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domingo, 8 de diciembre de 2013

LA INMACULADA CONCEPCIÓN: CIUDAD REAL Y LA ORDEN DE CALATRAVA EN LA TRADICION MARIANA


Desde el 8 de diciembre de 2012, el cuadro de la Inmaculada que hay en los portales de la Plaza Mayor, es una reproducción del original que se conserva en el Museo Municipal “López Villaseñor”

Inmaculada Concepción, está tan unida a la historia religiosa de nuestra Patria, que siempre se le ha considerado como uno de los timbres de gloria de la religiosidad española. Durante siglos, antes de su definición por el Papa Pio XI, en 1854, nuestras universidades, gremios, Municipios y Ordenes Militares, consideraban un deber y una honra el juramento solemne de defender el misterio de la Concepción Inmaculada de María.

En Ciudad Real el Ayuntamiento se puso bajo la advocación de tal misterio. Una imagen de la Purísima presidía su antigua capilla, y los corregidores, alcaldes y regidores, al tomar posesión, juraban defender y sostener “aún a costa de su vida esta verdad de la Fé Católica”.

¿Te has fijado ciudadrrealeño en esta estampa sencilla y en las cartelas que le acompañan, bajo la luz tenue de un farol, que toda la noche luce en los soportales de nuestra Plaza? Allí, junto al antiguo Ayuntamiento (farmacia de Calatayud) queda una muestra, en apariencia pobre, pero de gran fuerza en la tradición Mariana de Ciudad Real. Desde el año 1731, tiene el Ayuntamiento una obligación perpetua de celebrar solemne función en el día de la Inmaculada.

¡Como nos gustaría que se remozaran estas prácticas hermosísimas. Y asistiéramos muchos de los que vivimos en Ciudad Real a esta ceremonia, acompañando a las autoridades. Con nuestra presencia demostraríamos que estamos en la misma línea de amor a María que lo estuvieron nuestros antepasados, y que el Voto que hizo un día el Corregidor de Ciudad Real en nombre de los ciudarrealeños no había caído en olvido al cabo de los siglos, sino que por el contrario, nos sentíamos orgullosos de que nuestros antepasados hubiesen sido defensores del dogma de la Inmaculada Concepción.

Y aunque Ciudad Real vivió casi en perpetua lucha con la Orden Militar de Calatrava, por ser hoy esta ciudad asiento del Obispado Priorato de las Ordenes Militares, creo no está fuera de lugar comentar al adhesión de la citada Orden al Misterio de la Inmaculada Concepción de María. Las Ordenes Militares todas ellas hicieron solemne juramento, pero, la iniciativa fue debida a la Orden de Calatrava. Uno de sus caballeros, Fray Antonio de Quintanilla presentó una proposición en el Capitulo general de la Orden reunido en el Convento de San Benito de Madrid, el 28 de octubre de 1652. El capítulo se dirigió a Su Santidad Inocencio X, rogándole accediese a definir este Misterio, y se autorizase a la Orden para seguir estas gestiones después de la disolución del Capitulo.

La Orden Militar de Calatrava, fue quien tuvo la iniciativa para que las Ordenes Militares realizaran juramento y voto a la Inmaculada Concepción  

Los caballeros calatravos recibieron con gran entusiasmo la propuesta. Se convocó Capitulo el 2 de diciembre del mismo año para su votación definitiva. Se dio cuenta al rey Felipe IV, y después de una serie de gestiones y estudios, recogidos en la obra de doña Aurea Javierre Mur titulada “El dogma de la Inmaculada Concepción de María y las Ordenes Militares” tuvo lugar el 23 de diciembre de 1652 el juramento y voto, que escribió por mandato del Capitulo General, fray Jerónimo Mascareñas, caballero de la misma Orden, del Consejo de su Majestad en el supremo de las militares, su Sumiller de Cortina y Oratorio, prior de Guimaraes y  obispo nombrado de Leyre entre otros párrafos, dice así:

“Decimos: que considerando las muchas y grandes obligaciones que nuestra Sagrada Religión y Caballería tiene a la Emperatriz de los Cielos y Señora Nuestra, por los comunes y particulares beneficios que le confiesa desde el día que la eligió por su singular Patrona y Abogada, que fue el mismo día en que tuvo principio en el Convento de Santa María de Calatrava la Vieja. Reconociendo que la honra de esta Serenísima Señora corre por cuenta de Dios, pues ab eterno la escogió el Padre por Hija, el Hijo por Madre y el Espíritu Santo por Esposa Templo y Sagrario suyo. A quien los supremos espíritus reconocen por Reina y Señora, y todo el pueblo cristiano alumbrado con la fé, por Madre de Misericordia, llena de gracia, consuelo de todos los fieles, amparo y protección del cristianismo, y que continuamente está en el Tribunal de Dios intercediendo por el perdón de nuestras culpas, con corazones humildes, devotos, píos y aficionados la confesamos, veneramos y engrandecemos en todos los Misterios en que nuestra Madre la Santa Iglesia la reconoce y ensalza… deseando entrar en la parte de grandes intereses y hacer este agradable servicio a la Virgen, para consuelo propio nuestro, edificación de los fieles y reconocimiento humilde que debemos a la que es madre de Dios y de todos los pecadores, “delante del mismo Dios Omnipotente, trino y uno Padre Hijo y Espíritu Santo”, y de la bienventurada Madre de Dios, la Virgen Santa María, y de nuestros gloriosísimos Padres San Benito y San Bernardo y de todos los Ángeles y Santos de la Corte Celestial, y de todos los presentes que proponemos por testigos”, que ahora y siempre afirmaremos y defenderemos que la Gloriosísima Virgen Nuestra Señora fue, “concedida sin pecado original”, y que nunca cayó en ella esta mancha, sino que en el instante de su Concepción dichosa y de la unión de su alma y cuerpo fue prevenida de la Divina Gracia y preseverada de la culpa original…

Terminada la lectura, Fray Cristóbal de Robles entregó el escrito a don Jerónimo Mascareñas, el cual puso las manos sobre los Santos Evangelios y pronunció la fórmula del voto: “Lo mismo juro y prometo, así Dios me ayude”.

Seguidamente recibió el juramento de las Dignidades y Caballeros de la Orden con la misma fórmula y de acuerdo con el Ceremonial establecido, para el acto.

ISABEL PEREZ VALERA. DIARIO LANZA AÑO XXIII, Nº 6.907. PAGINAS 2 Y 13. MIÉRCOLES 8 DE DICIEMBRE DE 1965

Definiciones de la Orden y Caballería de Calatrava conforme al Capítulo General celebrado en Madrid, año de MDCLII, estampa de portada firmada por el grabador del rey Pedro de Villafranca: Petrus Villafranca Malagón sculptor Regius Alcobrice in Calatravensi Provincia natus sculpsit, Madrid, 1660. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

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