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domingo, 18 de febrero de 2018

LOS BAILES DE PIÑATA EN CIUDAD REAL EN 1898



Indudablemente, de todos los celebrados en esta capital el domingo último, el baile más brillante ha sido el del Casino de Ciudad Real, que en estos asuntos es siempre el amo del cotarro.

Quisiera tener la pluma de Dante para reflejar en el papel el cuadro maravilloso, fantástico, deslumbrador, que presentaban sus majestuosos salones, porque todo cuanto yo diga resultará pálido ante la realidad.

Había tal derroche de luz, entusiasmo y armonía y el ambiente que se respiraba era tan embriagador, que tuve momentos en que me creí trasportado a uno de esos palacios encantados de que se nos habla en Las mil y una noches, y todo lo que ocurría a mi alrededor era efecto de una ilusión mágica.

No encuentro frases para referir tanta magnificencia y esplendor, porque solamente su recuerdo embriaga mis sentidos, ni acierto a relatar los caprichosos disfraces que lucieron mis paisanas, muchos del mejor gusto y valor.

A pesar de todo, no he podido olvidar a cinco preciosísimas muchachas vestidas de bebes, que parecían cinco imágenes modeladas por Dios de una manera tan perfecta y bella, que el más afamado cincel se hubiera detenido impotente al querer copiarlas, llegando a dudar si serian criaturas divinizadas y sobrenaturales, hijas de mi soñadora imaginación, o reales y efectivas; a una forastera muy serrana en traje de manola, que me trastornó con sus gracias y chistes, perfectamente enterada de la historia del llorón, y a la cual ofrecería con sumo gusta mi caricatura para que, allá en su pueblo, la conservara en el portarretratos que aquella noche llevaba; a dos seductoras locuras, de rostro nacarado, blondas caballeras y ojos de color de cielo; a una retrechera y saladísima chula, de quince primaveras, con pañuelo blanco bordado del mismo color y que por vez primera se presenta en esta clase de reuniones, con la que, por más ruegos que la hice, no pude conseguir bailar una mazurka; á su angelical hermana, con dominó de riquísima colcha de seda amarilla; a una gitana que me hizo la buena ventura, dotada de una verbosidad extraordinaria; a una sibila de esbelto talle y ojos como soles; a cuatro viejas que arrebataron el juicio a los pocos que lo conservan; a dos seductoras odaliscas que si Abd-el Azis las poseyera en su harén, se consideraría el más feliz de los mortales; y a otras muchas aldeanas, monjas, chulas, capuchones etc., que deslumbran con su belleza.

En resumen: que un baile como este hace muchos años no se ha presenciado en Ciudad Real, y que la junta organizadora ha visto realizado sus sueños dorados y premiados entusiásticos aplausos sus esfuerzos.

También el celebrado en el Circulo de la Unión resultó lucidísimo, al que asistieron multitud de caprichosas mascaritas, y en el que reinó el mayor orden y alegría.

Pero a donde hubo una concurrencia numerosísima hasta el extremo de no poder discurrir por el salón, fue en el Círculo Artístico, no faltando encantadoras muchachas con ingeniosos disfraces, que dieron animación y realce a la fiesta, entre las que recuerdo cinco bonitas jockeys; tres monjas calatravas, e infinidad de chulas, pierrots, dominós, capuchones, gitanas, etc.. y a mi adorada manola la del portarretratos , que me abandonó en el Casino de Ciudad Real para dar con su presencia más lucidez al baile del Artístico.

En fin, que la noche del domingo la pasamos muy divertida y que es difícil se borre de la memoria de todas mis lindas paisanas, a las que les importaría poco ganar el infierno con tal que estas fiestas se sucederían a diario, que son los mismos deseos de EL LOCO DE SIEMPRE.

Ciudad Real 2 de Marzo 98.

Fuente: “La Juventud Torralbeña”. Torralba de Calatrava 5 de marzo de 1898. Centro de Estudios de Castilla-La Mancha


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