Hoy lunes 10 de octubre se celebra en la iglesia la festividad de Santo Tomas de Villanueva (1488-1561), arzobispo de Valencia, España, conocido por su dedicación a los más pobres.
Aun cuando sus padres vivieron en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), Tomás nació en Fuenllana (Ciudad Real), el año 1486. En 1503 marchó a Alcalá de Henares para estudiar en su Universidad y terminó sus estudios en Salamanca. En 1516 ingresó en la orden de San Agustín. Se dice que era el predicador preferido del emperador Carlos V, sobre quien tuvo gran influencia. Nombrado arzobispo de Valencia en 1544 vivió hasta su muerte en esta ciudad. Siempre se caracterizó por su austeridad personal y acusada dedicación a los más pobres, a los que donó las ayudas económicas que recibía.
Reformó el clero de su diócesis y fundó un Colegio Mayor, residencia para estudiantes necesitados. No pudo asistir al Concilio de Trento por motivos de salud aunque siguió de cerca todo el proceso del mismo.
Fue modelo de buen obispo, sobresaliendo por su prudencia y celo apostólico y, sobre todo, por su exquisita caridad y su gran testimonio de pobreza radical. Murió el 8 de septiembre de 1555, y fue canonizado el año 1658. Es patrón de la Diócesis de Ciudad Real, teniendo en la Catedral un retablo dedicado y presidido por su imagen, en la capilla del Santísimo del principal templo de la diócesis.
En nuestra Diócesis, tres parroquias tienen como titular a Santo Tomas de Villanueva: en Tomelloso, Ciudad Real y su pueblo natal, Fuenllana. Además, Santo Tomas de Villanueva es titular de la parroquia de Castelgandolfo, lugar donde se sitúa la residencia veraniega de los Papas lo que nos indica la importancia del santo patrón de nuestra diócesis para la iglesia universal.
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