En la segunda década del siglo XX, se
publicó en Barcelona la obra “España Regional”, no sabemos la fecha exacta de la
publicación, pero según la Biblioteca Nacional esta se realizó entre 1913 y
1919. Esta publicación ofrece una pequeña descripción de todas las provincias
españolas y los partidos judiciales existentes entonces, con un reportaje fotográfico
de las mismas, realizada por por Ceferino Rocafort y Casimiro Dalmau
La obra consta de cuatro tomos, los dos
primeros dedicados a la descripción de las provincias, el tomo III con los
planos de las capitales de provincia a color y el tomo IV con los planos de las
50 provincias españolas y las posesiones entonces en África.
La descripción que se realiza en nuestra
capital se encuentra en el tomo II, pagina 528 y es la siguiente:
Ciudad de 16,372 habitantes, a 168
kilómetros de Madrid, por carretera, y a 175 por ferrocarril, situada en terreno
llano, a la izquierda del río Guadiana, del que dista unos 5 kilómetros.
Hállase a los 38º 59’ 12” de latitud N. y los o” 14? 37” de longitud O. del
meridiano de Madrid. Su altitud, señalada en la estación de ferrocarril, es de
635’063 metros. El clima, según los últimos experimentos, resulta ser la
siguiente: temperatura media de las máximas, durante el año, 22º 3; media de
las mínimas, 7º 6; máxima absoluta, 43º 4; mínima absoluta, 11º 2. La altura,
en milímetros, de la lluvia, es de 456’7, y, la dirección dominante del viento,
Oeste.
Es capital de la provincia de su nombre;
tiene Sede Episcopal, sufragánea de la Metropolitana de Toledo, siendo el
Obispo, Prior de las Ordenes Militares; hay Gobierno Militar, correspondiente a
la primera Región o Cuerpo de Ejército; Diputación Provincial, Audiencia
Provincial, Jefatura de Distrito Forestal, Escuela de Artes y Oficios, Escuela
Normal de Maestras, Consejo Provincial de Fomento, Jefaturas del Servicio
Agronómico de la Región Manchega y Catastral, Delegación de Hacienda, Jefaturas
de Ingenieros de Minas y de Montes, Instituto Provincial, Junta de Instrucción
Pública, Jefatura de Obras Públicas, Seminario Conciliar, Junta de Sanidad,
Colegios de Farmacéuticos y de Médicos, Escuela práctica de Agricultura, Granja
Agrícola y Biblioteca Provincial.
Débese la fundación de la ciudad a
Alfonso X, quien la hizo edificar con el nombre de Villa Real, en el sitio
conocido por Pozuelo Seco de Don Gil, del término de Alarcos, ciudad demolida
por el moro Miramamolin Aben Jusus, a últimos del siglo XII.
En Ciudad Real fundó Fernando III la
célebre “Santa Hermandad” para la persecución de malhechores.
Consérvese, aunque muy arruinadas, las
murallas que defendieron la ciudad, a la que dan entrada siete puertas
llamadas: de Toledo, de la Ciruela, de Alarcón, Carmen, de Granada, de Santa María
y de Mata. La más interesante es la de Toledo, cuyos esbeltos arcos de
herradura se abren bajo atrevidas ojivas, apoyadas en las recias torres
cuadradas que flanquean la entrada. Hace algunos años fue restaurada con
bastante acierto la de la Ciruela, que se halla inmediata a la estación del
ferrocarril.
Las calles de Ciudad Real son generalmente
anchas, largas y rectas. Cuenta con buenos edificios antiguos y modernos,
sobresaliendo entre los primeros la Catedral, que antes fue parroquia de Santa
María del Prado. Consta este templo de una sola nave, esbeltísima, de 50 metros
de longitud y 17 de latitud; la bóveda pertenece al estilo gótico decadente; el
retablo mayor es muy notable y corresponde al gusto del renacimiento español;
adherida al mismo está la hermosa sillería de coro que cierra el presbiterio
por ambos lados. El aspecto exterior es poco notable; en el ábside se abren
grandes ventanales góticos y a los lados se admira una bonita portada y algunas
ventanas de gusto Plateresco. La torre campanario es sencilla y de estilo
Renacimiento. En el interior del templo se guardan los estandartes que sirven
para las proclamaciones de los reyes.
Hay dos iglesias parroquiales notables
por su antigüedad: la de San Pedro y la de Santiago. En la primera se admiran,
en el exterior, dos bellísimas portadas y una torre cuadrada con reloj, y el
interior se compone de tres espaciosas naves, y contiene una sillería de coro
plateresca, muy bella. La de Santiago se halla maltratada por la impericia de
los restauradores; presenta una maciza torre, para las campanas, rematada en
aguja, muy característica.
Entre los edificios modernos, de carácter
público, descuella la nueva Casa Consistorial, construida en 1869 en
sustitución de la modesta e incapaz que todavía subsiste en la misma plaza de
la Constitución. En la soberbia fachada, greco-romana, de aquel edificio, se
ostentan cuatro bellas estatuas representativas de la Justicia, la Prudencia,
la Industria y la Agricultura. El interior se halla perfectamente distribuido
para su objeto y una magnifica escalera, adornada con estatuas, da acceso a los
pisos altos.
También son dignos de ser mencionados
los edificios del Banco de España, de la Diputación Provincial, del Hospital,
del Hospicio, del Instituto, de la Granja-Escuela de Agricultura, y los
palacios de Barronongoa y Almagro.
Al centro de la mencionada plaza de la
Constitución hay una fuente, erigida a la memoria de Hernán Pérez del Pulgar,
hijo de esta ciudad; la plaza mide más de 4,000 metros cuadrados y fue reparada
y embellecida en 1860. También son muy espaciosas y bien urbanizadas las del
Pilar y del Hospicio. Entre los paseos de Ciudad Real sobresale el de la
Libertad, trazado en un terreno que fue pantanoso, inmediato a la derruida
puerta de Calatrava.
El término produce muchos cereales y
abundante vino, aceite, frutas y pastos. El comercio tiene vida próspera por
proveer a las necesidades de una extensa comarca. Hay fábricas de harinas,
chocolate, jabón, curtidos, calzado, aguardientes, gaseosas, alcohol, gas y
electricidad. Celebra feria el día 15 de Agosto. Tiene agregados a su
ayuntamiento el lugar de Valverde, las aldeas Las Casas y la Poblachuela, y los
caseríos Ciruela, El Salobral y Sancho Rey.
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