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sábado, 15 de enero de 2022

CIUDAD REAL CUMPLE 750 AÑOS: COMERCIO Y VIDA URBANA (X)

 

El mercado se celebraba en la Plaza Mayor hasta la primera década del siglo XX



A finales de la Edad Media se produjo un aumento considerable de la actividad económica, dando como resultado un mayor aprovechamiento de la industria: el comercio.

Con el desarrollo de la ciudad de la población urbana, apareció una nueva clase social, El habitante de la ciudad burgo, el burgués, que diferencia del noble, estaba interesado en el comercio el trabajo no en la guerra.

La industria medieval se caracteriza por su organización. Para poder ejercer un oficio, los obreros debían asociarse y pertenecer a una asociación de artesanos gremios, Esta organización era además una sociedad de socorro mutuo. Protegía los huérfanos personas que por su edad estaban incapacitadas para trabajar.

El comercio era muy peligroso, las mercancías el dinero se tenían que trasladar de un sitio otro por caminos inseguros, llenos de bandoleros que robaban las mercancías. esto se sumaba el pago de derechos que debían pagar por sus productos durante el trayecto, cobro de entrada, de salida, en cada señorío, en cada ciudad en cada puente. Para, proteger los caminos se creó la Santa Hermandad.

Con el fin de reglamentar las actividades comerciales, los mercaderes se organizaban en asociaciones llamadas guildas. Sólo los miembros de una guilda estaban autorizados para vender sus mercancías en determinados términos. El tribunal de la guilda juzgaba los conflictos entre los miembros y castigaban comerciantes deshonestos.

Los artesanos tenían sus propias asociaciones, los gremios. Para cada actividad artesanal había un gremio correspondiente: zapateros; peleteros, tejedores, armeros... etc.

Los gremios fijaban los precios reglamentaban la cantidad la calidad de la producción.

La fonación de un artesano duraba largo tiempo. Un aprendiz entraba de niño al taller de un maestro donde permanecía entre cinco doce años. Vivía en la casa del maestro donde recibía comida vestido, pero no dinero. Al terminar el aprendizaje se convertía en oficial empezaba recibir un salario. Después debía hacer un examen presentar una obra maestra para alcanzar la categoría de maestro.

 

Otra imagen del mercado a principios del siglo XX



Ya en 1321, Villa Real contaba con la autorización de hacer mercado en la Plaza Mayor. Según Inocente Hervás Buendía, se celebraba en Ciudad Real mercado franco todos los martes, hasta que en 1612 se trasladó los sábados. Este mercado atraía la ciudad gran número de gentes de los pueblos de la comarca ya que al no gravar tributos sobre la mercancía, aquel día, se abarataba, lo que aumentaba el movimiento contratación. También en el siglo XV eran ya muy concurridas la ferias, que en los meses de Abril Agosto se celebraban aquí.

La principal industria de Ciudad Real era la de los paños.

Además era probable la existencia de una industria de la seda. Un documento de 1493 que trata de las deudas que extremeños tenían con mercaderes de Ciudad Real Campo de Calatrava, estos dicen: que les debían muchas cuantías de maravedíes de paños sedas otras mercancías..."

Casi tanta importancia como la industria textil era la del cuero, que dentro de las actividades económicas ocupó sin duda un lugar destacado. Dedicados este tipo de artesanía encontramos profesionales bolseros, borceguineros, curtidores, chapineros, guanteros, odreros, guarnicioneros, pellejeros, zahoneros sobre todo, los zapateros.

Rodrigo Méndez Silva nos dice labrarse en esta ciudad preciosos guantes, siendo desde antiguo famosos en España. En 1489, el procurador Antón de Albacete había llevado como regalo la corte, para los tesoreros de la cruzada, guantes de Ciudad Real.

 

Casa Hernán Pérez del Pulgar Museo Villaseñor

 

Como es lógico, en esta ciudad, que se prestaba como tal, fue lugar de nacimientos de personajes ilustres. Bachilleres que ostentaban con orgullo el sobrenombre de Villarreal de Ciudad Real más tarde, hombres de letras  y caballeros dedicados las armas.

En la calle de los Reyes, haciendo esquina la calle Azucena, frente la puerta del Perdón de la Catedral, nació vivió uno de los más ilustres personajes de nuestra ciudad, Hernán Pérez del Pulgar, "el de las hazañas".

La Mandó construir su padre, D. Rodrigo del Pulgar y  Poblete, sobre una aún más antigua de esta villa. Por cierto que D. Rodrigo, también hombre de armas, participó en numerosas guerras bajo las órdenes del rey Enrique IV de Castilla, murió defendiendo la ciudad del asedio y posterior conquista del maestre de la Orden de Calatrava D. Rodrigo Téllez Girón.

Hernán Pérez, nació en esta casa el 27 de Julio de 1;451. Al servicio de los Reyes Católicos participó en numerosas batallas dando muestra de su valor inteligencia.

 

Portada de la Casa de Hernán Pérez del Pulgar



Recibe el sobrenombre de el de las hazañas" por el valor demostrado en numerosas ocasiones. Pero quizá de todas ellas destaca el atrevimiento de cruzar las líneas enemigas musulmanas en el asedio de Granada clavar su cuchillo en la puerta de la mezquita mayor con el cartel de Ave María.

Pero no es solo soldado, Hernán Pérez del Pulgar es un hombre de gran cultura que deja testimonio escrito de la época en sus obras: "Historia del Gran Capitán Don Gonzalo de Córdoba", "Carta D. Antonio de la Cueva", "Mis Proverbios".

La casa data de la primera mitad del siglo XV, Su pertenencia a tan noble señor hace posible su situación, junto a la Catedral, el lugar más destacado de la ciudad.

Aunque su aspecto dista bastante del que debió tener, puede darnos una idea de su grandeza importancia.

Aunque su aspecto dista bastante del que debió tener, puede darnos una idea de su grandeza importancia. Su fachada principal, situada en la calle de los Reyes es de estilo Renacimiento. Dos columnas de granito los lados de la puerta, coronadas por capiteles jónicos. Sobre la puerta aparece un gran escudo nobiliario, un gran balcón de forja y dos escudos más pequeños. La casa posee, como todas las de cierto abolengo de la época, su parte noble, destinada los señores, la parte dedicada a la servidumbre, la dedicada las labores agrícolas: graneros, cuadras... En la parte noble es digno de destacar un torreón en la fachada principal un patio de columnas sobre el que transcurre una galería en el piso superior a la cual van a dar las habitaciones.

Esta casa, afortunadamente, se ha salvado de la piqueta hoy es un museo dedicado uno de nuestros mejores pintores capitalinos, López Villaseñor.

Amalio Astilleros Ramos, diario “Lanza”, sábado 4 de diciembre de 2004

 

 
El patio de la Casa de Hernán Pérez del Pulgar antes de su restauración


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