De la rica colección de retablos que
contó en su día la Parroquia de San Pedro, hoy solo se conservan tres de estilo
barroco en la nave de la umbría del templo. El primero de los retablos que
podemos más cercano a la capilla de San Juan Bautista, es el retablo dedicado a
San José. La imagen fue tallada en 1942 por el escultor Santiago Costas Vaqué,
un escultor nacido en Mora de Ebro, en Tarragona, en 1896 y muerto en Madrid en
1983. Su obra se inscribe dentro del grupo de los renovadores, con carácter
fundamentalmente popular, a medio camino entre el realismo y el clasicismo
mediterráneo, aunque con el tiempo sus figuras se van simplificando en los
volúmenes, perdiendo estilización.
Imagen
de San José obra del escultor Santiago Costas Vaqué del año 1942
La imagen fue encargada por el que fuera
párroco de San Pedro, D. Emiliano Morales, y nos muestra al Niño vestido con
una túnica y con potencias. San José
lleva como vestimenta un manto que cae desde sus hombros, y una túnica. En su
mano izquierda lleva la vara florida que se cree es de almendro, suplantada
muchas veces por la azucena o lirio – símbolo de pureza y castidad-. Este
atributo de la vara se origina en los Evangelios Apócrifos, donde se relata que
fueron convocados al templo un hombre de cada tribu de Israel, para elegir
esposo para la Virgen María. José fue por la tribu de Judá. Cada hombre debía
llevar una vara, las que fueron dejadas sobre el altar. Cuando al día siguiente
el sacerdote ingresó al Sancta Santorum, un ángel tomó la vara más pequeña, la
de José y, según algunas versiones la vara floreció, y según otras la paloma
del Espíritu Santo surgió de ella, señalando al elegido para desposar a la
Virgen. Así se cumpliría lo narrado por el Profeta Isaías: “Y saldrá una rama
de la raíz de Jesse, y una flor saldrá de su raíz”. (Is 11,1).
Imagen
de San Antonio de Padua, cuya Hermandad celebra su festividad cada 13 de Junio
A ambos lados de San José, nos
encontramos las imágenes de San Antonio de Padua y San Cayetano. En Ciudad Real
existió una gran devoción a San Antonio de Padua, su imagen hasta principios
del siglo XX, se encontraba en la desaparecida ermita de Nuestra Señora de la
Soledad donde se le realizaba una Novena y había una verbena en su honor. La
imagen pasaría a la Parroquia de San Pedro al ser derruida la ermita de Nuestra
Señora de la Soledad, donde se fundó una
hermandad que actualmente existe, celebrando todos los años un Triduo en su
honor con imposición de medallas a los nuevos hermanos y repartiéndose el
llamado “pan de los pobres”. La imagen de San Antonio que podemos ver en el
retablo de San José, es una imagen que esta
con el Niño Jesús en los brazos y en su mano porta un libro símbolo de la
sabiduría. La imagen es de serie y fue adquirida en 1940.
Junto
a la imagen de San Antonio podemos ver el cepillo para la recogida de limosnas
del llamado “Pan de los Pobres”
La otra imagen que podemos ver en el
retablo, es la imagen de San Cayetano, que nos muestra al Santo con traje talar
negro y roquete blanco, portando en sus brazos la imagen del Niño Jesús. Esta
imagen fue regalada al templo por un grupo de devotos en 1950, siendo bendecida
el domingo 6 de agosto del año referido. Durante varios años se celebraba un
triduo en su honor en el mes de agosto, celebrando los gestores administrativos
de la provincia su festividad.
Imagen
de San Cayetano, cuya festividad se celebra el 7 de agosto
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