Antiguo Monasterio de las Dominicas en la calle Altagracia
Antigua imagen de la Virgen del Rosario, destruida en 1936 en un dibujo de Julian Alonso
Altar Mayor de las Madres Dominicas tras la Guerra Civil en 1939
Así se celebro la festividad y mes del rosario en nuestra ciudad, hasta 1935, ya que en 1936 al iniciarse la Guerra Civil Española, el monasterio fue asaltado, las monjas exclaustradas y las obras de arte e imágenes que recibían culto en el fueron quemadas.
Grupo escultórico de la Santísima Virgen del Rosario con Santo Domingo bendecido en 1965
En 1970 volverían a celebrase los cultos a la Virgen del Rosario en el nuevo monasterio, suprimiéndose la procesión con la Virgen del Rosario. Años después desaparecerían la Asociación del Rosario Perpetuo, la Cofradía del Rosario y la Venerable Orden Tercera de Santo Domingo que tenían su sede en este monasterio. Los cultos se redujeron, desapareció el Rosario de la Aurora y la Novena quedo en Triduo, organizado por la comunidad, que son los cultos que se organizan actualmente en su honor.
El grupo escultórico de la Santísima Virgen del Rosario con Santo Domingo fue regalado a la parroquia de Piedrabuena, y se adquirió la actual imagen de la Virgen del Rosario que recibe culto en la iglesia del monasterio, que es una imagen sin policromar.
Quinientos años de historia tenían las cofradías del Rosario en nuestra ciudad y la procesión con la Santísima Virgen por las calles de la misma, que desaparecieron en los años setenta del pasado siglo XX, alentada por esa corriente postconciliar que tanto daño hizo a la religiosidad popular.
Actual imagen de la Virgen del Rosario
La devoción a Nuestra Señora del Rosario, es una de las devociones antiguas de Ciudad Real, que ahora pasa casi desapercibida y que en otros tiempos tenia una gran repercusión en la ciudad, debido entre otras cosas a su difusión por los Dominicos y las Cofradías y Hermandades que le rendían culto.
La orden de predicadores (del latín: ordo praedicatorum u O. P.) conocida también como orden dominicana y sus miembros como dominicos, es una orden mendicante de la Iglesia católica fundada por Domingo de Guzmán en Toulouse durante la Cruzada albigense, y confirmada por el papa Honorio III el 22 de diciembre de 1216. En Ciudad Real se estableció en el siglo XIV sobre los terrenos de la antigua sinagoga mayor, cuando el tesorero real Juan Rodríguez de Villarreal, donaba en 1399 a los dominicos estos terrenos, a condición de que hicieran de ella una iglesia bajo la advocación de San Juan Bautista. Este se encontraba entre las actuales calles Compás de Santo Domingo, Delicias y Mata, permaneciendo en nuestra ciudad los Dominicos hasta el siglo XIX que lo abandonaron con motivo de la desamortización.
Con la llegada de los Dominicos a Ciudad Real en el siglo XIV, comenzaría a difundirse la devoción a la Virgen del Rosario, viéndose reforzada en el siglo XV con la fundación del Monasterio de las Madres Dominicas bajo la advocación de Alta Gracia, efectuándose la fundación en 1435. Hallábase formado el recinto conventual por el agrupamiento de las casas que componía la manzana de calles llamadas de Jacinto, Altagracia, Estrella y Luz, este monasterio permaneció abierto hasta 1969 cuando fue derruido y la comunidad dominica paso a su actual monasterio en las proximidades de Pío XII.
La fiesta de la Virgen del Rosario que se celebra el 7 de octubre, fue instituida por el Papa Pio V en 1571 tras la victoria de la Batalla de Lepanto.
La orden de predicadores (del latín: ordo praedicatorum u O. P.) conocida también como orden dominicana y sus miembros como dominicos, es una orden mendicante de la Iglesia católica fundada por Domingo de Guzmán en Toulouse durante la Cruzada albigense, y confirmada por el papa Honorio III el 22 de diciembre de 1216. En Ciudad Real se estableció en el siglo XIV sobre los terrenos de la antigua sinagoga mayor, cuando el tesorero real Juan Rodríguez de Villarreal, donaba en 1399 a los dominicos estos terrenos, a condición de que hicieran de ella una iglesia bajo la advocación de San Juan Bautista. Este se encontraba entre las actuales calles Compás de Santo Domingo, Delicias y Mata, permaneciendo en nuestra ciudad los Dominicos hasta el siglo XIX que lo abandonaron con motivo de la desamortización.
Con la llegada de los Dominicos a Ciudad Real en el siglo XIV, comenzaría a difundirse la devoción a la Virgen del Rosario, viéndose reforzada en el siglo XV con la fundación del Monasterio de las Madres Dominicas bajo la advocación de Alta Gracia, efectuándose la fundación en 1435. Hallábase formado el recinto conventual por el agrupamiento de las casas que componía la manzana de calles llamadas de Jacinto, Altagracia, Estrella y Luz, este monasterio permaneció abierto hasta 1969 cuando fue derruido y la comunidad dominica paso a su actual monasterio en las proximidades de Pío XII.
La fiesta de la Virgen del Rosario que se celebra el 7 de octubre, fue instituida por el Papa Pio V en 1571 tras la victoria de la Batalla de Lepanto.
Como he dicho anteriormente con el establecimiento de los Dominicos en Ciudad Real, en cuyo monasterio comenzó la difusión de la Virgen del Rosario, con la fundación de la Cofradía del Rosario que a partir del siglo XVI se extendió por todas partes. En este monasterio llegaron a existir en el siglo XVIII hasta tres Cofradías que rendían culto a la Virgen del Rosario segun el censo de Hermandades, Gremios y Cofradías del Conde de Aranda y que eran:
“La cofradia de Nuestra Señora del Rosario creada en el combento de Religio//ssos Dominicos haze tres funciones de Iglesia anualmente gasta el Piostre en cada una (a corta diferencia) 150 reales con un refresco que da el dia de su eleccion.
La de los Cavalleros del Rosario que se compone de 12 casas de la primera distinción de esta ciudad//, zelebra anualmente 12 fiestas”…” turnan en mencionadas casas por meses gastando en cada una de referidas fiestas 40 reales a corta diferencia en cera que luze a su Magnitud manifiesto y prozesion que se haze a Nuestra Señora alrededor del claustro. No tiene ordenanzas esta ilustre congregación y es a imitación de la que fundo Nuestro Padre Santo Domingo, que tiene la probacion de su Santidad.”[1]
En el siglo XVIII nacería la procesión popular del Rosario de la Aurora y Ciudad Real no se va quedar ajena a esta devoción popular creándose la Hermandad de “La Aurora haze una fiesta todos los años a Maria Santissima con Sermon Polvora y musica, cuyos gastos seran 300 reales poco mas o menos. Igualmente celebran otra funzion de honras por los cofrades difuntos con cuadrante de Misas que costara 230 reales. Hace tambien un nobenario del Santo Rosario po las animas benditas con nueve platicas doctrinales, y Musica cuyo gasto sera 200 reales subieniendo a todas estas expensas con quatro reales y medio que pagan los cofrades cada año. Sus ordenazas estan aprobadas por el ordinario.”[2]
“La cofradia de Nuestra Señora del Rosario creada en el combento de Religio//ssos Dominicos haze tres funciones de Iglesia anualmente gasta el Piostre en cada una (a corta diferencia) 150 reales con un refresco que da el dia de su eleccion.
La de los Cavalleros del Rosario que se compone de 12 casas de la primera distinción de esta ciudad//, zelebra anualmente 12 fiestas”…” turnan en mencionadas casas por meses gastando en cada una de referidas fiestas 40 reales a corta diferencia en cera que luze a su Magnitud manifiesto y prozesion que se haze a Nuestra Señora alrededor del claustro. No tiene ordenanzas esta ilustre congregación y es a imitación de la que fundo Nuestro Padre Santo Domingo, que tiene la probacion de su Santidad.”[1]
En el siglo XVIII nacería la procesión popular del Rosario de la Aurora y Ciudad Real no se va quedar ajena a esta devoción popular creándose la Hermandad de “La Aurora haze una fiesta todos los años a Maria Santissima con Sermon Polvora y musica, cuyos gastos seran 300 reales poco mas o menos. Igualmente celebran otra funzion de honras por los cofrades difuntos con cuadrante de Misas que costara 230 reales. Hace tambien un nobenario del Santo Rosario po las animas benditas con nueve platicas doctrinales, y Musica cuyo gasto sera 200 reales subieniendo a todas estas expensas con quatro reales y medio que pagan los cofrades cada año. Sus ordenazas estan aprobadas por el ordinario.”[2]
Altar Mayor de las Madres Dominicas tras la Guerra Civil en 1939
De la gran devoción con que contaba la Virgen del Rosario en nuestra ciudad hablan estas tres Cofradías, celebrándose la festividad de la Virgen del Rosario con gran solemnidad en el convento dominico, hasta el abandono de este por los frailes con motivo de la desamortización en 1820. Con la marcha de los frailes de Ciudad Real, varios bienes de estos pasarían al Convento de las Dominicas en la calle Altagracia, entre ellos la imagen de la Virgen del Rosario de gran devoción en la ciudad y por consiguiente las hermandades que le rendían culto.
En el siglo XIX el Papa León XIII declara octubre como mes del Rosario y le dedica 11 encíclicas, lo que motivaría el aumento de la devoción a la Virgen del Rosario entre los católicos.
A principios del siglo XX sabemos que en el Convento de las Madres Dominicas existían las Cofradías del Santísimo Rosario y la del Rosario Perpetuo que surgio en la orden dominica en 1629. Estas junto a la comunidad de religiosas, organizaban todos los años una novena en honor a la Virgen del Rosario que comenzaba todos los días con la exposición de S.D.M., estación, rosario, ejercicio de la novena, letanía cantada, gozos y reserva para continuar con la celebración de la eucaristía.
El día de la Virgen del Rosario se celebraba con gran solemnidad, con repique de las campanas del convento antes del amanecer que anunciaba la procesión del Rosario de la Aurora, celebrándose después el Santo sacrificio de la misa. A las siete de la mañana se oficiaba la comunión general y a las diez de la mañana la solemne. Por la tarde terminado el ejercicio de la novena, se celebraba la procesión con la imagen de la Virgen del Rosario que recorría las calles del barrio perchelero acompañada por la banda municipal unos años y otros con el canto de Ave-Marías.
Durante los domingos del mes de octubre a las cinco de la mañana, salía el Rosario de la Aurora del monasterio de las Dominicas, que terminaba con la celebración de la Santa Misa.
En el siglo XIX el Papa León XIII declara octubre como mes del Rosario y le dedica 11 encíclicas, lo que motivaría el aumento de la devoción a la Virgen del Rosario entre los católicos.
A principios del siglo XX sabemos que en el Convento de las Madres Dominicas existían las Cofradías del Santísimo Rosario y la del Rosario Perpetuo que surgio en la orden dominica en 1629. Estas junto a la comunidad de religiosas, organizaban todos los años una novena en honor a la Virgen del Rosario que comenzaba todos los días con la exposición de S.D.M., estación, rosario, ejercicio de la novena, letanía cantada, gozos y reserva para continuar con la celebración de la eucaristía.
El día de la Virgen del Rosario se celebraba con gran solemnidad, con repique de las campanas del convento antes del amanecer que anunciaba la procesión del Rosario de la Aurora, celebrándose después el Santo sacrificio de la misa. A las siete de la mañana se oficiaba la comunión general y a las diez de la mañana la solemne. Por la tarde terminado el ejercicio de la novena, se celebraba la procesión con la imagen de la Virgen del Rosario que recorría las calles del barrio perchelero acompañada por la banda municipal unos años y otros con el canto de Ave-Marías.
Durante los domingos del mes de octubre a las cinco de la mañana, salía el Rosario de la Aurora del monasterio de las Dominicas, que terminaba con la celebración de la Santa Misa.
Así se celebro la festividad y mes del rosario en nuestra ciudad, hasta 1935, ya que en 1936 al iniciarse la Guerra Civil Española, el monasterio fue asaltado, las monjas exclaustradas y las obras de arte e imágenes que recibían culto en el fueron quemadas.
Terminada la Guerra Civil, las monjas volvieron a su monasterio que se encontraba casi en estado ruinoso, teniendo que reconstruir el mismo y volviendo a ser abierto al culto su iglesia, volviéndose a refundar el Rosario Perpetuo, que en pocos años logro que de nuevo la festividad de la Virgen del Rosario se celebrara con toda solemnidad en nuestra ciudad. Así se celebraba en los años cincuenta le fiesta del Rosario en Ciudad Real:
“El pasado día siete Fiesta del Santísimo Rosario, nuestra capital vibró de entusiasmo y emoción, hacia la Stma. Virgen.
A las cinco y media de la madrugada, el estampido de algunos cohetes anunciaba que iban a comenzar los actos de culto en honor a la Virgen del Rosario. Momentos después, una rondalla integrada por elementos de Educación y Descanso, desfilo por las calles de la Capital, interpretando, de modo admirable, cantos religiosos y rompiendo el silencio de la mañana con las notas armoniosas del Ave María de Lourdes, y “Alegría, que ya viene el día”.
Hacia las seis y media, salió de la iglesia de la MM. Dominicas un solemne Rosario de la Aurora. Fue un acontecimiento en nuestra ciudad. Dicen quienes han presenciado otros que hace ya muchísimos años no se ha visto en Ciudad Real un Rosario de la Aurora tan concurrido y tan ordenado como este de que hablamos.
Terminó con la Misa de Comunión General que celebró el Excmo. Sr. Obispo Prior.
A las tres de la tarde Radio Ciudad Real, dio una emisión especial sobre el Rosario, que realizaron los PP. Dominicos, Alfredo Turrado, Director General del Rosario y Francisco Moreno, predicador de la Novena del Rosario en nuestra capital.
Por fin se tuvieron los cultos de la tarde, como otros días de la Novena. Al terminar se hizo una pequeña procesión con la imagen de Nuestra Señora de Fátima, y concluyo todo con la Salve a la Stma. Virgen, la ceremonia de pasar todos los fieles a depositar un beso de amor y reverencia a los pies de la Madre de Dios y con la imposición de medallas a los nuevos asociados.
Fue extraordinaria la concurrencia de gente. La iglesia se lleno y no pocos hubieron de quedar fuera por no poder entrar.
Felicitamos a los organizadores de estos actos y a la Junta Directiva del Rosario. Quiera la Stma. Virgen del Rosario, que el año próximo resulte esta Fiesta aún más solemne y más emocionante.” [3]
“El pasado día siete Fiesta del Santísimo Rosario, nuestra capital vibró de entusiasmo y emoción, hacia la Stma. Virgen.
A las cinco y media de la madrugada, el estampido de algunos cohetes anunciaba que iban a comenzar los actos de culto en honor a la Virgen del Rosario. Momentos después, una rondalla integrada por elementos de Educación y Descanso, desfilo por las calles de la Capital, interpretando, de modo admirable, cantos religiosos y rompiendo el silencio de la mañana con las notas armoniosas del Ave María de Lourdes, y “Alegría, que ya viene el día”.
Hacia las seis y media, salió de la iglesia de la MM. Dominicas un solemne Rosario de la Aurora. Fue un acontecimiento en nuestra ciudad. Dicen quienes han presenciado otros que hace ya muchísimos años no se ha visto en Ciudad Real un Rosario de la Aurora tan concurrido y tan ordenado como este de que hablamos.
Terminó con la Misa de Comunión General que celebró el Excmo. Sr. Obispo Prior.
A las tres de la tarde Radio Ciudad Real, dio una emisión especial sobre el Rosario, que realizaron los PP. Dominicos, Alfredo Turrado, Director General del Rosario y Francisco Moreno, predicador de la Novena del Rosario en nuestra capital.
Por fin se tuvieron los cultos de la tarde, como otros días de la Novena. Al terminar se hizo una pequeña procesión con la imagen de Nuestra Señora de Fátima, y concluyo todo con la Salve a la Stma. Virgen, la ceremonia de pasar todos los fieles a depositar un beso de amor y reverencia a los pies de la Madre de Dios y con la imposición de medallas a los nuevos asociados.
Fue extraordinaria la concurrencia de gente. La iglesia se lleno y no pocos hubieron de quedar fuera por no poder entrar.
Felicitamos a los organizadores de estos actos y a la Junta Directiva del Rosario. Quiera la Stma. Virgen del Rosario, que el año próximo resulte esta Fiesta aún más solemne y más emocionante.” [3]
Actual Altar Mayor de las Dominicas en su nuevo monasterio en Pío XII
La imagen que presidía estos cultos y salía en procesión, era la de la Virgen de Fátima que presidía el altar mayor de la iglesia del monasterio, ya que no fue hasta 1965 cuando fue adquirido por un grupo de cofrades y la Asociación del Rosario Perpetuo, un grupo escultórico de la Santísima Virgen del Rosario con Santo Domingo, que fue bendecido el 30 de mayo del citado año.
Los cultos a la Virgen del Rosario, se realizaron por ultima vez en el histórico monasterio de las Madres Dominicas en la calle Altagracia en 1968, ya que en 1969 fueron suspendidos por encontrase las monjas trasladándose a su nuevo monasterio en Pío XII, que fue bendecido el 7 de octubre del año reseñado.
Los cultos a la Virgen del Rosario, se realizaron por ultima vez en el histórico monasterio de las Madres Dominicas en la calle Altagracia en 1968, ya que en 1969 fueron suspendidos por encontrase las monjas trasladándose a su nuevo monasterio en Pío XII, que fue bendecido el 7 de octubre del año reseñado.
En 1970 volverían a celebrase los cultos a la Virgen del Rosario en el nuevo monasterio, suprimiéndose la procesión con la Virgen del Rosario. Años después desaparecerían la Asociación del Rosario Perpetuo, la Cofradía del Rosario y la Venerable Orden Tercera de Santo Domingo que tenían su sede en este monasterio. Los cultos se redujeron, desapareció el Rosario de la Aurora y la Novena quedo en Triduo, organizado por la comunidad, que son los cultos que se organizan actualmente en su honor.
El grupo escultórico de la Santísima Virgen del Rosario con Santo Domingo fue regalado a la parroquia de Piedrabuena, y se adquirió la actual imagen de la Virgen del Rosario que recibe culto en la iglesia del monasterio, que es una imagen sin policromar.
Quinientos años de historia tenían las cofradías del Rosario en nuestra ciudad y la procesión con la Santísima Virgen por las calles de la misma, que desaparecieron en los años setenta del pasado siglo XX, alentada por esa corriente postconciliar que tanto daño hizo a la religiosidad popular.
[1] Cultura y Religiosidad popular en el siglo XVIII. María del Prado Ramírez. Biblioteca de autores manchegos. Año 1986, pagina 139 y 141.
[2] Ibídem.
[3] Diario Lanza. Martes 16 de octubre de 1951, pagina 2.
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