sacerdote, era un erudito en las letras, en la historia y en el arte. Perteneció a la Junta Provincial de Monumentos y a la Diocesana de Arte Sagrado y era Académico correspondiente de la Real Academia de la Historia.
En 1947 el entonces Obispo-Prior el Excmo. Sr. D. Emeterio Echeverría y Barrena lo nombró Canónigo Archivero de la Santa Iglesia Prioral, falleciendo el 1949 a los 71 años de edad.
Tras esta breve biografía del M.I. Sr. D. Emiliano Morales Rivera, voy a desarrollar su biografía cofrade. D. Emiliano llegó a la parroquia de San Pedro en agosto de 1909, cuando nuestra celebración pasional empezó su renovación, que años más tarde justa fama alcanzó. Pronto se sintió identificado con las cofradías y hermandades que estaban allí erigidas canónicamente, participando en la renovación de las mismas.
En 1911 fue quien pagó las 4.000 pesetas, cantidad a la que ascendió el nuevo paso de la Oración en el huerto, inspirado en el Salcillo de Murcia, del escultor D. Venancio Marco Roch. Ocho años más tarde también de su propio bolsillo pagó los medallones que pintó el afamado pintor D. Wenceslao Muñoz para las andas del paso de esta Hermandad, con símbolos de la Oración en el Huerto.
Como párroco de San Pedro intervino en la
renovación de los estatutos de las hermandades para adaptarlos a los tiempos
como los de la hermandad del Stmo. Cristo del Perdón y de las Aguas, que se renovaron bajo su supervisión el 8 de agosto de 1921.
En el año 1925 acogió con entusiasmo en la parroquia la fundación de la Hermandad de la Coronación de Espinas, que realizó el abogado D. Francisco Herencia y que procesionó por primera vez en 1926 con un paso del escultor Felipe Coscolla.
Al inicio de la Guerra Civil Española, en julio de 1936, se ausentó de Ciudad Real para no ser víctima de la persecución religiosa, volviendo a la ciudad al término de la misma para hacerse de nuevo cargo de la parroquia de San Pedro. En 1939 contempló con gran consternación la mella que había causado la guerra en el edificio utilizado durante años como almacén y refugio de tropas y el cual había perdido todo su patrimonio artístico y documental, entre el cual se encontraban la imaginería de las cofradías y hermandades.
En su celo por recuperar las imágenes titulares de las hermandades adelantó en 1941 el importe de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno que él personalmente encargó al escultor sevillano D. Antonio Illanes Rodríguez y que procesionó en 1942 por primera vez. La cofradía le fue pagando como pudo en cómodos plazos el importe, pero al no poder hacer frente a toda la deuda, D. Emiliano la perdonó, seguramente por la predilección que sentía hacia la misma, tal y como lo manifestaba su Hermano Mayor en la revista de Semana Santa de 1945 D. Luciano Santillán. En este año también de 1941 la Hermandad de la Soledad encargó, por mediación suya la nueva imagen de su titular que procesionó por primera vez en 1942, obra del sevillano José Rivera García.
Acogió en la parroquia la creación de la nueva Hermandad del Silencio y encargó en 1943 a los escultores valencianos D. José María Rausell Montañana y D. Francisco Llorens Ferrer, la imagen de la Virgen del Mayor Dolor, que desfiló por primera vez en la Semana Santa de 1944 y a la que D. Emiliano regaló la concha de plata que perteneció a una antigua imagen de la Virgen de los Dolores de la parroquia. Tal fue el grado de implicación de D. Emiliano con la hermandad, que su Hermano Mayor y fundador de la misma, D. Elías Gómez picazo manifestaba lo siguiente en la revista de Semana Santa del año 1945: “Alma principal de la cofradía ha sido el párroco de San Pedro, D. Emiliano Morales, a cuya iniciativa y tesón se deben las mejores realizaciones conseguidas hasta la fecha”. En 1946, cuando se les encargó a los escultores valencianos anteriormente reseñados la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, D. Emiliano coordinó la parte artística del mismo.
En el año 1943 volvió a desfilar la Pasionaria de San Pedro tras cuatro años sin celebrarse por la Guerra Civil y el efecto que ésta produjo. D. Emiliano adquirió y pagó de su bolsillo la imagen del Niño Jesús de los escultores valencianos ya mencionados, recuperando así la Hermandad del Santísimo Niño de la Pasión que estuvo a su cargo y que desfiló hasta los años setenta del pasado siglo.
La antigua cofradía de la coronación se reorganizó en 1945 bajo la nueva denominación del Encuentro, la cual fue obra también de D. Emiliano, encargando a los mismos escultores levantinos el misterio titular de la hermandad, que fue pagado por la Asociación de Cofradías.
También en este año de 1945 se reorganizó
la Hermandad de la Oración en el Huerto, para ello la intervención de D.
Emiliano Morales fue crucial, ya que, en su afán por reorganizar las
hermandades de su parroquia, y viendo que nadie lo hacía con la de la Oración
en el Huerto, se puso en contacto a inicios de 1945, con la Hermandad
de Labradores de nuestra ciudad, a la que ofreció la reorganización de la misma,
asumiéndola esta Hermandad y procesionando en la Semana Santa de 1946.
A parte de las imágenes de pasión de nuestra Semana Santa, D. Emiliano encargó para el culto en la Parroquia de San Pedro a “Rausell y Lloréns”, las imágenes de la Virgen Milagrosa (1943), junto a la imagen de Jesús Nazareno en su retablo de la capilla de San Juan Bautista se colocaron las imágenes de San Blas (1946) y Santa Rita (1947). También encargaría la Adoración Nocturna una imagen de San Pascual Bailón a los escultores levantinos por mediación de D. Emiliano, que fue colocado en un nuevo retablo que también sufragó la Adoración Nocturna y que fue colocado en la Capilla del Sagrario, bendiciéndose por el octavo Obispo-Prior, D. D. Emeterio Echeverría y Barrena el 30 de mayo de 1947.
D. Emiliano también encargó la imagen de
San José y el Niño que reciben culto en un retablo barroco en la nave de la
umbría de la parroquia de San Pedro y que fueron talladas en 1942 por el
escultor Santiago Costas Vaqué.
A parte de la ayuda prestada a las
hermandades de San Pedro, D. Emiliano también intervino en el encargo de la Virgen
de los Dolores de la Catedral en 1940 al escultor sevillano Castillo Lastrucci,
como lo recuerda D. Cecilio López Pastor en un artículo publicado en el diario Lanza
el sábado 2 de diciembre de 1967.
D. Emiliano también fue quien asesoró al
Cabildo Prioral en 1946 para el encargo de las imágenes de los apóstoles
destruidas del retablo mayor de la catedral, que fueron realizadas entre
1947-1949. Ya formando parte del Cabildo Catedral, D. Emiliano sería quien
encargó la actual imagen de la Virgen del Prado a “Rausell y Lloréns”, no pudiéndola
ver terminada ya que falleció el 30 de diciembre de 1949.
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