Las campanas de la torre de nuestra
catedral, tocan en la actualidad en las grandes solemnidades que se celebran en
la misma presididas por el Obispo-Prior, así como en la Novena y Triduo en
honor a la Virgen del Prado. Pero antiguamente las campanas eran tocadas con
más continuidad, tal y como se recoge en el “Ceremonial de la Santa Iglesia
Prioral de las Cuatro Órdenes Militares”, editado en el año 1882 por la
imprenta y librería de Ramón Clemente Rubisco, y aprobado por el que fuera el
primer Obispo-Prior, D. D. Victoriano Guisasola y Rodríguez.
El capitulo IX del citado ceremonial, se
trata sobre el toque de las campanas y se dice lo siguiente:
“Las
campanas deberán tocarse con más ó menos solemnidad, según el rito de las
festividades que se celebren, distinguiéndose por tanto tres clases de toques:
uno para los días ordinarios ó de rito simple, semidoble, doble y segunda clase
menos solemne; otro para las segundas clases festivas y primeras clases menos
solemnes, y otro para las primeras clases más solemnes, el cual será con todas
las campanas.
Ordinariamente
se dan dos toques antes de los oficios, tanto por la mañana como por la tarde:
el primero con media hora de anticipación y el segundo un cuarto de hora, á la
en que se principia el oficio; mas en los días de primera clase más solemnes se
darán tres toques de campana, el primero una hora antes, el segundo media y el
tercero un cuarto, y desde éste hasta la hora de entrada se tocará siempre el
címbalo.
Cuando
haya de haber segunda Misa, se da durante la Sexta un toque de menor solemnidad
para anunciarla; y en la Vigilia de la Ascensión y siempre que haya tres Misas
se da uno durante Sexta para la segunda, y otro mientras Nona para la tercera.
Todos
los días durante la elevación del Smo. Sacramento en la Misa conventual se dan
tres golpes con la campana mayor en esta forma: uno al empezar la elevación,
otro en medio y otro al concluir.
En
los días de Cuaresma en que las Vísperas son por la mañana, después de la
elevación en la última Misa se toca á Vísperas con un solo toque, según el rito
de ellas.
Cuando
hay exposición solemne del Smo. Sacramento, como en el Triduo de Carnaval y
octava del Corpus, se dan tres toques de gran solemnidad á las oraciones del mediodía
anterior, y otros tres á las de la mañana del mismo día; y al hacer la
exposición y reserva, se tocan todas las campanas con la mayor solemnidad.
Cuando
el Rmo. Obispo-Prior sale de su casa para celebrar de Pontifical acompañado del
Ilmo. Cabildo, se da un toque de gran solemnidad y otro igual cuando regresa de
la Iglesia á su casa.
Cuando
el Rmo. Sr. Obispo sale de la Ciudad para Santa Visita y cuando regresa de
ella, si previa y oficialmente lo participare al Ilmo. Cabildo, se darán uno ó
más toques de segunda clase solemne.
En
todas las procesiones solemnes que se practican en esta Santa Iglesia, y que no
sean de rogativas, se dan los toques convenientes de más o menos solemnidad,
según el día y motivo de la procesión.
En
las que, con licencia del Ilmo. Cabildo, hicieren estación en la Santa Iglesia,
se da á su llegada y salida un toque de segunda clase solemne.
En
las de Letanías y otras que ocurran de rogativa, se usa un toque especial para
estos casos, que consistirá en dar dos golpes. Con la campana mayor con
bastante intervalo y otros dos con otra más pequeña, y pasado otro gran intervalo
repetir lo mismo hasta que se concluya el acto; y lo mismo se practicará
siempre que haya rogativas con ó sin procesión, mientras se recitan las letanías
y las preces.
En
el fallecimiento de las personas por quienes hayan de hacerse exequias; antes
de doblar en la forma acostumbrada las campanas, se dan para anunciarlo, cierto
número de golpes con la mayor, con intervalo de un minuto en cada uno en esta
forma:
Por
el fallecimiento del Sumo Pontífice sé flan sesenta golpes.
Por
el del Rmo. Prelado y por el Rey, cincuenta.
Por
el del consorte y padres del Rey y por el del Príncipe de Asturias, treinta; y
lo mismo por un Rmo. Sr. Arzobispo u Obispo extraño que falleciere en esta
Capital.
Por
el de un Sr. Dignidad ó Canónigo de esta Santa Iglesia, veinticinco.
Por
el de un Beneficiado de la misma, quince”.
(f.
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“3.° De las horas de abrir y cerrar la
Iglesia.
Por:
la mañana se abrirá la Santa Iglesia Prioral á las horas siguientes:
Desde
el 21 de Noviembre al 20 de Enero, á las seis y media.
Desde
el 21 de Octubre al 20 de Noviembre, y desde el 21 de Enero al 20 de Febrero, á
las seis.
Desde
el 21 de Setiembre al 20 de Octubre, y desde el 21 de Febrero al 20 de Marzo, á
las cinco y media.
Desde
el 21 de Agosto al 20 de Setiembre, y desde el 21 de Marzo al 20 d Abril á las
cinco:
Desde
el 21 de Julio al 20 de Agosto, y desde el 21 de Abril al 20 de Mayo, á las
cuatro y media.
Desde
el 21 de Mayo al 20 de Julio, á las cuatro.
Desde
las horas indicadas estará abierta en todo tiempo hasta las once de la mañana,
á no ser que la duración de los Oficios divinos ó alguna otra causa razonable
exija que continúe más tiempo.
Por
la tarde estará abierta ordinariamente desde el primer toque para los oficios
hasta el del Ave-María.
El
Jueves Santo y todos los días que, antes y después de la Fiesta de la Asunción
se halle en el plano de la Iglesia la veneranda Imagen de su Titular y Patrona
de esta Ciudad, hasta las diez de la noche. Y el Viernes Santo hasta que haga
estación en dicha Iglesia la procesión de Nuestra Señora de la Soledad, con tal
que sea antes de las doce de la noche.
En
todas las demás horas permanecerá cerrada.
4.° Del toque del Ave-María
Este
se verificará, por la mañana en las horas de abrir la Iglesia, arriba
señaladas.
Y
por la tarde en las que á continuación se expresan:
Desde
el 21 de Octubre al 20 de Febrero, veinte minutos después de ponerse el sol.
Desde
el 21 de Febrero al 20 de Abril, y desde el 21 de Agosto al 20 de Octubre, veinticinco
minutos después de dicha puesta.
Desde
el 21 de Abril al 20 de Agosto, treinta minutos después del momento indicado.
5.° Disposición general
Los
demás actos del culto de esta Santa Iglesia que no se hallen regulados en el
presente Ceremonial se ejecutarán según lo prescrito en el de Obispos y en el
Misal, Breviario, Ritual y Pontifical Romanos, en cuyas rúbricas procurarán
todos imbuirse, sin perjuicio de obedecer en los casos particulares las
indicaciones del Maestro de Ceremonias”.
Como podemos comprobar el antiguo
Cabildo Prioral tenía un autentico ceremonial de las veces que se tenían que
tocar las campanas, que con el paso de los años se simplificó y se adaptó a los
nuevos tiempos litúrgicos.
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