En el año 1966, los Misioneros del
Corazón de María cierran su residencia de la calle que lleva su nombre, y esta
pasa a ser propiedad del Obispado de Ciudad Real, que consigue la autorización
correspondiente de la Santa Sede, para ceder al Ayuntamiento capitalino los
5000 metros cuadrados, superficie que ocupaba la residencia, con varias
condiciones, entre ellas que se deberían construir viviendas de tipo social en
los citados terrenos.
En el pleno del ayuntamiento de julio de
1967, se ratifica por esta institución la aceptación de estos terrenos, quien
un año después en el pleno celebrado el 25 de abril de 1968, se acuerda ceder el solar al Instituto Nacional
de la Vivienda, para construir viviendas sociales, al no poder asumir el coste
de su realización por parte del ayuntamiento; quien en 1969 contestaría al
consistorio que no aceptaba esta donación, en base a las condiciones puestas
por el obispado, quien en mayo de 1970 cambio sus condiciones de cesión para
poder construir las viviendas sociales, incorporando la realización de una guardería
infantil y una iglesia. Por este motivo en el mes de marzo de 1972, el pleno
municipal acuerda la devolución al obispado de unos mil metros cuadrados para
la construcción de la referida iglesia.
La residencia claretiana comenzó a
demolerse en junio de 1973, por lo que quedaría un enorme
solar en el centro de la ciudad. A partir de entones, la prensa local se hacía
eco de la próxima construcción de la guardería infantil, quejándose esta misma
prensa a partir de 1974 de la no realización de la misma. Mientras tanto con el
paso de los años le fueron saliendo posibles destinos a estos terrenos, como la
solicitud para instalar una escuela-taller, por parte de
la asociación de discapacitados de Ciudad Real, que nunca se llevó a
realizar.
En el año 1980 este inmenso solar es
habilitado para aparcamiento público por el ayuntamiento, y en el año 1985 el
consistorio realiza la primera intervención en el mismo, ajardinando unos
1.650 metros cuadrados en forma rectangular, de los cuales 970 metros cuadrados
estaban ajardinados y otros 780 metros cuadrados están ocupados por los paseos.
En noviembre de 1989, el obispado cedería los terrenos que tenía en este solar,
destinados a la construcción de una iglesia al ayuntamiento; y a principios de los años noventa, se construiría
en parte de estos terrenos por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, de un centro de mayores.
La década de los años noventa del pasado
siglo XX, serian unos años de gran enfrentamiento de los vecinos que vivían
junto a este solar con el ayuntamiento, por los ruidos ocasionados en el mismo y la inseguridad creada por diferentes motivos. Estos fueron la
instalación de la carpa de carnaval en el año 1991, la
realización también en este espacio público de la quema de la sardina durante
el carnaval, y de las migas de la Federación de Peñas a finales de
año, y sobre todo ser el lugar de concentración de los jóvenes para el botellón, semana tras semana, que llegó a bautizar el lugar como
“Los Cortijos”.
Este malestar vecinal se prolongaría hasta
el año 2002, que es cuando el ayuntamiento acuerda vallar el recinto y
trasladar el botellón a la zona de la calle Echegaray, urbanizándose al final
los terrenos que aún no lo estaban.
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