En la vida cofrade ciudadrealeña, hay
enquistados individuos que perjudican y manchan la gran nómina de cofrades que
con decidido trabajo, esfuerzo, actitudes y aptitudes, tienen ganados méritos
más que suficientes para figurar en el elenco de mujeres y hombres de reconocido
prestigio en cualquier campo de nuestra Semana Santa.
Pero estos individuos además están
haciendo mucho, muchísimo, daño al buen nombre de nuestra Semana Santa y de las
personas que trabajamos altruistamente para engrandecerla. Además su vida cofrade se reduce hacer fotografías
ya que han fracasado como capataces, miembros de junta de gobierno, y tienen la
poca vergüenza de intentar dar lecciones morales a los demás sabiendo que
cuando han ocupado el cargo de tesorero en una hermandad del Viernes Santo por
la tarde, no han hecho otra cosa que robar. No es que lo diga yo, es que la
hermandad está dispuesta a demostrarlo a quien quiera y dude de mi palabra.
Este personajillo del que hablo es un
mediocre, hipócrita, egocéntrico y soberbio. Es corcho que flota a pesar de las
circunstancias más adversas en cualquier cofradía. Como no tiene medida, ni
sentimiento, ni una identidad formada, no le importa desdecirse, sacar su baba para,
si hace falta, arrastrado, loar las virtudes de quienes necesitan para
encumbrarse o para servirles de estribo para seguir en la pomada; esos mismos a
quienes si es necesario apuñala de mil maneras en cuanto le interesa.
Es un artista en adular y acuchillar al
mismo tiempo a la misma persona según estén en éste o ese lado de la raya,
según con quién estén hablando. Algo tiene, y es que no es feliz. Porque
siempre está reconcomido, y hasta en las hermandades de las que presume hay
hermanos que ya le han conocido y saben que no tiene educación. Se reconcome
porque haya gente reconocida en nuestra Semana Santa por su trabajo. El cree
que siempre tiene que ser más en nuestra celebración pasional y eso no le deja
vivir. La humildad nunca es su compañera. Jamás entiende eso de ser prudente
sabiendo de su pasado cofrade lleno de manchas negras. Cree que es depositario
de la verdad absoluta y quienes les contradicen son ya el enemigo a derrumbar
cueste lo que cueste. Mientras, muchos cofrades que saben de lo impresentable
de este personaje, miran para otro lado con tal de no complicarse la vida y le ríen
las gracias.
Ahora este personajillo toma partido con
sus comentarios en un escrito de un hermano mayor en su blog, en cuyo escrito me
siento aludido pero como soy prudente y no quiero llevarme por los sentimientos
personales, lo dejare así porque a lo mejor el también tiene a duendes de lo
absurdo a los que mantiene en puestos de responsabilidad y les ríe las gracias,
pero eso es motivo de otra entrada si viene al caso. Como digo este
personajillo toma partido y parece que se refiere a mí como “junta líneas de
tres al cuarto” a lo que le tengo que comunicar que me siento orgulloso de
serlo y no de no haberle robado a ninguna hermandad. El séptimo mandamiento le
suena de algo….
Dedíquese a hacer fotografías y deje de
injuriar y menospreciar la labor de personas que como yo siempre hemos
trabajado en nuestra Semana Santa, con nuestros aciertos y errores y cuando
quiera empezamos a dar a conocer a los demás la verdad suya y mía en el mundo
cofrade, seguro que yo no tengo nada que ocultar.
Se me olvidaba, Feliz Pascua de
Resurrección A TODOS.
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