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viernes, 11 de noviembre de 2011

LA FLAGELACIÓN DE JULIAN CAMPOS CARRERO



Hace unos días, con motivo de mi cumpleaños, recibía en mi domicilio un cuadro de la Flagelación de Cristo, que me ha regalado mi gran amigo y cofrade Julián Campos Carrero.

Julián es un magnifico artista y una entrañable persona, que nació en Torrenueva (Ciudad Real) en 1928, y esta afincado desde hace décadas en Badajoz.

Tras una primera etapa dedicada al magisterio, obtuvo el título de Profesor de Dibujo en la Escuela Superior de Bellas Artes 'Santa Isabel de Hungría' de Sevilla y trabajó desde 1958 hasta 1967 en una sección filial del Instituto 'Ramiro de Maeztu' de Madrid, fecha en que obtuvo, por oposición libre, la plaza de Dibujo del Instituto 'Bárbara de Braganza' de Badajoz y después del 'Zurbarán', donde permaneció como catedrático numerario hasta su jubilación en mayo de 1991.

Esa podría decirse que es su faceta académica. Pero lo extraordinario de este pintor que algunos consideran trasplantado del siglo XV a nuestros días, es su monumental obra como pintor, escultor, restaurador y autor de retablos, entre ellos el que ha hecho en la iglesia de Santiago el Mayor de su localidad natal, con 18 cuadros, incluido el proyecto de arquitectura de maderas. Con la versatilidad de un artista del Renacimiento y un carácter que le alejó siempre de la 'parafernalia' propia del universo del arte, Julián de Campos ha sido, desde su juventud, eso que se considera un artista de éxito, hasta el extremo de que al haber trabajado casi siempre por encargo, siempre se desprendía de su obra y apenas tuvo ocasión de reunir suficientes cuadros para hacer grandes exposiciones individuales, no así colectivas; con otra dificultad añadida, está repartida no sólo por las principales ciudades españolas, sino por muchos otros países: Estados Unidos, Canadá, Holanda, Portugal, Venezuela, Japón... Así se explica que en la gran antológica que Cáceres le dedicó al artista en la Sala Capitol de Caja Duero en el año 2004, faltaran muchas piezas pertenecientes a retablos, centros o a coleccionistas de otros países.


Casado con María Cristina Ginés y padre de cinco hijos, su estudio, situado en la avenida Antonio Masa de Badajoz, está repleto de libros de arte, discos de música (es un apasionado de la polifonía), carpetas con dibujos y bocetos, cuadros... Este hombre, que ha confesado alguna vez que no le gusta someterse a una escuela artística concreta y que se considera libre y amante del pasado, ha pintado más de 4.260 cuadros.

Ahora me honro en poseer una obra suya de esta excelente persona, cofrade y amante de la historia y costumbres de su pueblo al que lleva en su corazón.
Muchas gracias Julián.

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