El Teatro Municipal Quijano estaba ayer abarrotado de público, en su mayoría personas de mediana edad y mayores que conocieron en vida al sacerdote Pedro Pardo, pero también jóvenes que tuvieron la ocasión de conocer a un personaje singular, que dirigió la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar durante treinta y siete años.
El estreno de la película "Pedro Pardo, el documental", dirigida por Álvar Vielsa, concitó además el interés de muchas personas del barrio del Pilar, del que fue párroco; de Aldea del Rey, su localidad natal; de Poblete, cuya parroquia rigió en sus últimos años, y del entorno de la catedral, a la que también estuvo vinculado.
Previamente a la proyección de la película subió al escenario el presidente de la Asociación Amigos de Don Pedro Pardo, Vicente Granados, a quien acompañaba el periodista Santiago Amores, que ofició de presentador y el director del documental.
En primer lugar el presentador hizo un breve recordatorio de la vida de Don Pedro, en especial de su llegada al barrio del Pilar en 1963, donde supo conectar con las inquietudes de un grupo de jóvenes trabajadores para quien se convirtió en el promotor de una gran número de actividades, desde el club de fútbol hasta el coro, pasando por las fiestas del barrio o el grupo de teatro. El sacerdote se mantuvo al frente de la popular parroquia ciudadrealeña hasta 1990, año en que pasó a integrarse en el cabildo de la Catedral al tiempo que se convertía en párroco de Poblete, según recordó el presentador.
Después intervino Vicente Granados realizando una larga serie de agradecimientos, que encabezó con el obispo emérito de Ciudad Real, Rafael Torija, pero que se extendió prácticamente por todos los colectivos representados en el aforo del Teatro Quijano y autoridades presentes.
Del mismo modo, evocó la fundación de la propia asociación de amigos, que tuvo lugar poco después del fallecimiento del sacerdote, hace ahora diez años y recordó que el documental fue una iniciativa de la asociación con motivo del décimo aniversario del fallecimiento del sacerdote.
Por ultimo Álvaro Vielsa, intervino manifestando que lo más difícil de su trabajo fue «trazar el eje narrativo de la historia, hacer en el documental un buen desarrollo de la persona de Don Pedro para que la gente le conozca y también el final, porque era muy importante cerrar todas las historias que se abren en la película», aseguró. En ese sentido, al acabar la proyección los espectadores destacaban la elegancia de la película y su carácter altamente emotivo.
Tras las intervenciones, previo al pase del documental, se proyecto un audiovisual de la alcaldesa, Rosa Romero Sánchez, que no pudo asistir al acto en el que calificó al sacerdote de «referente» para Ciudad Real.
El documental se puede adquirir al precio de cinco Euros y tiene una duración de una hora con testimonios de personas que lo conocieron y trataron.
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