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miércoles, 4 de mayo de 2022

EL CRISTO DE LA AGONÍA DE PICÓN

 



Si bien ya toqué este tema, hace unos años, ahora vuelvo con nuevas aportaciones. En efecto, por el año de 1950 el cronista de Ciudad Real, J. Alonso Rodríguez nos aseguraba, —sin poderlo probar documentalmente—que el llamado “Cristo de la Agonía” de la villa de Picón, procedía del desaparecido convento de Santo Domingo de Ciudad Real. Este dato en extremo interesante, nos llamaba poderosamente la atención cuarenta y cuatro años después (1994). Desde ese preciso momento nos pusimos a investigar, pese a la nula documentación de la llegada de esta imagen a Picón y que importante personaje intervino en ello.

El convento de Santo Domingo se levantó en el siglo XIV, y su capilla o iglesia fue antes Sinagoga Mayor judía de Villa Real. Ya en estado ruinoso, el dicho convento desapareció en el primer tercio del XIX. Aquí recibía culto el “Nazareno”, que los dominicos trajeron de Andalucía, cuya imagen se hizo famosa por su mirada penetrante, en los desfiles durante la antigua Semana Santa de la capital. La parroquia de San Pedro de Ciudad Real, guardó el Nazareno y parte de la magnífica sillería coral de este convento (que vemos hoy en su ábside). Otra porción de la sillería se halla en la parroquial de Torralba, también en su ábside. Otra principalísima imagen de este convento ciudarrealeño, venerada por los dominicos, fue el “Cristo de la Consolación”, que una vez abandonado el convento en 1836 se le pierde el rastro, ya que todos los objetos de culto se repartieron por parroquias. Con el Nazareno debió llegar al convento dominico, en el siglo XVII, “el Cristo de la Consolación”, que creemos es el que por muchos años se venera bajo la advocación del “Santísimo Cristo de la Agonía” de Picón. Pero veamos en que nos basamos para ello: la traza del Cristo caracteriza el estilo barroco y algo tosco, inconfundible sello de la escuela Juan Martínez Montañés (1568-1649) o su discípulo Juan de Mesa (1583-1627, el mejor y más conocido discípulo de Montañés). El Nazareno y el Cristo, se consideran de la misma época.

 



Según algunas fuentes históricas, en 1740 consta un pleito ante la Chancillería de Granada, en el que es actor don José Ossorio Mexía, que era titular del señorío de Picón y Valenzuela. También el marqués de Torre Mejía figura en 1771 en un pleito instado por él mismo sobre el señorío de Picón. Y en el mismo siglo XVIII, el cadáver de don Luis Rodríguez Ledesma recibe sepultura en la parroquia de San Pedro de Ciudad Real, en la capilla del señorío de Picón.  Aquí cabe preguntarnos, si alguno de estos influyentes personajes contribuyó en el traslado de la imagen del Cristo de la Consolación a Picón. No lo sabemos. Pero de ser así dicho hipotético traslado, se llevaría a efecto en la segunda mitad del siglo XVIII, aun en vida de estas personas. Conocemos el dato que aporta a mediados del siglo XVIII don Bernardino Muñoz de Loaysa, soportando las cargas siguientes: censo de 500 rs. sobre caudal a favor del convento de Santo Domingo, más 6 arrobas de aceite al año para la lámpara del Cristo de la Consolación del mismo convento.




Otra posibilidad, es que el Cristo llegara a la villa de Picón en el primer tercio del siglo XIX, coincidiendo con el abandono del convento por los dominicos. Esta documentación fue obtenida del libro de la Hermandad de la Dolorosa, de la imagen del crucificado bajo el título “de la Agonía”, libro depositado en la casa parroquial de Picón, que por gentileza de don Joaquín Del Real-Barco, (1995) párroco que fue de esta villa, pudimos consultar. De esta fuente documental extraemos también “Que desde siempre y en todo tiempo se le tributa culto al Cristo”, siendo la data de 1869. Otra cuestión es si el Cristo llegó a Picón por intercesión de la cofradía de la Virgen del Santo Rosario, datos que refleja el libro de la citada parroquia piconera. En el veíamos el documento fundacional de erección de la cofradía de la SS. Virgen del Rosario, firmada por el dominico fray Thomás Ripoll en el año de 1728. Así pues, el presente trabajo tiene como aliciente, arrojar alguna luz sobre la presencia en Picón, de la imagen del Cristo de la Agonía—es decir, el Cristo de la Consolación— que trasladaron desde Sevilla los dominicos para su convento de Ciudad Real. ¿Es obra de Juan Martínez Montañes?

Para los ciudarrealeños que lo ignoren, les señalamos que el área del convento de Santo Domingo comprendía la manzana urbana de las calles Compás de Santo Domingo, Mata y Delicias, y en su interior la iglesia, que antes fue la sinagoga judía. Según las crónicas se trataba de templo recoleto y bello.

 

José Golderos Vicario, Miembro de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales. Diario “Lanza”, lunes 12 de mayo de 2014

 


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