La Semana Santa de Ciudad Real vivía hace
21 años, un momento de esplendor. Ya gozaba cierto reconocimiento regional
desde 1985, cuando fue declarada de Interés Turístico Regional. Para
promocionarla, la Asociación de Cofradías y el
ayuntamiento capitalino, editaron un folleto con imágenes de la época en blanco y
negro.
La portada del citado folleto recogía la
siguiente leyenda: “Si no vas a ciertos
lugares que no conoces, porque crees que no van a sorprenderte… Nuca Verás nada
nuevo. SEMANA SANTA CIUDAD REAL. LA NUEVA VIVENCIA DE UNA TRADICIÓN”.
En sus páginas interiores, se informaba del número de pasos que procesionaban en aquel año, los escultores de los
mismos, la cantidad de costaleros que los portaban y la alta implicación de jóvenes
y mujeres en nuestra celebración pasional. También destacaba la experiencia
cultural y religiosa de la misma “a
caballo entre la espiritualidad castellana y la alegría andaluza” y
reclamaba un turismo de la capital de España, al destacar los 50 minutos que
nos separan de ella, utilizando el AVE como forma de desplazamiento.
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