A principios del siglo pasado, aún se podía ver en gran medida restos de la muralla que circundaba la ciudad.
En este tercer capítulo de la Historia de nuestra ciudad, quisiera hacer con vosotros, amigos lectores, un paseo turístico por ella. Pero... no por la actual, donde por circunstancias diversas, hemos perdido la mayor parte de todo aquello que nos hubiese podido hacer recordar lo que fue. Quiero pasear con vosotros por la ciudad que poco después de su fundación con el nombre de villa obtuvo el título de ciudad por gentileza del Rey Juan II.
Pocos meses nos separan de la conmemoración de la fundación de la Ciudad, de serle otorgada su Carta Puebla en el 1255. Esta, nuestra ciudad, que podía haber sido motivo de nuestro orgullo, comparable a otras de las que hoy miramos con envidia ya que han sabido conservar parte de su estructura original, parte su propia historia. Lugo, Ávila...
Vamos realizar una visita turística.
Una vista panorámica nos permitirá hacernos una idea de conjunto. Después cruzaremos su muralla para visitar más de cerca sus barrios monumentos.
Desde un altozano, quizá la Atalaya, serviría para tal fin, mirando hacia el Sur, podemos apreciar una verdadera ciudad medieval. Es modelo de convivencia síntesis de culturas, en la que supieron estar la mayor parte de esta edad, judíos, moros y cristianos.
Una gran muralla la rodea, su parte
almenada, sus torres puertas, nos dan significación de la época. El espacio
interior se encuentra jalonado de una serie de calles, que de forma radial
hacen de ejes viarios, partir de los cuales se conectaba con las principales
puertas de las murallas: Puerta de Toledo, de Alarcos, La Mata, Calatrava…
Barrio Cristiano.
Estaba situado en el centro de la Villa.
Por encima de sus casas bajas (generalmente de una sola planta) podemos
apreciar, cómo sobresalen las torres de sus Iglesias: Santa María, San Pedro
Santiago. Además en este mismo barrio existe un gran numero de conventos y
otros edificios civiles y religiosos.
El barrio de la Morería
Giraba en torno a la calle que aún existe hoy con el mismo nombre. Se extendería con posterioridad, al hacerse cada vez más numeroso, hacia la Puerta de Alarcos incluso las calles Tinte Pozo Dulce.
Sus mezquitas con los alminares, que no
podían superar en altura las torres de las iglesias cristianas, donde el
mohecín llamaba la oración de la población musulmana, sus madrasas escuelas
coránicas, baños, carnicerías propias, tiendas de abalorios de alimentación
donde se vendía: arrope, higos, queso y gran diversidad de dulces caseros.
El barrio de la Judería
Estaba situado en las proximidades del Alcázar cristiano, del cual hoy sólo nos queda para admirar, en la. zona del Torreón, una de sus puertas. Los judíos fueron considerados "gentes del rey" de ahí su proximidad al Alcázar. Al oeste, vemos su sinagoga, con una hermosa puerta de herradura, que hoy se conserva en el museo provincial. Una gran actividad laboral nos muestra la ferviente actividad de este barrio.
Desde la fundación de la ciudad, los judíos estuvieron presente en la misma. Hacia el año 1290 ya era significativa su presencia en Villa Real, Según consta en el reparto de aljamas que se hizo durante el reinado de Sancho el Bravo, fue encontrada una memoria en los archivos de la iglesia primada de Toledo que literalmente dice así: Esta es la partición de las Aljamas de los judíos que se fiso en Huete por mandato del rey en el mes de Septiembre de 1290" Se divide el reino en obispados, comenzando por la frontera sigue el reino de León, Tierra Rasa.. etc.
Efectivamente, en el apartado de "Tierra Rasa" aparece Villa Real, en ella señalamos que su aljama contribuye con 26.486 maravedís, siendo tan sólo Toledo Almoguera las que aparecen con superior cantidad. El año 1391 significó el fin de la aljama de Villa Real. El barrio judío fue atacado, hubo muertes la mayoría de sus habitantes se vio forzado huir tomar el bautismo. Como veremos en otro capítulo, la Sinagoga mayor se convertiría en la Iglesia de san Juan Bautista del convento de santo Domingo.
Amalio Astilleros Ramos, diario
“Lanza”, sábado 16 de octubre de 2004
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