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sábado, 5 de mayo de 2018

LA RECUPERACIÓN DE LA HISTORIA



El emblemático edificio del número 5 de la ciudarrealeña calle La Feria ha sido declarado recientemente bien de interés cultural por el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha el pasado 1 de febrero. El ejecutivo aprobó un decreto por el que se han declarado cinco nuevos Bienes de Interés Cultural con la categoría de monumentos a otros tantos inmuebles de la región, según el informe de acuerdos de la sesión.

El edificio consta de tres plantas, añaden las mismas fuentes, estando la inferior totalmente transformada por la introducción de numerosos locales comerciales. Por su parte, la fachada se articula simétricamente a través de un eje vertical que, al igual que las pilastras que flanquean el edificio, sobresale del mismo.

En el citado texto se lee que la portada está muy significativa y se organiza en torno a la semicircunferencia desde la puerta de entrada al arco que corona el ojo de buey en la última planta. La puerta está enmarcada por un cuerpo sobre ménsulas que configura el trasdós del arco y que sustenta un balcón cuya balaustrada en piedra es totalmente goticista.


El vano del balcón se remata con un frontón curvo sobre ménsulas decoradas con mútulos y sobre él se abre un ojo de buey con la misma decoración que introduce elementos manieristas.

El edificio termina con un frontón triangular que sobre eleva la fachada y está decorado a base de un juego cromático de ladrillos rojos y amarillos.

El resto de la fachada consta también de tres plantas. Concretamente la baja está desaparecida y primera transcurre por sendas balconadas a ambos lados de la puerta, con dos huecos cada una terminada en arcos rebajados y trasdosados por un arco en mitra. Estos dos arcos que unen entre sí por una línea de impostas decoradas, al igual que las mitras, por pequeños triángulos de ladrillo.

Los huecos de la segunda planta son pequeñas ventanas cuadrangulares con arco rebajado y trasdosadas por arcos también rebajados sobre ménsulas pinjantes.

El remate del edificio lo forma una pequeña cornisa con sencillas decoración geométrica alterando  colores.


En el texto técnico se destaca el bicromatismo del edificio cuyos paños de pared son en ladrillo amarillo, mientras que las pilastras laterales y el cuerpo central son de ladrillo rojo. En los elementos decorativos se alternan los dos colores. Es de resaltar además la buena rejería de las balconadas.

Área de protección

Según el mismo informe, el área de protección vendría definida por la manzana 97.58.8 completa, la 97.60.6, y las parcelas 11 y 12 completas.

El área de protección afecta así mismo a todos los espacios públicos contenidos por la línea que bordea el perímetro exterior de las citadas manzanas y parcelas y las une entre sí.

El área de protección descrita se justifica en razón de posibilitar la correcta percepción del bien objeto del expediente, en tanto que elemento integrado en el territorio en que se asienta, previniendo su posible degradación estética.

Diario “Lanza”, 7 de febrero de 1994


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