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lunes, 23 de octubre de 2017

EL ALTAR MAYOR DE LA PARROQUIA DE SAN PEDRO


 
El Altar Mayor de la parroquia antes de la Guerra Civil Española (1936-1939)

El altar mayor de la parroquia de San Pedro, ha sufrido varias transformaciones a lo largo de los siglos.  Según Inocente Hervás y Buendía en su “Diccionario Histórico, Geográfico, biográfico y Bibliográfico de la Provincia de Ciudad Real”,  su construcción fue en el año 1473, existiendo una inscripción que se hallaba sobre el arco de entrada a la parte interior que decía: “redifico esta Capilla Fernando de Torres regidor y alférez mayor desta Ciudad y Juana de Pereda su mujer”.

 
El retablo del altar mayor después de la Guerra Civil

A la generosidad de estos señores se debió el primer retablo de estilo renacentista que cubrió el altar, del cual el ya nombrado D. Inocente Hervás dice lo siguiente en su obra ya citada: “A la generosidad de estos señores creemos nosotros deberse el Retablo, según la descripción del repetido S. Jurado, del estilo renacimiento, imperante en su tiempo, teniendo en el centro la estatua de San Pedro “presidiendo desde una bien dorada Silla o Cathedra como príncipe de los apostolados y titular de esta Iglesia, enfrente al hueco que esta Imagen ocupa… un hermosísimo receptáculo o camarín”. A los lados compartimentos separados conteniendo cada una estatuas o pinturas con episodios de la vida de Jesucristo, para aumentar la devoción del pueblo con su constante contemplación. Diez y seis era el número de estos cuadros; destacándose en el centro del cuerpo superior, de los tres de que constaba. El Calvario, la imagen de Jesucristo Crucificado y las Marías, el que se adora y reverencia como santuario de la mayor devoción; obrando Dios por medio de esta Imagen singulares maravillas y prodigios”. El pueblo le dio el nombre de “Santo Crucifijo de San Pedro”. En 1762 se sustituyó la escalera de ladrillo por la de piedra, en 1827 se restauró el retablo colocando en su centro el cuadro de Luis López, el que no obstante su mérito fue relegado a los pies de la iglesia en 1863 y reemplazado por el retablo de escayola construido por D. Silvestre López Donaire”.

 
Bóveda y ventanas ojivales que podemos ver en la actualidad en el altar mayor

Este retablo renacentista fue sustituido en el siglo XIX, por un segundo retablo neo-clásico, del cual Bernardo Portuondo en su “Catalogo Monumental de la Provincia de Ciudad Real” se dice lo siguiente: “A ese retablo se sustituyó el actual que es de escayola, ejecutado en 1863 por don Silvestre López Donaire de la capital (Hervás). Simula mármoles de diversas clases y su estilo es neo-clásico. Nada tiene que revele originalidad ni gusto; es una obra sin importancia de una frialdad y falta de interés artístico deplorables en un templo de tanto carácter y mérito”.

Este retablo permaneció presidiendo el altar mayor del templo hasta los años setenta del pasado siglo XX, que fue desmontado en la restauración que sufrió el templo, dejando al descubierto los ventanales. Actualmente podemos ver la cabecera del ábside poligonal, con una bonita bóveda nervada de plementos de gruesos y bien trazados nervios que arrancan en un florón central. Posee cinco ventanas geminadas ojivales en los cinco vanos centrales, con parteluz que hoy se cubren con trasennas de alabastro pero que debieron albergar vidrieras en su día.

 
Imaginería que preside actualmente el altar

Las imágenes que encontramos actualmente en el altar mayor, son la del Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas, tallado en 1943 por el conquense Luis Marco Pérez, que preside dicho altar. A ambos lados del crucificado nos encontramos las imágenes de San Pedro y del Inmaculado Corazón de María, obra del escultor Fernando Cruz Solís, quien las realizó en los años setenta del pasado siglo XX. A los pies de las imágenes encontramos la sillería, que es parte del anterior coro que se ubicaba a los pies del templo.

En el altar mayor también podemos ver la pila bautismal del siglo XIV-XV, con taza semicircular dividida en dos partes, en su exterior lleva una inscripción en el borde y debajo una arcuación donde se alojan los gallones en relieve. La pila se encuentra sobre un pequeño fuste redondo y una basa cuadrada del siglo XIV.

Detrás de la pila bautismal podemos ver una lapida sepulcral del siglo XVI, adosada a la pared de Alfonso de Estrada, regidor y fiel ejecutor de Ciudad Real y gobernador de los reinos de la Nueva España.

 
Pila bautismal del siglo XIV-XV

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