Florentino Trapero Ballestero nació en
Aguilafuente (Segovia) el 16 de octubre de 1893. Ya durante su infancia muestra
dotes para el dibujo y el modelado. Con 15 años y gracias al poeta José Rodao,
que se unas pequeñas tallas realizadas por Florentino y le da una carta de
presentación para el artista Aniceto Marinas, se traslada a Madrid.
Comienza en esta ciudad sus estudios de
dibujo de la mano de Aniceto Marinas, que en 1903 había sido nombrado académico
de Bellas Artes. En septiembre de 1909 es admitido en la Escuela Superior de
Pintura, Escultura y Grabado conocida como Escuela de Bellas Artes de San
Fernando. Ya terminada la carrera gana el concurso nacional para la ejecución
de la corona con la que iba a ser coronada canónicamente el 24 de septiembre de
1916 la Virgen de la Fuencisla (Patrona de Segovia). De igual manera ocurrió al
año siguiente con la corona de la Virgen de San Lorenzo (Patrona de
Valladolid).
En 1920 realiza su primera gran obra
religiosa, un retablo en madera para el noviciado de las Hijas de la Caridad de
Madrid. Afincado definitivamente en la capital, se casa en 1922 y permanece
allí hasta 1932; durante este periodo realiza numerosas obras, sobre todo
bustos y retratos, y la magnífica escultura de Cristo Rey para el pueblo
segoviano de Veganzones. Recibe además durante esta fase premios y menciones,
como el ganado en 1922 en el Concurso Nacional de Esculturas Policromadas con
una cabeza de Beethoven en mármol policromado.
Se traslada en 1932 con su mujer y sus
hijos a Jaca (Huesca) donde es nombrado profesor de dibujo en un instituto
nacional de bachillerato. Allí, en 1933 nacería su cuarto y último hijo, y ese
mismo año es destinado a Reinosa, y de allí pasa en 1935 a Avilés.
Durante la Guerra Civil Española, es
capturado en 1937 y mediante acusaciones falsas es condenado a prisión hasta
1941. Mientras, su familia se exilió en Francia. En 1942 se produciría el
reencuentro familiar y al año siguiente será contratado para la restauración de
la parte escultórica de la Catedral de Sigüenza, muy dañada durante la guerra.
Ardua labor realizada por el escultor durante los años que duró la restauración
de la Catedral, labor poco agradecida pero sin duda clave, ya que restauró el
Altar Mayor en madera, de 20 metros de altura, el altar y sepulcro de Santa
Librada, en piedra, el sepulcro de Don Fadrique de Portugal y el del Cardenal
San Eustaquio entre otras muchas obras, al igual que la reconstrucción de los
dos púlpitos de alabastro, el gótico del lado de la Epístola que había quedado
reducido a 60 trozos y el renacentista del Evangelio, arruinado en más de 600
piezas.
Regresa a Madrid en 1950 y talla para la
Semana Santa de Zamora el paso de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén.
Posteriormente, y durante varios meses, restauraría 24 pasos de la Semana Santa
de esta capital castellana, entre ellos el conocido como la “Urna”, de la Real
Cofradía del santo Entierro y la “Flagelación” también conocido como los “Calvitos”,
perteneciente a la Cofradía de la Santa Vera Cruz, Disciplina y Penitencia.
Diseña y talla en madera en 1955 el
Altar Mayor de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Galapagar
(Madrid), obra de gran envergadura que consta de tres grandes imágenes: la
Asunción de María a los cielos en el centro, a su derecha San José con un niño
ya casi adolescente de la mano, y a su izquierda San Lorenzo; y ocho relieves,
los cuatro evangelistas que coronan el retablo y cuatro santos (San Pedro, San
Pablo, San Gregorio y San Idelfonso) en la predela del mismo. Todo el retablo
está dorado con pan de oro y tanto las imágenes como los relieves están
policromados y estofados.
Talló en 1957 la imagen de Nuestra
Señora para la procesión de Resurrección de Zamora, sustituida en 1993 por otra del escultor zamorano Higinio Vázquez
García.
Durante estos años, del 50 al 65, realiza
multitud de bocetos de pasos de Semana Santa, algunos llevados finalmente a la
madera como la Piedad, sita en la iglesia madrileña del Sagrado Corazón de
María, y otros que quedaron en bocetos. Fue galardonado por dos veces, con
medalla de plata en la Exposición Nacional de Estampas de Pasión, organizada
por la Hermandad de los Cruzados de la Fe en Madrid; la primera en 1949, y la
segunda en 1960, con un boceto del paso de la Sagrada Cena, paso lleno de
madurez y expresividad de la última etapa del escultor.
Una de sus últimas realizaciones entre
1963 y 1966 fue la ejecución de los apóstoles para el pórtico principal de la
Catedral nueva de Victoria. En total creó a lo largo de su trayectoria unas 196
obras escultóricas, repartidas por toda la geografía española.
Fallece en Madrid el 4 de agosto de 1977
a los ochenta y tres años, estando enterrado en la Almudena. Sobre su tumba y
la de su esposa María Cristina, que había fallecido unos años antes, hay una
bellísima imagen de la piedad en piedra realizada por el escultor en 1964.
La imagen de San Cristóbal fue encargada
a este segoviano en agosto de 1953, quien con anterioridad había tallado para
la Iglesia de San Cristóbal del Parque Móvil de Ministerios de Madrid otra
imagen de este santo, de 2,20 m. de altura y que sirvió de modelo para tallar
la de Ciudad Real. El importe de la imagen ascendió a la cantidad de 30.000
pts., correspondiendo 24.000 pts., de mano de obra y 6.000 pts. del importe de
la madera de Holanda. La imagen llegó a Ciudad Real el 7 de julio de 1954 y
desde su llegada recibe culto en la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar. Es
una talla completa estofada y policromada. Sobre su brazo derecho lleva la
imagen del Niño Jesús y con su mano izquierda se apoya sobre su bastón. Su
cuerpo sufre una inclinación por el peso que ejerce el Niño sobre su hombro. La
imagen se encuentra en movimiento dando una zancada y representa el momento en
que San Cristóbal habla con el Niño Jesús.
En su pueblo natal hay un museo dedicado
a su obra con un total de 162 obras del artista, entre obras escultóricas,
originales, moldes, bocetos y dibujos del autor. Se puede obtener información
de este museo en el siguiente enlace: http://www.aguilafuenteweb.com/turismo/florentino%20trapero.html
El
escultor Florentino Trapero
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