El emblemático edificio del número 5 de
la ciudarrealeña calle La Feria ha sido declarado recientemente bien de interés
cultural por el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha el pasado 1 de
febrero. El ejecutivo aprobó un decreto por el que se han declarado cinco
nuevos Bienes de Interés Cultural con la categoría de monumentos a otros tantos
inmuebles de la región, según el informe de acuerdos de la sesión.
El edificio consta de tres plantas,
añaden las mismas fuentes, estando la inferior totalmente transformada por la introducción
de numerosos locales comerciales. Por su parte, la fachada se articula
simétricamente a través de un eje vertical que, al igual que las pilastras que
flanquean el edificio, sobresale del mismo.
En el citado texto se lee que la portada
está muy significativa y se organiza en torno a la semicircunferencia desde la
puerta de entrada al arco que corona el ojo de buey en la última planta. La
puerta está enmarcada por un cuerpo sobre ménsulas que configura el trasdós del
arco y que sustenta un balcón cuya balaustrada en piedra es totalmente
goticista.
El vano del balcón se remata con un
frontón curvo sobre ménsulas decoradas con mútulos y sobre él se abre un ojo de
buey con la misma decoración que introduce elementos manieristas.
El edificio termina con un frontón
triangular que sobre eleva la fachada y está decorado a base de un juego
cromático de ladrillos rojos y amarillos.
El resto de la fachada consta también de
tres plantas. Concretamente la baja está desaparecida y primera transcurre por
sendas balconadas a ambos lados de la puerta, con dos huecos cada una terminada
en arcos rebajados y trasdosados por un arco en mitra. Estos dos arcos que unen
entre sí por una línea de impostas decoradas, al igual que las mitras, por
pequeños triángulos de ladrillo.
Los huecos de la segunda planta son
pequeñas ventanas cuadrangulares con arco rebajado y trasdosadas por arcos
también rebajados sobre ménsulas pinjantes.
El remate del edificio lo forma una
pequeña cornisa con sencillas decoración geométrica alterando colores.
En el texto técnico se destaca el
bicromatismo del edificio cuyos paños de pared son en ladrillo amarillo,
mientras que las pilastras laterales y el cuerpo central son de ladrillo rojo.
En los elementos decorativos se alternan los dos colores. Es de resaltar además
la buena rejería de las balconadas.
Área
de protección
Según el mismo informe, el área de
protección vendría definida por la manzana 97.58.8 completa, la 97.60.6, y las
parcelas 11 y 12 completas.
El área de protección afecta así mismo a
todos los espacios públicos contenidos por la línea que bordea el perímetro exterior
de las citadas manzanas y parcelas y las une entre sí.
El área de protección descrita se
justifica en razón de posibilitar la correcta percepción del bien objeto del
expediente, en tanto que elemento integrado en el territorio en que se asienta,
previniendo su posible degradación estética.
Diario
“Lanza”, 7 de febrero de 1994
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