La
antigua vivienda de la familia Medrano-Rosales de la calle Caballeros
Las Hijas de María Inmaculada, más
conocidas en la ciudad por el “Servicio Domestico”, se establecieron en Ciudad
Real en 1918, es decir hace ahora un siglo, gracias a doña Teresa Medrano
Rosales, quien entró en la congregación, que fundará Santa Vicenta María López
Vicuña, donando a la mencionada congregación su casa familiar que se encontraba
en la calle Caballeros de nuestra ciudad, con el deseo de que aquella casa se
convirtiera en una Colegio de María Inmaculada para la acogida, formación y
protección de las jóvenes sirvientas.
La
nueva residencia construida en 1950 por el arquitecto Carlos Sidro de la Puerta
Las crónicas de la orden dicen que la «casa que es hermosa, con jardín grande, un
corral que es más grande que una plaza de pueblo y otro patio central con
plantas y piso bajo y principal con galería de cristales, [y] también una
tiendita». La casa era de dos alturas, contando con una altura mas sobre la
puerta de entrada, que estaba formado por una portada almohadillada de piedra,
y tenía puerta de madera con los escudos de armas de la familia donante. Tras
el paréntesis de la Guerra Civil Española (1936-1939), que las religiosas
fueron expulsadas de su residencia y el edificio destinado a sede de la C.N.T., las religiosas volverían hacerse cargo del edificio en 1939, al término
de la contienda civil, sufriendo este un incendio en 1943, que destruyó parte
del edificio.
Puerta
principal del edificio en el Pasaje de la Merced
Tras el incendio la congregación
religiosa proyecta un nuevo edificio, encargando la realización del mismo al
arquitecto Carlos Sidro de la Puerta, quien lo levantaría con cuatro
alturas, durante la etapa en que fue Superiora del Colegio la Madre María del Espíritu
Santo Sidro, y siendo concluido en 1950, destinándose a Noviciado llegando a
tener en 1952 a 150 religiosas, entre Madres, novicias y profesoras.
Patio
interior del edificio
La puerta principal del edificio da al
Pasaje de la Merced, está enmarcada y tiene una hornacina sobre la misma, sin
ninguna imagen, estando coronada en el cuarto piso por frontón donde se
encuentra el escudo con el anagrama del Ave María, que es el escudo de la
congregación, coronado por una cruz.
Vista
del patio interior que comunica las diferentes dependencias del edificio
Aunque la puerta principal se encuentra
en el Pasaje de la Merced, al edificio se accede por una de las puertas de la
calle Caballeros. En su interior hay un patio con arcos de medio punto, existiendo
otro gran patio que comunica las diferentes dependencias del inmueble.
Actualmente el edificio acoge hay una residencia de estudiantes, en la que
viven 30 jóvenes, un centro social, por el que pasan cada día decenas de
mujeres a las que se forma para su plena integración social y laboral, y es,
además, una comunidad enfermería donde se cuida y atiende a las religiosas de
más edad de la congregación, estando formada la comunidad por 39 hermanas.
Puerta
de acceso a la capilla con los escudos tallados de la familia Medrano-Rosales
La capilla fue bendecida y consagrada el
7 de octubre de 1952, por el Excmo. Rvdmo. Sr. D. Emeterio Echeverria y Barrena. Su
puerta de acceso, es la antigua puerta de la casa de los Medrano-Rosales, único
vestigio de la antigua edificación, y en ella podemos ver escudos heráldicos de
la mencionada familia. En la capilla de una sola nave destaca el retablo dorado
en pan de oro, donde se encuentra presidiéndolo la imagen de María Inmaculada
que tiene a sus lados las imágenes de San Luis Gonzaga y Santa Vicenta María
López Vicuña, fundadora de las religiosas de María Inmaculada.
Vista
del interior de la capilla bendecida en 1952
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