El derribo de los bloques de viviendas de
la barriada de padre Ayala, situados en la Ronda de Toledo, ha cambiado el paisaje
urbano de la capital ciudadrealeña. Y desde luego a mejor, porque esta zona de
Ciudad Real guardaba cierto parecido con el barrio neoyorkino del Bronx, o al
menos de la imagen que las películas nos dan de él. Esperemos que pronto se
inicien las nuevas viviendas.
Texto: La “Tribuna de
Ciudad Real”, 3 de septiembre de 2001
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