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viernes, 22 de enero de 2021

SOR MERCEDES CASTELLANOS CIUDADANA EJEMPLAR DE 1999

 



Mercedes Castellanos Mesas ha sido nombrada Ciudadana Ejemplar a título póstumo, debido a una vida religiosa entregada a los más necesitados.

Sor Mercedes nació el 28-09-1949 en la localidad ciudarrealeña de Villanueva de los Infantes.

En esta noble ciudad manchega pasó su infancia entre el cariño de todos sus familiares y de sus convecinos.

Cuentan sus padres que cuando tenía un año de edad, le tocó pasar el sarampión con úlceras en los ojos, perdiendo por ello la visión. Por aquellos días se celebraba en el pueblo una Misión, dirigida por el Padre Rodríguez (S.J.). Sus padres angustiados por la falta de visión de la pequeña, pidieron a dicho sacerdote que hiciera algo por su hija. Él, tomando el manteo, lo pasó por los párpados de la niña y esta comenzó a mejorar quedando en pocos días completamente curada. Cuando posteriormente el Padre Rodríguez se enteró de lo sucedido, respondió diciendo: "eso fue una Gracia especial de la Misión".

Sor Mercedes Castellanos realizó los estudios primarios en el Colegio Sagrado Corazón de Villanueva de los Infantes. El centro educativo estaba dirigido por las Hijas de la Caridad. Por aquella época, era muy generosa y disfrutaba compartiendo sus juegos y juguetes con los niños que carecían de ellos. Esta actitud de dar y darse a los demás permaneció en ella durante toda su vida.

 


Estudios de magisterio

Sor Mercedes fue creciendo, y en Madrid cursó los estudios de magisterio. Una vez acabada la carrera, cuando se encontraba en plena juventud, llena de vida e ilusión, con tan sólo 19 años de edad, sintió en lo más profundo de su ser que Dios la llamaba para servir a los pobres. Así, ingresó en la compañía de las Hijas de la Caridad el 10 de marzo de 1969.

Después de dos años de formación intensa, en septiembre de 1971, comenzó a formar parte de la Comunidad de las Hijas de la Caridad del Colegio San José en Ciudad Real, donde permaneció hasta su muerte.

En los primeros años de estancia en el San José, ejerció su docencia como profesora-tutora de 5º curso de E.G.B, y más tarde como profesora de Lengua y Literatura en los cursos superiores, tanto de E.G.B como después en la E.S.O.

El 11 de septiembre de 1989 fue nombrada Directora Académica de Preescolar y E.G.B., pasando después a serlo de Infantil, Primaria y de, la E.S.O.

Así, e1 3 de septiembre de 1996 fue nombrada Directora General del Centro sin dejar de ser Directora Académica de las etapas de enseñanza anteriormente mencionadas.

Sor Mercedes Castellanos Mesas, siempre estuvo a la altura de las necesidades de sus alumnos y demás personas que la rodeaban, pues no escatimó nunca en tiempo ni sacrificio para estar en permanente cambio, a través de diferentes cursos de distintas especialidades.

Esta gran Hija de la Caridad y mejor persona, realizaba su misión con alegría, siempre en constante actitud de servicio como ella lo sabía hacer. De esta manera se ganó la sincera amistad de todos los que la conocieron, porque ella era sencillamente "una mujer buena".

Vivía en el mundo con un corazón inmenso que acogía y comprendía a las Hermanas, los alumnos, profesores y a tantas familias como acudían a ella para solucionar sus problemas, sin que esto le restase tiempo para atender también con cariño a sus queridos padres, a sus hermanos, a mayores y a enfermos.



Ejemplo de fe

Sor Mercedes era alegre, de risa infinita y acogedora. Su lema era hacer felices a los demás gracias a su gran sentido del humor: De temple recio, como para llevar adelante cualquier gran proyecto, entre ellos el más importante, el de su propia vida, a pesar de su penosa enfermedad. Fue un ejemplo de fe y fortaleza ante el dolor. Todo su afán era que no se preocuparan de ella y que las cosas siguieran como si no pasara nada.

Aceptó la enfermedad y la muerte con grandeza de espíritu, sin esto impedirle llegar hasta el final, manteniendo viva en su corazón la esperanza de su curación y de vivir para llevar a cabo tantos proyectos como tenía en su mente, pensando siempre en sus queridos alumnos y en su querido colegio, para que todos se sintieran a gusto y contentos.

En la clínica fue la admiración de enfermeras, doctores y de cuantos tuvieron la suerte de estar cerca de ella. Supo compaginar el binomio de "yo me voy al cielo porque Dios me quiere" y de mantener viva la esperanza y la ilusión por vivir para hacer el bien si Dios le devolvía la salud.

Y así, tan sencillamente esta mujer humilde aceptó la vuelta a la casa del Padre en la madrugada del 25 de Mayo, y con plena lucidez y una infinita sonrisa, se fue con Dios para gozar en plenitud de su Amor.

Diario Lanza martes 3 de agosto de 1999

 


2 comentarios:

  1. Mi admiración a ésta gran mujer. Eternamente agradecida.
    Un abrazo al cielo

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  2. Gracias a ella pude estudiar en San José, agradecido siempre.

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