Ayer domingo, festividad litúrgica del Corpus Christi, se celebro en nuestra ciudad por la tarde por privilegio del Papa Pío IX en 1867. A las siete se oficio el pontifical en la Catedral, presidido por el Obispo-Prior D. Antonio Algora Hernando y concelebrada por el Obispo-Prior Emérito, Rafael Torija de la Fuente, miembros del Cabildo Catedral, Clero de la ciudad y una representación del Real Consejo de las Ordenes Militares Españolas, Alcántara, Calatrava, Montesa y Santiago, presidido por su S. A. R. D. Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, que solo asistió a la celebración Eucarística y no a la procesión por su avanzada edad.
Cada año que pasa, vemos como en la procesión disminuye el número de sacerdotes y fieles que participan, perdiendo en solemnidad en todos los órdenes y en las vestimentas de los sacerdotes. El encargado de organizar la procesión es el Excmo. Cabildo Catedral, y si no fuera por la colaboración de una institución como el Ayuntamiento, podríamos afirmar que el cortejo procesional seria ridículo. En nuestra ciudad, al contrario que en la mayoría de los pueblos de la provincia y diócesis españolas, limitan que las Cofradías y Hermandades expresen su devoción al Augusto Sacramento prohibiéndoles su asistencia.
La cruz y los ciriales que iniciaban la procesión, eran portadas por miembros de Cofradías
En definitiva la Procesión de ayer en nuestra ciudad, corresponde a una mala interpretación del Concilio Vaticano II, que supuso la implantación de una religiosidad intelectual, esencial, pura, despojada de elementos accesorios, preocupada por la construcción del mundo, más que por el culto público a la divinidad (un cristianismo arreligioso). Una Liturgia centrada en los elementos esenciales litúrgicos: Los sacramentos, la Eucaristía, despreciando los elementos o manifestaciones menos o nada litúrgicos: procesiones, romerías, cofradías. Una religiosidad y liturgia centroeuropea frente a una religiosidad y liturgia, al menos en lo popular, española.
Los primeros tras la Cruz, eran los niños/as de Primera Comunión
Yo soy hijo de la religiosidad popular y que otros cristianos, sacerdotes o laicos, querían perder. No fue durante el Concilio (1962-1965), sino en el pos-concilio inmediato, cuando la "religión del pueblo" empezó a ser cuestionada virulentamente por la irrupción inesperada de envolventes "teologías de la secularización". Estas dejaban al mundo más mundano y la fe quedaba en un limbo espiritual, sin encarnación posible. Un dualismo insostenible. Esta ola secularizadora impidió que la fe tuviera expresiones "masivas", "populares", consideradas alienantes: sólo cabían "pequeñas comunidades" de élites personalizadas. Se produjo así una "iconoclasia" generalizada: en un intento de purificación para resolver las crisis personales se arrasó con lo que el pueblo católico veneraba hacía siglos. El arte barroco fue arrumbado o vendido a vil precio en muchos sitios y en nuestra ciudad durante el pontificado de D. Rafael Torija de la Fuente, la procesión del Corpus paso de la solemnidad a lo que actualmente vemos en la calle.
Estamos en tiempos de Benedicto XVI y espero que todos nos adaptemos a sus enseñanzas y consejos, como sus ultimas palabras pronunciadas el pasado mes de abril sobre la religiosidad popular que decían entre otras cosas: “la piedad popular es un espacio de encuentro con Jesucristo y una forma de expresar la fe de la Iglesia. Por tanto, no puede ser considerada como algo secundario de la vida cristiana, pues eso “sería olvidar el primado de la acción del Espíritu y la iniciativa gratuita del amor de Dios” (Documento conclusivo, n.263)”.
En nuestra ciudad se podría crear una Junta Pro Corpus, que intentara recuperar la solemnidad de la procesión que tuvo hace años.
En nuestra ciudad se podría crear una Junta Pro Corpus, que intentara recuperar la solemnidad de la procesión que tuvo hace años.
Un reducido grupo de fieles, fueron los que acompañaron al Señor
Entre el grupo de fieles un hermano del silencio con su medalla
La banda municipal, ponia musica al cortejo procesional gracias al Excmo. Ayuntamiento
Entre el grupo de fieles un hermano del silencio con su medalla
La banda municipal, ponia musica al cortejo procesional gracias al Excmo. Ayuntamiento
La unica Asociación de Fieles que se les deja participar en la procesión, es la Adoración Nocturna Masculina y Femenina
La Adoración Nocturna esta cada vez formada por menos adoradores, cosa que pudimos comprobar en la presidencia que forman, solo este año constituida por el Tesorero de la Misma Francisco Pajaron Lopez y su Consiliario el M.I.Sr. D. Pablo Cea Perea
Los caballeros de la Ordenes Militares, fieles a su cita anual con nuestra procesión
Cada vez son menos los sacerdotes que acopañan a la procesión
Solo el Obispo vestia capa pluvial ante un casi extinguido Cabildo Catedral
La Corporación Municipal, sin maceros y Policia Local de Gala
Entre la representación municipal se echaba en falta miembros del Partido Socialista y la Concejal de Izquierda Unida
Cerrando el cortejo procesional miembros de los cuerpos de seguridad del estado
El M. I. Sr. D. Jose Valiente Lendrino es el encargado de organizar el cortejo procesional
Al terminar la procesión se dio la bendición en el Prado
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