Los nombres son importantes y dan pistas de los objetos, de las personas y de los acontecimientos. La Casa de Cultura construida en Ciudad Real hace ya medio siglo se construyó con los criterios de la época. Un edificio con el objetivo de atender las demandas culturales de la ciudad: sala de exposiciones, salón de actos para unas cien personas y una zona de biblioteca en la planta superior. En un edificio de 800 metros cuadrados cabían todos los servicios necesarios para la ciudad.
Han pasado cincuenta años y ha cambiado la realidad social de nuestra ciudad. En algunos aspectos, afortunadamente, hacia mejor. La dotación de la Universidad, sus bibliotecas, la presencia de 10.000 alumnos del nivel de educación superior, junto con los cambios de hábitos educativos y culturales generales ha propiciado el acercamiento de los ciudadanos a la lectura y al uso de las Bibliotecas con los nuevos conceptos de información.
En un lugar
privilegiado, junto al Parque de Gasset se inauguraba hace unos días la nueva
Biblioteca Pública de Ciudad Real. Un edificio que ocupa un lugar de borde del
Parque de Gasset a una cota superior, en los antiguos terrenos de RENFE. Para
llegar a esta situación ha sido necesario pensar y gestionar la ciudad. Para
eso sirven los Planes Generales, para que, con visión de futuro, se hagan las
previsiones necesarias de los equipamientos públicos, de los espacios comunes y
del desarrollo futuro de la ciudad. La obra ahora inaugurada tiene detrás una
larga trayectoria de gestiones y reflexiones. Fue necesario que se gestionara
el traslado de la estación del AVE a su nueva ubicación y se acordaran los
convenios necesarios para permitir ese traslado y los nuevos usos a una amplia
zona de la ciudad. El Plan General gestionado hace ya años decidió la ubicación
de este equipamiento en este lugar. La planificación supone la gestión de
muchos, de esfuerzos continuados y de sumas de personas y colectivos, pero
sobre todo requiere la reflexión sobre la ciudad y su futuro que a medio plazo
va generando resultados como este equipamiento ciudadano.
El lugar es elemento esencial en la arquitectura y este es un espacio cualificado por muchas razones. La topografía de una ciudad casi horizontal tiene en este punto unas diferencias de cotas que permiten que desde la altura de esta zona se haga visible el conjunto del Parque de Gasset y del perfil urbano situado en una cota inferior. Un espacio que establece el cierre de la zona verde con un volumen construido de grandes dimensiones que cierra así visualmente la zona verde que se ha desarrollado en esa ladera en pendiente con caminos a diferentes alturas y tratamientos ajardinados ya consolidados. Un espacio agradable con elementos puntuales poco afortunados en su diseño como esa fuente en cascada de acabados y tratamientos que requerirían una buena revisión.
Y sobre todo un
lugar que establece un nuevo foco de la ciudad creando esa estructura de
centros varios que organizan las nuevas ciudades y que deben estructurar el
desarrollo sostenible de las mismas. En este eje definido por el antiguo
trazado del ferrocarril ha surgido el Conservatorio de Música, ahora la
Biblioteca Pública, está en construcción el Auditorio de la ciudad y posiblemente
es un eje que podría establecer una nueva dinámica de equipamientos que
establezca una nueva actividad en la zona y en el desarrollo urbano de Ciudad
Real. José María Barreda recordaba en su discurso de inauguración la Biblioteca
del Parque de Gasset que construyó José Maestro. Un pequeño mueble de fábrica
que con unas persianas metálicas permitía disponer de unas decenas de libros
para uso de los visitantes del parque. Una idea progresista y renovadora para
su tiempo que ahora podrá verse revitalizada desde las terrazas y espacios de
la nueva Biblioteca abierta hacia una de las zonas verdes más consolidadas de
la ciudad.
Un edificio que se abre a los nuevos conceptos de estos edificios que ya no son simplemente el almacén de libros sino que se han convertido en centros de información. Las comunicaciones a través de internet, los libros en soporte informático, los espacios de trabajo para todas las edades desde los niños a las personas mayores, han variado notablemente estas arquitecturas que en los próximos años seguramente cambiarán sus contenidos y sus formas de uso. La ministra de Cultura que recordaba el sentido que estos espacios tenían en la antigüedad como las casas de vida, hablaba de 250.000 volúmenes que supone una dotación de tres libros por persona en el momento actual. Un espacio con 8.000 metros cuadrados que multiplica por diez el de la antigua Casa de Cultura. La gestión de la Junta de Comunidades a lo largo de los años ha supuesto un impulso notable a la dotación de libros impresos y de materiales necesarios para estos centros. Un camino que va acompañado de un nivel de uso que ha multiplicado ampliamente los que se realizaban en años anteriores. Un dato del desarrollo de calidad de nuestra ciudad. Estas aportaciones son elementos que van cualificando nuestras vidas y van demostrando que el camino de la sostenibilidad y de la cultura van unidos en muchos aspectos.
Una Biblioteca
Pública del Estado gestionada por la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha
en unos terrenos cedidos en su momento por el Ayuntamiento de Ciudad Real. La
confluencia de administraciones en muchos aspectos de nuestras vidas es un
elemento que resulta positivo por muchas razones. Por los controles mutuos que
establece, por las necesidades de colaboración, por los diferentes puntos de
vista que aporta y porque ayuda a seguir entendiendo, dentro de las saludables
cesiones a favor de las autonomías y de los municipios, el valor de un espacio
común que es España. La unidad de un sistema bibliotecario mantenido desde el
Estado es una buena referencia de ello. La inauguración de la Biblioteca
Pública de Ciudad Real es una excelente noticia para todos, para esta ciudad
necesitada de servicios comunes, de espacios para el encuentro, el desarrollo
cultural y el aprendizaje. Todo un símbolo del camino positivo que Ciudad Real
puede y debe desarrollar en su futuro.
Diego Peris Sánchez.
Diario “Lanza” domingo 2 de enero de 2011
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