Fue edificada en un solar propiedad de don Gaspar Muñoz, que lo regaló; constituyendo, para proceder a su edificación, una sociedad que emitió acciones por valor de 500 pesetas, una; acciones que hoy están muy en baja debido a los pocos rendimientos.
Es capaz para 7.000 espectadores, pero numerada y clasificada puede dar cabida a 8.000.
Su redondel es, si no me engaño, dos pies mayor que el de la plaza de toros de Madrid.
Como puede observarse con la fotografía adjunta la plaza deja mucho que desear en cuanto estética y lo mismo puede decirse de su estado de conservación, aunque en el pasado año se han realizado importantes mejoras, como poner barrera nueva y modificar los toriles.
Tarea harto difícil es precisar la fecha fija de la inauguración de nuestra plaza, ya que no se conservan datos sobre ello y los mismos aficionados viejos andan disconformes acerca de esta cuestión, pues unos aseguran que se inauguró el año 1844; y otros afirman que en el 1845; lo que sí está fuera de dudas es que fue el 16 de agosto de uno de los años citados, celebrándose, lo que se llamaba entonces, una corrida completa, esto es por la mañana y tarde; corriéronse toros de D. Álvaro Muñoz, de esta localidad, vulgarmente conocidos por toros de la mamella o campanilla, llamados así, por un corte que se les hacía en la papada al tiempo de ponerles el hierro No he podido averiguar, quienes estoquearon aquella tarde.
Después de sufrir varias reformas
inauguróse restaurada el 17 de agosto de 1873 lidiándose ganado del Duque de
Veragua por las cuadrillas de Antonio Carmona Gordito y José Lara (hicorro,
inauguración que tuvo funestos resultados pues el toro Cerceno, negro, listón,
mató al conserje de la plaza, Esteban Casado, accidente que sucedió como
relato: procedían al enchiqueramiento y al ir a abrir una puerta, cuyo cordel
se había enredado en el picaporte, el referido toro dio tan fuerte testarazo
que sacando la puerta de quicio, empitonó al Esteban por el pecho, atravesándole
el corazón y produciendo la muerte en el acto. Pasado el toro al corral, sacó
el cadáver del desgraciado conserje, el picador Artillero y otros compañeros.
Otro accidente verdaderamente providencial, fue el ocurrido en el año 1857. Hallábase jugando en la meseta del toril un chiquillo llamado Manuel Ballesteros, el cual cayose en un chiquero, cuando ya el segundo toro de la tarde se hallaba en su jaulón correspondiente permaneciendo por lo tanto en agradable compañía muchacho y toro, hasta que éste pisó el ruedo. Manuel lo verificó así, a los pocos instantes, escuchando una es truendosa ovación.
El año 1892 los toros de Palha que se lidiaron en una de sus tardes, saltaron 35 veces la barrera; ocasionando el segundo una grave cogida al matador Hermosilla, que alternaba con Curro Cuchares, teniendo éste, por tal causa, que despachar los seis bichos.
El 29 de junio de 1902, festividad de San Pedro, saltó un toro de Hornero al tendido, evitándose lamentables desgracias, por haberle dado muerte en el tendido el novillero Segurita, auxiliado por el banderillero Surdo, escuso decir que ambos fueron muy justamente ovacionados.
En nuestra plaza no son muchas corridas las que se celebran; de toros, generalmente vemos dos, durante los días 16 y 17 de agosto, ferias de esta capital; una aovillada el día de San Pedro, amén de alguna otra de poca importancia y diferentes becerradas.
La afición sin embargo es mucha, aunque muy apática, buena prueba de lo que dejo dicho es que aquí no ha logrado arraigar ningún periódico taurino; La Divisa y La Mancha Taurina, han tenido corta vida; el segundo solo publicó el pasado año, tres números.
El Club Montes, también ha sido un fracaso
debido a la apatía característica que he citado fracaso que no pudieron evitar
los titánicos esfuerzos de un puñado de buenos aficionados.
PONCIANO MONTERO (Instantáneas de
D. Julián Majan). Revista “La Fiesta Nacional”, núm. 52, Barcelona 25 de marzo
de 1905
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