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sábado, 16 de mayo de 2020

LA CALLE CORAZÓN DE MARÍA Y LOS RELIGIOSOS CLARETIANOS


Desaparecida casa-misión de los Misioneros del Inmaculado Corazón de María en la calle que lleva su nombre

La calle Corazón de María, es una calle del Ciudad Real histórico, que se inicia en la confluencia de la calle Libertad con Conde de la Cañada, y se prolonga hasta la calle Calatrava.

Hasta el año 1913, la calle se denominó calle Cohombro, posiblemente por una hortaliza que recibe este nombre y que se podía cultivar en los huertos que existían en esta zona. En el año referido de 1913, el ayuntamiento acordó cambiar el nombre al actual de Corazón de María, al encontrarse al inicio de la misma la residencia de los Padres del Inmaculado Corazón de María, más conocidos como los claretianos.

D. Cecilio López Pastor, nos relata en un artículo publicado en el diario “Lanza”, el 22 de noviembre de 1970, la llegada de los claretianos a nuestra ciudad: “En 1879 el Obispo-Prior, don Victoriano Guisasola Rodríguez, trató de establecer una fundación de claretianos en Campo de Criptana, fundación que por causas ajenas a la voluntad del prelado y de los misioneros, hubo de desecharse. Fue su inmediato sucesor, el ilustrísimo don José María Rancés, quien logró el intento de tener a los Hijos del P. Claret en la Mancha. Y doña Ulpiana Díaz, regente de la Escuela Normal, fue el instrumento de que Dios se sirvió para poner en relación con el señor Obispo-Prior al P. Inocencio Heredero, que llenaba con sus predicaciones toda España y que, por entonces gobernaba la Comunidad de Zafra.

Desaparecido retablo mayor de la iglesia que fue destruido en 1936

Efecto de estas providenciales relaciones entre el señor Obispo y el P. Heredero fue que el 27 de mayo de 1895 ambos firmaron un convenio para establecer sendas fundaciones en Manzanares y la capital. Y aunque la de Manzanares se creía más viable y se intentó primeramente, la realidad es que sólo llegó a sazón la de Ciudad Real, con el ofrecimiento y aceptación de la Casa-Misión, Casa de Ejercicios e iglesia adjunta que merced a una donación de la piadosa señora doña Dolores de Bustos, se habían construido en la entonces llamada calle del Cohombro, y hoy Corazón de María.

Formalizada la fundación, el 22 de noviembre de 1895 llegaban a Ciudad Real los seis padres y cuatro hermanos que iban a constituir la primera Comunidad presidida por el P. Pedro Mulleras, predicador de arrebatadora elocuencia y uno de los individuos más conspicuos y beneméritos del Instituto por aquellos días. El día 23, el doctor Rancés, bendice la nueva iglesia del Corazón de María y del Beato Juan de Ávila, que se abría al
Cultos con estos dos titulares. El 24, domingo, se tuvo la inauguración oficial con solemnísima misa, celebrada por el Chantre de la Catedral y Secretario de Cámara, con asistencia del Cabildo, autoridades civiles locales y provinciales, las personas más principales de la población y una apiñada muchedumbre que apenas podía rebullirse en el sagrado recinto. A ella asistió también y en ella predicó el señor obispo, que en emocionados párrafos dio rienda suelta a los más vivos sentimientos por ver cumplidamente satisfechos sus deseos. Y por la tarde en otra solemne función religiosa, el P. superior expuso al numeroso auditorio el objeto de la fundación y, como quien dice, el plan de campaña que se proponían los Hijos del Corazón de María en la Mancha. Un plan que empezaron a desarrollar desde los primeros días en la ciudad y en la Diócesis.

Imagen del Sagrado Corazón de María que presidia la iglesia y que fue destruida en 1936 al inicio de la Guerra Civil Española

El periódico semanal “El Mensajero Católico”, publicado en nuestra ciudad el 23 de noviembre de 1895, describía así la nueva casa-misión de los claretianos en nuestra ciudad: “El jueves último tuvimos ocasión de visitar este nuevo edificio el cual está hecho de una manera acabada y que llena indudablemente el objeto para lo que se le destina. Los planos fueron levantados con gran acierto y discreción por el notable ayudante de obras públicas D. Vicente Candelas, el que puede estar satisfecho de su obra. Multitud de celdas perfectamente distribuidas alrededor de un bonito patio central, dependencias espaciosas según sus usos y con arreglo a todos los modernos adelantos y una bonitísima capilla que el próximo domingo se abrirá al público, es lo que desde luego vése allí. El ejecutor de las obras ha sido el inteligente maestro don José Joaquín García que con todo esmero las ha llevado a cabo.

La capilla estará dedicada al Beato Juan de Ávila, siendo por lo tanto el primer templo que esta provincia se dedicará a nuestro sin par paisano. Tiene tres altares: el mayor que lleva tres hornacinas en el que se colocaran a la izquierda San José, a la derecha, el Beato Juan de Ávila y al centro la Imagen del Sagrado Corazón de María.

Los laterales, uno está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús y otro a la Dolorosa.

A los pies de la capilla, debajo del coro y frente a la puerta de entrada está colocado un precioso crucifijo de talla. Y como allí hemos visto que estaba dirigiendo la ornamentación, nuestro querido amigo el virtuoso canónigo Sr. Añeto, no hay que decir que todo estará perfectísimamente dispuesto para la inauguración”.

La calle Corazón de María, era una calle con casas de dos alturas de típica arquitectura popular manchega, que fue cambiada de nombre en 1932, durante la II Republica Española, que paso a denominarse de Blasco Ibáñez, volviéndose a rotular con el nombre de Corazón de María en 1939, al término de la Guerra Civil Española.

Una de las antiguas casas desaparecidas de la calle Corazón de María

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