En el quinto centenario del nacimiento
de la inolvidable Reina, Ciudad Real, no podía permanecer indiferente en la
celebración de tan magno acontecimiento.
La prensa, las corporaciones oficiales,
han dado pruebas inequívocas de su férvido entusiasmo.
Pero nosotros hemos echado de menos,
aquellas veladas literarias, aquellos brillantes certámenes, que en el
Paraninfo del Instituto y en el soberbio salón de la Excma. Diputación se
celebraron con tanto lujo como acendrado patriotismo.
Como catedrático de Historia le cupo el
honor varios años el día de la Raza, hoy llamado de la Hispanidad, en unión de
personas representativas de esta población de tomar parte en las fiestas
académicas.
Hoy queremos hacer constar, que nuestro
pueblo, tomó parte importante en el renacimiento y en la lucha que la excelsa
Reina, Isabel I, sostuvo en las guerras con su rival la princesa Doña Juana la
Beltraneja, que así la llaman nuestras historias, a tan desgraciada mujer que
pudo ser la reina de España.
Como a esta princesa, le dio decidido
apoyo con su ejército e indudablemente
valimiento el rey de Portugal, era nuestra población el punto clave, para el
paso del vecino reino por Extremadura, de las tropas portuguesas que se
reunirían a los partidarios de la Beltraneja y enemigos de la Reina Isabel.
Así lo comprendieron los que defendían a
la postergada princesa y el poderoso Maestre de Calatrava con sus huestes de
Almagro y de otros puntos de esta provincia, más por sorpresa y tal vez
traición de algunos vecinos entró en Ciudad Real, pasando a cuchillo a no pocos
de sus habitantes. Los entusiastas y fieles partidarios de la preclara Reina
Isabel, mandaron a ésta embajadores pidiéndola pronto y eficaz auxilio.
Doña Isabel y Don Fernando, conociendo
el valor estratégico de Ciudad Real, enviaron tropas importantes al mandó del
Conde de Cuera y del Maestre de Santiago este ultimo padre del celebérrimo poeta,
don Jorge Manrique, para liberar nuestra ciudad, consiguiéndolo después de
reñidos combates en las calles de la población logrando echar de aquí al odioso
Girón.
Los reyes católicos no olvidaron nunca
la fidelidad a sus augustas personas de la que es hoy capital de la provincia,
concediéndole confirmación de sus antiguos fueros y franquicias reales, además
de la concesión de la Real Chancillería Tribunal de Justicia el más importante
de entonces, que por desgracia nuestra ¡como siempre! Fue trasladada a Granada.
Como el Concejo a Ayuntamiento no tenía
domicilio o casa o lugar donde reunirse por haber incendiado el primitivo de
Villa Real, tan augustos monarcas les cedieron las tiendas de habían sido del
judío converso Álvaro Días, condenado por la inquisición, como judaizante.
Precisamente estos locales son donde hoy
está la Farmacia de Calatayud, en la plaza pública esquina a la calle de la
Reina Cristina, cabe el soportal.
En esta casa se levantó el nuevo
Ayuntamiento el año 1616 donde estuvo hasta que se edificó el actual en 1868.
¡Loor a los insignes monarcas Doña
Isabel y don Fernando!
Emilio
Bernabeu (Diario Lanza, miércoles 17 de octubre de 1951, página 2)
El 2
de febrero de 2010 se inauguró en la Avenida de los Reyes Católicos, una
escultura de Isabel I de Castilla, obra Carlos Guerra
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