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domingo, 29 de mayo de 2022

CIUDAD REAL HACE 100 AÑOS

 

Desaparecido convento de los carmelitas, que se ubicaba al final de la calle del Carmen, en los terrenos de lo que fue después Hospital Provincial

 


Para ser más exactos, Ciudad Real hace 111 años. Estamos en 1869 y el llamado bienio revolucionario alcanza su apogeo. El general Serrano es regente del reino y ocupa la jefatura del gobierno otro general: el figuerense Juan Prim. España tiene una flamante Constitución que es, hasta el momento, la más avanzada que se había fraguado en el país. Asómbrense ustedes: en 1896 se reconoce ya la libertad de cultos, el matrimonio civil, la plena soberanía de la nación… Todo eso se fragua en la Villa y Corte; más abajo, ignorada o casi ignorada por los señoritos de Madrid, una ciudad modesta siente, no obstante, la llegada de aires refrescantes desde el gobierno que, para muchos, es demasiado revolucionario.

 

DIEZ MIL HABITANTES

 

En 1869 Ciudad Real es una capital cuyo aspecto es muy diferente al que presenta hoy; por ejemplo, tan sólo hay un inmueble con cuatro pisos, existen cincuenta casas de tres plantas y el resto lo componen edificios de dos alturas, que son mayoría, y de una. Su censo es diez mil habitantes contando a las personas que habitan en aldeas y caseríos de las afueras, entre los que se registran nombres tan sabrosos como la Poblachuela, Ciruela, las Erillas Viejas, San Pedrillo o Puentenolalla. Y un dato que resulta inquietante: de esas diez mil personas, siete mil son analfabetas.

Es una ciudad rodeada aún por considerables trechos de murallas y que cuenta con siete puertas en distintos estados de conservación. La de Toledo y la de Ciruela son las mejores. Su estructura urbana es bastante semejante a la actual, pero muchas calles tienen otro nombre; a los veterinarios se les llama albéitares y a los depósitos de sal aljofíes; existen aún pozos para conservar el hielo durante todo el año Y los precios se marcan en escudos y reales. Parece mentira, pero aún se utiliza el maravedí.


Edificaciones de la Plaza Mayor en el siglo XIX



OTROS NOMBRES

 

La actual plaza del Generalísimo se llama desde hace muy poco plaza de la Constitución, y en su centro se levanta una gran fuente erigida en honor de Hernán Pérez del Pulgar. La escasez de agua es ya un problema y sus caños sólo se mojan en muy contados días del año. La calle General Aguilera se llama entonces calle de los Arcos, y una de nuestra arterias más largas, la de Toledo, se denomina en esa época calle de Espartero.

El parque no existe. Al final de la calle de Alarcos (Avda. de los Mártires), se halla la puerta del mismo nombre, V más allá comienza la carretera de Puertollano, que durante las tardes soleadas de Otoño e Invierno, es utilizada como agradable paseo por una población que se debe aburrir mucho. El Pilar, hoy centro financiero de la ciudad y lugar de reunión durante las noches de verano en las terrazas de sus bares, tan sólo es una plazuela con el suelo de arena y bancos para los niños y los ancianos.

En la plaza de la Constitución se alza un Ayuntamiento a estreno que se ha inaugurado ese año; es el mismo que ha subsistido, con su reloj que daba las horas, hasta que se construyó el polémico edificio actual. Ya existe, desde 1865, el casino, que en esta época se titula Casino de la Amistad. los socios tienen que pagar, en el momento de su ingreso, 120 reales, y después una cuota de doce reales al mes. Posee un salón de billar y una biblioteca donde llega con regularidad la prensa de Madrid y donde se reciben las últimas novedades literarias que salen al mercado nacional. Entre sus acogedores paredes se fraguan numerosas vocaciones literarias.

Hoy un billete de primera a Madrid en el Tren se aproxima a las mil pesetas o, hablando en términos de la época, a cuatro mil reales.

Las cantinas o fondas de las estaciones tienen tarifas fijas asombrosas: un chocolate con tostada (todo abundante y artesanal) cuesta tres reales; un besftech (como se escribe en la carta de las fondas) se saborea por cinco reales, es decir, por 1,26 pesetas; una abundante ración de pierna de cordero, ¡tres reales!, y si quiere hacer un extraordinario es posible pedir una botella de Burdeos por el precio de 24 reales o seis pesetas. 


 
El Casino de la Unión se encontraba en la Plaza del Pilar


LAS INSTITUCIONES

 

La ciudad tiene ya, treinta años antes de que acabe el siglo 19, un Instituto de Enseñanza Media, ocupando el mismo edificio que alberga hoy al Instituto Femenino. Este centro cuenta con un observatorio meterológico, un gabinete de historia natural bien provisto, otro de Física y Química y una biblioteca con cinco mil volúmenes.

En el número 8 y 12 de la calle Dorada se levantan las Escuelas Superiores de Maestros y Maestras, respectivamente, entre cuyos empleados subalternos se consigna, extrañamente, a un hortelano.

Hay tres escuelas públicas para niños y tres para niñas, ocho privadas, una escuela pública de adultos y otras, también para adultos, particular. A pesar de todo, como ya se ha dicho, hay siete mil analfabetos.

En fin, en 1869 subsisten aún en la ciudad oficios que se han extinguido o están a punto de extinguirse y que hoy resultan singulares: boteros, jaboneros, maestros de coches y de esgrima, aguadores, sastres, sangradores, así como industrias que va han caído en desuso, como los molinos de chocolate.

La ciudad tiene un teatro, el de la Amistad, y carece de un sólo salón de baile; en cambio cuenta con tres locales para jugar al billar, la Mesa de Moreno, en la calle Ciruela; la Mesa de Vázquez, en la calle de la Feria y la Mesa de Fernández, en la plaza de la Constitución. No sale ningún periódico, salvo el Boletín de la Provincia, el Boletín de Ventas, y un trimestral editado por los maestros titulado, lógicamente, el Magisterio. Funcionan dos imprentas, gozando de un merecido prestigio la de Rubisco.

Aún no tenemos Obispo, ni catedral -en este sentido dependemos de Toledo-, pero sí un cuartel de caballería que puede contener a cinco mil hombres y mil caballos, V otro cuartel de infante· ría, donde se albergan dos compañías. Al frente de todo esto está un Brigadier Gobernador: don José María Vidal.

En el número 1 de la Plazuela del Pilar se ha creado, ese mismo año, y a tenor con los aires renovadores que soplan desde la Constitución, el llamado Casino Popular, cuyo objetivo es difundir y discutir los principios democráticos. Es un casino, podríamos decir, obrero.


La Diputación Provincial se construyó a finales del siglo XIX



EL FERROCARRIL

 

Ciudad Real cuenta ya en esta época con una red de comunicaciones por ferrocarril (como se escribe entonces) nada despreciable. Existen cinco líneas que unen a nuestra capital respectivamente con Madrid, Toledo, Córdoba, Albacete y Badajoz. la estación se encuentra extramuros; es decir, fuera de la muralla y ocupando un lugar próximo al actual, junto a la puerta de Ciruela. Los precios de los billetes resultan casi cómicos. Un billete de primera a Madrid cuesta 115 reales con 75 céntimos (unas veintiocho pesetas); en tercera clase, algo menos de tres duros.

En fin, la ciudad tiene un hospital, un asilo para hombres ancianos y pobres y otro para mujeres pobres y soltera un hospicio, tres conventos, un matadero de reses; la población goza de una central de correos y telégrafos y solo tiene un banco, el de España. Existe recién creado cuerpo de Voluntarios la Libertad, que es una especie de fuerza ciudadana defensora de la democracia, compuesta por tres compañías; hay diez serenos y un cabo, hay una Sociedad Filarmónica, catorce herreros, doce comercios de tejidos, dos confiterías siete estancos, un escultor que hace lápidas llamado Antonio Galbien, quince abogados, dos sangradores, o sastres, siete médicos, veinticuatro zapateros y dos mil setecientas setenta cinco mocitas solteras censadas que tal vez, en los atardeceres del inicio Otoño, cuando ya la feria se ha acabado y desde los Castillejos baja un aire fresco, sienten, tras los miradores de sus casas, una inexplicable tristeza.

 

Velasco “El Manchego” Nº 7 Ciudad Real 23-30 Diciembre 1980

 

Parroquia de San Pedro


3 comentarios:

  1. Extraordinario reportaje, y pensar lo que vivio mi madre que murio con 100 años

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  2. Que bonito volver a ver esto

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  3. Me encantan estos reportajes.
    Alguien sabe en qué año le quitaron el pórtico a la puerta principal (del Sol) de la Iglesia de San Pedro, como se ve en
    la foto?.

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