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martes, 19 de julio de 2016

LAS BÓVEDAS CATEDRALICIAS


 
Las bóvedas de la Catedral fueron terminadas en 1580 por Antonio Fernández de Écija

La  Iglesia Prioral, Basílica Catedral, de las Órdenes Militares de Santa María del Prado, tiene una sola nave de extraordinaria anchura y altura (52 largo, 18 ancho, 24,5 alto), que está cubierta por una bóveda ojival que consta de cinco tramos de crucería.

 
Plano de la planta de la Catedral, donde se puede ver el dibujo que hacen las bóvedas

La primera bóveda, la que se sitúa sobre el coro alto,  excepto la del ábside presenta una forma estrellada, compuesta por tres nervios que se cruzan en la parte central. Se observa como otro nervio que recorre el centro geométrico en sentido perpendicular, y un romboide. Adornada esta, al igual que el resto de las bóvedas por una de las cruces de las Órdenes Militares, mandadas poner en 1925 por el Obispo-mártir y actual beato, D. D. Narciso de Estenaga y Echevarría.   

 
En la Segunda bóveda podemos ver dos corazones uno frente a otro

La segunda bóveda es muy similar a la descrita anteriormente en cuanto a complicación de sus nervaturas. En su parte central se desarrolla un motivo floral que está inscrito en su figura geométrica , en dos de sus lados y uno frente a otro encontramos dos corazones. Los nervios que forman la bóveda no son lisos sino que presentan molduras en resalte y rehundidas, lo que produce una sensación de claroscuro.

Estas dos primeras bóvedas descritas, presentan una crucería de decadencia completa: el arco que las une a las otras tiene un ancho intradós con ornamentación de la decadencia del Renacimiento y son de fines del siglo XVI o principios del XVII.

 
La tercera bóveda tiene forma de estrella

El paso de la segunda a la tercera bóveda se halla reforzado por un amplio arco rebajado.

La bóveda tercera presenta una crucería graciosa, es de principios del siglo XVI y en uno de sus muros, en la parte más alta, se lee en caracteres monacales una leyenda que dice así:

Esta capilla se acabó
de cerrar lunes víspera
de la Asunción de Ntra. Señora
Santa María de Agosto
De mill quinientos y ca
Torce años siendo mayor
Domo Fernando de Vitor

Esta bóveda presenta ocho nervios sobre los que se ha inscrito una estrella de cuatro puntas. En ella se observa algunos tramos reconstruidos.

 
La cuarta bóveda es la más simple de todas

El tránsito de la tercera a la cuarta bóveda se realiza mediante un gran arco rebajado formado por varias archivoltas.

La cuarta bóveda es de crucería cuadripartita, es decir, cuatro nervios que se juntan en el centro. Es muy difícil determinar cuando se construyó porque toda está cubierta de cal y no hay caracteres especiales que indiquen el tercio de siglo en que se debió voltear.
 
 
La bóveda del ábside tiene forma estrellada

El paso de la cuarta bóveda a la del ábside se realiza también por un gran arco rebajado, que al igual que los descritos antes, soporta el peso de la bóveda y divide el espacio en tramos iguales.

En el último tramo, es decir, el absidal, prolongadas las aristas verticales del ábside poligonal se bifurcan en triples nervios que se combinan yendo a concurrir radialmente al centro del cascarón en el arranque de una piña descendente, dejando entre los grupos de nervios inmediatos huecos o compartimentos en forma estrellada.

El maestro  de todas las bóvedas fue Antonio Fernández de Écija, quien las termino en 1580. Por lo atrevido de la bóveda dada su anchura y elevación fue preciso para contrarrestar el excesivo empuje en 1640 la construcción de sólidos contrafuertes.

 
Una de las columnas que sostienen las bóvedas 

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