Portada
que se encontraba en el interior de la Casa del Inquisidor, y bloque de pisos
que se levanta actualmente en su solar
La Inquisición se estableció en Ciudad
Real en el año 1483, para perseguir los delitos contra la Fe cometidos por
cristianos, sobre todo los judíos conversos. Según el historiador D. Luis
Delgado Merchán, en su Historia documentada de Ciudad Real (La Judería, la
Inquisición y la Santa Hermandad), en su segunda edición publicada en 1907 y en
su página 206, al hablar del establecimiento del Santo Oficio en nuestra
ciudad, nos dice que la morada del acaudalado D. Álvaro Muñoz, que se
encontraba formando esquina con la calle Libertad con Lirio “desde tiempo inmemorial viene designando por casa de la Inquisición”.
La
portada a principios del siglo XX
En la página 65 de la obra reseñada,
Delgado Merchán nos dice de esta casa que “Nada
de particular ofrece a la vista del observador este local de planta baja y humildísimo
aspecto exterior, sino es la señal bien marcada de haber tenido una cruz de
buen tamaño embebida en el muro de mampostería y un postigo de reducidas
dimensiones, lodado en la actualidad, todo a la fachada que va a la calle del
Lirio; pero con su aspecto mezquino contrasta notablemente una artística y
preciosísima portada interior de estilo múdejar puro, formando arco de
herradura ligeramente apuntado o túmido, cuajado todo él de bordados de menudos
relieves (ataurique), cuya ornamentación revela el gusto árabe-morisco, o su
imitación en el período de la arquitectura árabe-andaluza, correspondiente al
siglo XIV, de la que tan hermoso ejemplar nos ha quedado el Real Alcázar de
Sevilla. ¿Qué destino tuvo en lo antiguo tan preciada joya? ¿Estuvo siempre
colocad allí, o fue trasladada de otra parte por alguno de los dueños de aquel
predio? ¿Fue por ventura la entrada de alguna sinagoga menor o de la casa de
alguno de los opulentos conversos que en aquel barrio permanecieron después de
haber desaparecido la Aljama de los judíos?
La
portada en 1975 cuando se desmontó, fotografía Ricardo Moreno
La
falta absoluta de comprobantes hace aventurada toda opinión. Tiénese por cosa
averiguada que el reducido cuadrilongo a que da acceso sirvió de sala de
estrado al Santo Oficio. ¿Acaso esta misma circunstancia, reconocido el carácter
antisemítico que revistió el terrible Tribunal en el primer período de sus
funciones inquisitoriales, que fue en el que se instaló en Ciudad Real, no hace
verosímil y muy probable la presunción de que dicho lugar fuera sinagoga?
Robustece esta conjetura la posición topográfica que ocupa, casi en el centro
de la judería, la orientación de dicha portada, su magnitud y más que todo el
hecho de no haber rastro ni vestigio alguno de edificio religioso en ninguna
otra parte de aquel extenso barrio. De todas suertes, y sea cualquiera la
procedencia y destino de tan raro monumento, lo cierto e indudable es que la
portada en cuestión, de la cual así como de la casa solariega donde está
enclavada he de volver a ocuparme al tratar de la Inquisición, constituye un recuerdo
arqueológico de valía para la historia del arte arábigo en esta población y una
página de sumo interés para la de la raza israelita”.
El edificio y portada llegó muy
transformada hasta el año 1975, que fue cuando se demolió el inmueble,
salvándose la portada que actualmente se puede visitar en el Museo Provincial.
La
portada en la actualidad en el Museo Provincial
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