En el boletín oficial del “Obispado
Priorato” correspondiente al mes de julio de 1973, se publicaba un decreto del
Dr. Hervás y Benet, creando dos nuevas parroquias en la capital, ante el
excesivo número de habitantes y la amplitud del territorio de las parroquias de
Santa María del Prado y de San Pedro.
En el citado decreto se erigía
canónicamente la PARROQUIA DE SAN JUAN DE ÁVILA, que estaría servida por un párroco
y un coadjutor, constituyendo su territorio el desmembrado de la parroquia de Santa María del Prado que
queda a la derecha de una línea que parte del eje de la calle Espino, siguiendo
por el mismo hasta el eje de la calle Pedrera Alta, por el que sigue en
dirección a la calle de Colón, continuando por el eje de esta calle y saliendo
en línea recta hasta encontrar el limite de la parroquia de Santo Tomás de
Villanueva, en la carretera de Porzuna.
La dotación de esta nueva parroquia estaría
constituida por la asignación correspondiente del Estado y por los llamados
derechos de estola, pasando a funcionar como parroquia el domingo 12 de agosto
de 1973.
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