Hoy 25 de mayo, se cumplen 934 años que la
Virgen del Prado se apareció en el entonces Pozuelo Seco, luego Villa Real en
1255, y a partir de 1420 Ciudad Real. Para conmemorar esta efeméride, el Ayuntamiento
capitalino acordó en 1763 celebrar un Voto anual a la Virgen del Prado cada 25
de mayo, poniendo punto y final todos los años a la Novena de nuestra Patrona con la Misa del Voto, que es presidida por el Obispo-Prior.
Para conmemorar esta efeméride y costeado
por la Ilustre Hermandad, la Virgen del Prado y el Niño Jesús estrenan broches,
y nuestra querida patrona un rostrillo restaurado y que es anterior a la Guerra
Civil Española de 1936, habiendo sido realizados todos los trabajos en la
Joyería El Toisón de Sevilla.
El rostrillo como he dicho es anterior a 1936,
sin saber exactamente la fecha de su ejecución y su autor, y se conservaba en
el camarín de la Virgen. Es una obra realizada en plata y bañada en oro, que ha
sido enriquecida con piedras preciosas, alguna donada por una hermana de la
Ilustre Hermandad.
En cuanto a los broches, el diseño es también
de la Joyería El Toisón de Sevilla, realizados también en plata con pedrería.
El broche de la Virgen lleva el nombre de “PRADO”, y una campañilla, algo tan característico
de nuestra patrona.
El broche del Niño Jesús, costeado por una
hermana de la Ilustre hermandad, lleva las iniciales “J.H.S.”, que significa Jesús
Salvador de los Hombres.
Tanto el rostrillo como los nombres de la
Virgen y el Niño Jesús, fueron colocados ayer al finalizar la Novena, por la
Camarera de la Virgen y Presidenta de la Corte de Honor, y los tendrá puestos
hoy para conmemorar la efeméride de su aparición.
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