La casa de dos plantas de la Plaza del Carmen,
construida en 1910, abierta como sanatorio en 1911, después convertida en vivienda
y actualmente deshabitada, es uno de los pocos restos arquitectónicos de
nuestra ciudad, que debería protegerse, rehabilitarse y conservar, ya que es
uno de los escasos vestigios de nuestro pasado reciente, que aún queda empie.
La vivienda en sí, es un edificio
esquinero entre las calles Pedrera Baja y Estación Vía Crucis, de cantón
redondo en ambas esquinas, donde se empleo para su construcción el ladrillo
visto, combinado con cemento blanco.
Todas las fachadas de la vivienda
presentan un zócalo de cemento. La fachada principal es de ladrillo visto, con
tres huecos cada una de las plantas. La planta baja tiene el acceso centrado,
con dos ventanas de forma curva, con rejería típica manchega-modernista. En el
piso superior destaca el mirador de hierro forjado y cristal. A sus lados se sitúan
balcones con decoración en forma curva.
En las fachadas laterales, se combina la
decoración del ladrillo visto, en las ventanas y los balcones, con el
almohadillado del cemento blanco.
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