Antigua
y moderna edificación de la calle Ramón y Cajal con Ruiz Morote. Las fotografías
de blanco y negro son de la colección de Jorge Sánchez Lillo
Mucho ha cambiado la calle Ramón y Cajal
a lo largo del siglo XX, calle que amaneció a principios de siglo con edificaciones
de dos alturas, y que anocheció a finales del mismo siglo con horrendas
edificaciones de varias alturas de cemento y hormigón, que acabaron con el
sabor añejo de esta calle céntrica de nuestra ciudad.
Una muestra de lo reseñado, es la
esquina de la calle Ramón y Cajal con Ruiz Morote. En este lugar la piqueta
derribó una edificación del siglo XVII de dos alturas, para levantar en su
lugar un bloque de edificios de cuatro plantas.
La antigua edificación, que se levantaba
donde actualmente se encuentra el edificio que cobija en su parte baja la sede de “Asepeyo”, perteneció
hasta su desamortización en el siglo XIX, al desaparecido Hospital de San Juan
de Dios, pasando en el mencionado siglo a manos privadas. Como he dicho tenía
dos alturas, y lucia escudos heráldicos en su puerta de acceso, que se
encontraba en la calle Ruiz Morote. Poseía buena rejería y sus últimos dueños
fueron la familia Lorente, siendo demolida a principios de la década de los
años ochenta del pasado siglo XX. Una vez más, la piqueta acabó con grandes
edificios y casas solariegas que se ubicaban alrededor de la Parroquia de San
Pedro y que si se hubieran conservado, hoy formarían un bello conjunto
monumental: Cárcel de la Santa Hermandad, Casa de la Torrecilla, Hospital de
San Juan de Dios, Casa del Marqués de Villater, etc…
Puerta
de acceso a la vivienda en la calle Ruiz Morote
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