Ciruela
se asientan sobre una modesta altura dominando el valle del Jabalón
Situada al noroeste de la antigua Villa
Real, Ciruela es hoy un lugar olvidado, cuyas ruinas se asientan sobre una
modesta altura dominando el valle del Jabalón. Situada en el término municipal
de Ciudad Real, carretera de Aldea del Rey, a unos seis kilómetros de la
capital, actualmente es una aldea que guarda los restos de un antiguo castillo.
Los
restos del castillo y la iglesia se encuentran en el llamado el Cerrillo de la
Horca
El origen de la fortificación de Ciruela
no es conocido con exactitud. Se supone su construcción durante el dominio
árabe denominándose Hisn al Sujayrola, formando parte a una red de
fortificaciones en la cuenca baja del río Jabalón, en una de las vías que comunicaba
los cercanos castillos de Calatrava la Vieja y de Caracuel.
El
castillo era conocido durante la dominación arabe como Hisn al Sujayrola
Su existencia, queda
atestiguada documentalmente al menos desde 1156, cuando Alfonso VII dona el
enclave para poblarlo al caballero toledano Armildo Meléndez, en la que se
especifica su situación sobre el Jabalón, entre Calatrava y Caracuel.
De
la fortificación solo quedan parte de sus cimientos
Al reconocer el Papa Gregorio VIII en
1187 por Bula Pontificia la Orden de Calatrava, se sabe que esta era dueña de
un extenso territorio que abarcaba desde la sierra de Orgáz, cerca del actual
Yébenes, a Sierra Morena. Entre estas propiedades, confirmaba la posesión de la
plaza fuerte de Calatrava y los castillos de Caracuel, Alarcos, Benavente,
Zuerola (Ciruela), Piedrabuena, Malagón y Guardalerzas con todos sus términos.
Cuando
el castillo paso a manos cristianas fue conocido como de Zuerola
Tras la batalla de Alarcos en julio de
1195, Ciruela paso de nuevo a posesión mulsumana, siendo recuperada en
1212 por las armas cristianas a su paso
hacia las Navas de Tolosa, recobrando la posesión de Zuera María Armíldez, hija
de Armildo Meléndez, repoblando su territorio.
En
1255 paso a formar parte del término municipal de Ciudad Real
El 7 de noviembre de 1214, en Burgos, el
rey Enrique I, dona al Arzobispo de Toledo los molinos que hay junto
Alarcos una viña y el castillo de
Ciruela con veinte yugadas en la dicha aldea de Alarcos. Vendiendo al Arzobispo
la ya nombrada María Armíldez en 1228 la mitad del "… castillo de Cuheruela, llamado ahora
hinojosa..." cerca de Alarcos. Así
el Arzobispo toledano se hizo con las heredades de los Armíldez, quedando como
único propietario. Permaneciendo en manos de la mitra toledana hasta el 5 de
febrero de 1255, cuando Alfonso X el sabio cambia dicha aldea por la de Fuentes,
en territorio de Hita (Guadalajara).
En
1a Carta Puebla de nuestra ciudad, aparece como Figueruela
Alfonso X el Sabio al fundar en 1255
Villa Real, une la aldea de Ciruela a la futura Ciudad Real, cuando en la carta
puebla dice: “Et do á esta villa sobredicha que haya por aldeas ó por término
Zuhéruela é Villa del Pozo é la Figueruela et Poblet é Alvala con todos sus
términos yermos é poblados é con todos sus derechos, con montes, con fuentes,
con ríos, con pastos, con todas sus entradas é con todas sus salidas é con
todas su pertenencias assí como las han estos lugares sobre dichos é las deven
aver.”
El
castillo se construyó sobre domo volcánico de unos 12 metros de altura
Una de las puertas que se construyeron
en el recinto amurallado de Ciudad Real, llevaba su nombre y desde ella partía
el camino hasta Ciruela, quedando en la actualidad el nombre de la calle Ciruela,
por ser la vía que conducía hasta esta aldea.
En
vulcanología, un "domo de lava" es un montículo aproximadamente
circular que se origina en una erupción lenta de lava viscosa de un volcán
La fortificación de Ciruela se ubicaba
sobre un pequeño domo volcánico, de unos 12 metros de altura, de paredes
prácticamente verticales. Recordemos que nos encontramos en pleno campo
volcánico de Calatrava. En vulcanología, un "domo de lava" es un
montículo aproximadamente circular que se origina en una erupción lenta de lava
viscosa de un volcán. La viscosidad, o adherencia, de la lava no permite que la
lava fluya demasiado lejos de su chimenea antes de solidificarse. Este domo, que
pasa por ser uno de los edificios volcánicos más característicos del campo de
Calatrava, servía como base para la fortificación, ya desaparecida, y de la que
actualmente sólo se aprecian parte de los cimientos.
Resto
de la edificación desde el interior del castillo
Junto al castillo a escasos 40 metros,
se ubica la iglesia que contaba con una única nave bajo la advocación de Santa
Marina que formaba parte del Arciprestazgo de Ciudad Real, perteneciente al
Arzobispado de Toledo. Esta iglesia era rural de 2ª clase y a finales del siglo
XV tenía como beneficio eclesiástico un curato y otro medio préstamo.
Con el paso de los siglos Ciruela perdió su importancia como enclave estratégico pero quedó como una aldea de Ciudad Real, contando en 1780 con unos veinte vecinos.
Con el paso de los siglos Ciruela perdió su importancia como enclave estratégico pero quedó como una aldea de Ciudad Real, contando en 1780 con unos veinte vecinos.
Restos
que quedan del interior de la fortificación
El informe sobre las “Rentas del Clero”
del año 1882 del Arzobispado de Toledo, se dice que: “El informe presentado a
la Junta Diocesana de Toledo, desde Ciudad Real, el 18 de noviembre de 1822,
por don Antonio Mohino, como encargado de la parroquia de Ciruela y de su anejo
de la Puebla, en nombre del cura propio, don Vicente Calderón, que se
encontraba ausente.
A
unos 40 metros del castillo se encuentran las ruinas de la iglesia
La parroquia producía, antes de la
reducción del diezmo, la cantidad de 6.000 a 7.000 reales por un quinquenio,
con inclusión de diezmos menores y primicias. Como carga tiene la obligación de
celebrar dos misas durante la mayor parte del año, especialmente en la aldea de
Ciruela, a causa de los muchos pastores y caseros que no pueden desplazarse
hasta Ciudad Real por estar a una distancia de dos leguas. Este motivo de la
distancia hace muy costosa la presencia de dos sacerdotes en estas dos
iglesias, además de la circunstancia de tener que decir las misas casi al mismo
tiempo, al romper el día, especialmente en los agostos y sementeras, debiendo
por mismo costear el gasto de la noche antes para que no hagan falta
aumentarles considerablemente la limosna hasta un duro o cerca de él, siendo
preciso proveese de lo necesario para todo y aún algunas veces de ayudante. Con
todo, hay que dar gracias porque estas iglesias se encuentran atendidas a pesar
de estas circunstancias de los tiempos.
Al finalizar el informe indica que la
iglesia de Ciruela se halla indecentísima, en un estado ruinoso y con inminente
peligro, si no se acude pronto a repararla.”
La
iglesia era de una única nave y se puso bajo la advocación de Santa Marina
Veinticinco años más tarde, Pascual
Madoz en su “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus
posesiones de Ultramar”, describe esta pequeña aldea ciudadrealeña de la
siguiente manera: “cas. En la prov., part. jud. y térm. de Ciudad Real. Sit.
5/4 de leg. NE. De esca c. Tiene 13 Casas de labor, y comprende de 3,400 á
4,000 fan. De tierra, en la que se emplean 45 pares de mulas: hay una igl. sit.
En la altura llamada el Cerrillo de la Horca, y en ella se celebra misa los
días de precepto, para la asistencia de los labradores: á su inmediación se
halla el arruinado cast., que estuvo edificado sobre unos peñascos muy grandes,
y en el centro del cas. un pozo abundante de agua saludable, aunque no muy
delgada, para el consumo de los concurrentes: en las inmediaciones hay otras
fuentes de mala calidad, y á menos de ½ cuarto de leg. Para el r. Jabalon, el
cual baña la dch. Boyal que aunque pequeña prod. muy buenos pastos. Se cree que
este cas. fuese una ant. pobl., porque en su igl. se advierte todavía una pila
bautismal, le eran anejos los cas. de labor de la Puebla y Cantagallos, y en el
sitio de Sta. Leocadia, reducido hoy a labor, se encuentran pedazos de tejas y
otros escombros.”
En
el arreglo parroquial del año 1904 suprimió la parroquia rural de Santa Marina
de Ciruela
A finales del siglo XIX, más
concretamente en 1890, Hervás y Buendía en su diccionario nos dice que en
aquellos años la aldea contaba con 39 edificios y ochenta y un vecinos.
Restos
desde el interior de la iglesia que hasta el año 1975 contaba con su puerta de
estilo gótico
En el arreglo parroquial del año 1904 de
la ya actual Diócesis de Ciudad Real, se suprimió la parroquia rural de Santa
Marina de Ciruela en el Arciprestazgo de Ciudad Real, agregándose a la de
Miguelturra. A partir de ese año se celebraba misa solo los días de precepto
para los labradores, hasta el año 1931, en que se dejó de celebrar.
Puerta
de la antigua iglesia de Ciruela en su actual ubicación en la sacristía de la
parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Miguelturra
La patrona de Ciruela era Santa Marina,
titular de su iglesia, celebrándose una romeria en su honor el 3 de mayo, con
asistencia de un gran número de vecinos de Ciudad Real, Miguelturra y otros
pueblos próximos a la misma.
El
párroco de Miguelturra se apropió indebidamente de ella, no siendo reclamada
por el ayuntamiento capitalino, perdiéndose así, algo que formaba parte de la
historia de nuestra ciudad
Tras la Guerra Civil Española la iglesia
se fue deteriorando hasta llegar al estado de ruina que se encuentra en la
actualidad, de la que quedan solo restos de sus muros. La portada de esta
iglesia se conservó hasta el año 1975 en Ciruela, ese año el Párroco de
Miguelturra se apropió indebidamente de ella y fue trasladada y colocada en la
nueva sacristía que se estaba construyendo en la parroquia de esta localidad.
Este hecho fue denunciado en un artículo publicado en el diario “Lanza”,
escrito por Antonio García-Donas García y Rafael Romero Cárdenas, titulado “Las
ruinas de Ciruela, ¿Qué será de ellas?” El ayuntamiento capitalino no hizo nada
para recuperar esta portada perdiéndose así, algo que formaba parte de la
historia de nuestra ciudad.
Restos
del antiguo caserío agrícola
La puerta de la iglesia de Santa Marina,
es una portada gótica con un arco ligeramente apuntado, de sencilla factura
pero con un encanto especial.
Pozo
junto a las modernas edificaciones realizadas en la aldea
También quedan en Ciruela, restos de las
antiguas edificaciones utilizadas por sus habitantes que vivían de las faenas
agrícolas. No hace muchos años se han levantado alguna nueva edificación o se
han condicionado antiguas casas de labor por descendientes de aquellas antiguas
familias que poblaron la aldea en su día.
Actualmente la
aldea es poblada por descendientes de antiguas familias que vivieron y
trabajaron allí
El 30 de agosto de dos mil once se
constituyó en la aldea la “Asociación de Vecinos Ciruela”, que es la encargada
de organizar varios actos a lo largo del año. Más información sobre esta aldea
ciudadrealeña: http://aldeadeciruela.es.tl/
La Asociación de
Vecinos lucha desde el año 2011, para conseguir que Ciruela no desparezca
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