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martes, 1 de julio de 2014

NUEVA PARROQUIA EN CIUDAD REAL: SAN JUAN BAUTISTA


La torre calificada como “faro de luz”, que anuncia la “casa de Dios”

El pasado lunes 23 de junio se bendijo e inauguró el nuevo templo parroquial de San Juan Bautista de nuestra ciudad por el Obispo-Prior D. Antonio Algora Hernando, quien presidió la Santa Misa de consagración del altar y la bendición del nuevo templo y los salones parroquiales, situados en la barriada de la Granja.

La iglesia tiene dos espacios diferenciados de planta cuadrada que se unen en su punto de intersección por la presencia de la torre

Un templo alzado a partir de la arquitectura del siglo XXI y que nace con su tiempo. Del conjunto de la iglesia destaca la torre calificada como “faro de luz”, que anuncia la “casa de Dios” en el barrio, la iglesia de San Juan Bautista es “arquitectónicamente bastante sencilla, con dos volúmenes muy nítidos que conforman los espacios de culto, el templo y la capilla para las celebraciones de diario”, destacó el arquitecto Alberto Ibáñez, que resaltó que la construcción se articula con la torre como elemento fundamental, que en su base se aligera alojando el Sagrario, el cual “se convierte en el elemento permanente de las celebraciones”.

Dependencias del centro parroquial

Por este motivo Diego Peris Sánchez, publicó un artículo dedicado a este nuevo templo en el diario Lanza el domingo 22 de junio, que reproduzco a continuación, y donde describe arquitectónicamente el templo.

Templo parroquial de San Juan Bautista

“En el borde de la ciudad, frente al conjunto de viviendas proyectadas por Miguel Fisac del barrio de la Granja se levanta ahora una nueva parroquia proyectada por Alberto Ibáñez Bollado y Francisco Murillo. Un proyecto surgido del esfuerzo de años de su párroco y de la comunidad que atiende, que, ahora, ve finalmente culminadas sus ilusiones. Un conjunto de edificios que se implantan en una parcela de 1500 metros cuadrados que albergan el espacio religioso y el Centro parroquial. Un espacio de borde de la ciudad que requerirá cuidados del entorno para valorar y situar el nuevo edificio, ahora construido.

Una de las puertas de entrada al templo

La iglesia tiene dos espacios diferenciados de planta cuadrada que se unen en su punto de intersección por la presencia de la torre que se convierte en elemento visual de unión, trasparente en su base. Dos espacios de diferentes dimensiones para la liturgia diaria y para los días festivos.

Vista del interior del templo

El gran espacio, de planta cuadrada tiene su cubierta inclinada con una solución fragmentada del techo que eleva la altura hacia el punto del altar. Los paramentos realizados con bloque ranurado  visto, en su interior, y los materiales de acabados conforman un espacio interior austero, de especial interés. El punto de atención y singularidad del templo está en ese espacio central acristalado que es la base de la torre donde se sitúa el sagrario que procede del antiguo convento de las dominicas. Un elemento que queda flotando en el espacio interior de la torre que se ilumina con la cruz superior acristalada que la remata en su coronación.  Una estructura metálica soporta el sagrario que queda en su centro rodeado del espacio de la torre que deja vista la piedra también en este interior. Al otro lado se sitúa la pequeña capilla que servirá para las celebraciones con menor asistencia de fieles. El techo con planta en abanico en este caso es elemento que conforma y define el espacio interior de esta zona de menores dimensiones.

El templo es de planta cuadrada y tiene su cubierta inclinada con una solución fragmentada del techo que eleva la altura hacia el punto del altar

La planta cuadrada tiene su punto central de atracción en el altar ligeramente elevado para permitir una buena visibilidad de la celebración litúrgica. Un ábside cuya pared de fondo se ilumina con la entrada de la luz natural cenital. La solución de la planta es una propuesta novedosa con un protagonismo esencial de la presencia del sagrario en la iglesia que articula los dos espacios de celebración. Y además lo hace utilizando la torre como elemento icónico del conjunto, como elemento articulador. Y para ello la estructura de este elemento se hace ligera en su base y en su coronación. Una posición singular de un elemento que, habitualmente, aparece exento en posición adelantada o posterior y que en este proyecto se introduce en el centro de la planta. Interiormente los distintos materiales hacen presente el juego de volúmenes exterior. En el lateral izquierdo la torre se hace presente con su revestimiento de piedra que se hace transparente en la parte inferior para dejar la vista del sagrario.

El interior del templo es austero de especial interés 

El revestimiento interior del bloque ranurado se hace diferente en el plano delantero que se separa de la pared del fondo del ábside. Y allí las imágenes reciben la luz concentrada de la cubierta que se perfora para dejar entrar la iluminación concentrada sobre las figuras del  crucificado y la virgen situadas en el ábside del templo. El altar, el ambón y elementos del ábside tienen la austeridad de la geometría que introduce puntos de acento en el espacio elevado.

Las paredes están revestidas en su interior  de bloque ranurado

Los espacios de entrada al templo, zonas de sacristía y dependencias auxiliares se resuelven con la funcionalidad que requieren, como piezas que ayudan a llegar al espacio principal de la celebración. Ámbitos que en la forma quebrada del ladrillo visto de la fachada van dejando la entrada de luz de sus ventanas laterales y son, por ello, espacios llenos de luz natural.

Vía Crucis

Materiales y volúmenes del conjunto.

Exteriormente los volúmenes y las formas del proyecto se van haciendo visibles por su conformación geométrica y por el uso de materiales. Los grandes volúmenes del cuerpo principal de la iglesia y del espacio menor se revisten de hormigón ranurado que sobresalen por su altura y su coloración gris. El cuerpo delantero que acoge el acceso al templo y la zona de sacristía están construidos en ladrillo visto que tiene formas quebradas que conducen hacia el punto de acceso tanto por su forma en planta como por los volúmenes que van modificando su altura. Los cambios de plano se aprovechan para crear puntos de entrada de luz que se han realizado todos con u-glas dejando entrar la luz pero controlando la visibilidad interior. Y en el centro de estos volúmenes la torre que se levanta ligeramente sobre el conjunto, realizada en piedra caliza utilizada tradicionalmente en diferentes lugares de nuestra geografía. La torre se remata superiormente con una cruz en sus cuatro caras, con vidrio que deja pasar la luz al elemento central donde se sitúa el sagrario. La cruz realizada en uglas se hace presente en las cuatro caras, de forma continuada dejando la piedra que completa las cuatro caras como elemento suspendido en el vacío.

Altar Mayor

A la derecha y separado de este cuerpo se sitúa el Centro parroquial que tiene una planta en parte y dos en una de sus zonas. Acoge dependencias para reuniones, trabajos parroquiales y vivienda del sacerdote. Un cuerpo plano que quiere quedarse como parte del conjunto religioso con un planteamiento más sobrio y austero. El plano más próximo al acceso es ciego y sobre  el elemento sobrio de la cruz con el rótulo de su uso. La separación entre el espacio de la iglesia y esta zona permite un acceso lateral al templo para entrada de vehículos o como ámbito de reunión en determinadas celebraciones. La figura de la cruz se hace presente como elemento simbólico, identificador del carácter religioso del edificio en numerosos elementos. El remate superior de la torre, las formas de las puertas de entrada a los distintos espacios, las rejas de protección de los huecos acristalados…


El altar mayor está presidido por la imagen de un crucificado y de la Virgen María

El espacio religioso

La visión del espacio religioso cristiano ha cambiado de forma singular a lo largo del tiempo. Especialmente en la segunda mitad del siglo XX la búsqueda de formas litúrgicas más participativas, las celebraciones comunitarias sacramentales con  nuevos planteamientos simbólicos y las nuevas formas de celebración común requieren espacios más abiertos y plurales, adecuados a la vida de cada comunidad.

Tanto el crucificado como la imagen de la Virgen son del pueblo de Guadalajara de Horche

En esta nueva iglesia, la belleza del espacio se busca con la sobriedad de los materiales y las formas austeras que crean espacios sencillos que serán útiles para las celebraciones religiosas y se adaptarán a los planteamientos de la comunidad. La austeridad económica y de formas siempre ha sido un buen camino en la arquitectura religiosa cristiana que debe mantenerse en el futuro en la conformación del templo evitando aportaciones que deterioran la imagen de los templos. Cuando Juan el Bautista le dice a Jesús que es él el que necesita que Jesús le bautice y no al revés, Jesús le contesta: Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere. Y es entonces cuando se oye la palabra: Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. La nueva iglesia está dedicada a este predicador humilde que era Juan el Bautista.”

Bello rostro del crucificado

En el año 2000, el anterior obispo de la Diócesis de Ciudad Real, Rafael Torija, erigía la parroquia de San Juan Bautista en la capital manchega. Desde entonces la comunidad, que carecía de templo, ha realizado las distintas actividades parroquiales y celebraciones  entre el centro social del barrio de La Granja, donde se ubica la parroquia, y el Monasterio de las Madres Dominicas.

Imagen de la Virgen María que preside el altar mayor

El punto de atención y singularidad del templo está en ese espacio central acristalado que es la base de la torre

En la base de la torre se sitúa el sagrario que procede del antiguo convento de las dominicas

La torre por su interior y exterior está realizada en piedra caliza 

El sagrario queda flotando en el espacio interior de la torre que se ilumina con la cruz superior acristalada que la remata en su coronación

Confesionario a los pies del templo

Pila bautismal, lugar donde recibirá durante todo el año culto la imagen de San Juan Bautista

La imagen de San Juan Bautista, titular del templo en su paso procesional

Capilla para las celebraciones del culto diario

La capilla se comunica con el templo a través de la torre 

La capilla tiene en su altar una imagen de la Virgen María y un crucificado 

La Virgen es la imagen de la Virgen de la Cabeza donada por la Cofradía ciudadrealeña 

Tras su bendición el lunes 23 de junio, el martes día 24 el templo acogió la celebración de San Juan Bautista 

El paso de San Juan es portado por mujeres aun hombro 

Primera salida  de San Juan de su templo parroquial 

Hasta el pasado día 23, el Centro Social de la Granja se convertía en templo parroquial cada domingo del año 

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