En Puertollano se fundó la Cofradía Pasionaria del Santísimo Niño Jesús en el año 1949. En sus orígenes se trataba de una sección de la Cofradía del Santísimo Cristo de las Maravillas y el Señor de San Miguel, de ahí que no se conozca exactamente la fecha exacta de su creación. Cuando los niños tenían una cierta edad pasaban a engrosar la cofradía matriz. La imagen del santísimo niño desfiló por primera vez en el año 1948 sin penitentes. Nos volvemos a encontrar con una cofradía de origen familiar, ya que el antiguo notario de la localidad Laureano Velasco y su esposa Carmen Pérez fueron los impulsores de la Cofradía (28). En los mismos años que la anterior, entre 948 y 1949, se fundó en Tomelloso la Hermandad del Niño Jesús por iniciativa privada de Vicente Parra Cámara, que sufragó los gastos derivados de hacer unas andas para el trono de una imagen de un niño que había sido donada por una feligresa de la localidad (29). La talla sale el Jueves Santo vestido de blanco y el viernes santo con túnica morada en la procesión del Juicio de Cristo. Se le conoce con el nombre popular del “niñete” (30).
Pero la presencia de este tipo de imágenes normalmente no suelen ser titulares de una cofradía, ya que suelen forman parte de sus secciones infantiles. Uno de los casos más llamativos lo encontramos en la Semana Santa de Villanueva de los infantes donde existen hasta cuatro pasos alegóricos configurados por distintas tipologías de niños de la pasión. El Domingo de Ramos aparece el primero de los niños que acompaña al paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén, popularmente conocido como "El Borriquillo", se trata de un niño vestido en colores rojo y verde, como los penitentes, que porta un cáliz y una sagrada forma en alusión al sacramento de la eucaristía. La Cofradía de la Santísima Vera Cruz realiza su estación de penitencias el Jueves Santo llevando entre sus pasos un Divino Niño que aparece vestido con túnica morada y con los brazos elevados hacía el cielo. La imagen del niño Jesús, con la iconografía típica del niño de la bola, acompaña el Viernes Santo al titular de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Por último, el Domingo de Resurrección es el Divino Niño Jesús el que abre la procesión del resucitado. Algo similar ocurre en la localidad de Torralba de Calatrava que a pesar de contar con cofradías relativamente recientes en comparación con otros lugares de la provincia tiene tres niños pasionarios en distintas tipologías en sus desfiles procesionales.
Solamente encontramos referencias históricas de la presencia de las imágenes de los niños Jesús en las salidas procesionales de principios del siglo XX en la capital, donde destacaba el niño que salía el Jueves Santo de la Parroquia de Santiago (31). Varias cofradías intentaron recuperar en la posguerra la tradición e incorporaron imágenes de niños en sus desfiles procesionales. La Hermandad del Cristo de Medinaceli tras el auge que consiguió en los años sesenta fundó una Sección Infantil llamada del Santísimo Niño del Remedio en 1964, dotándola de una imagen del escultor Faustino Sanz Herranz. La imagen del Niño participa la procesión sobre un paso realizado por el mismo escultor con cuatro columnas rematadas por una cúpula, todo ello acompañado por varios ángeles. Otro ejemplo lo encontramos en la Cofradía de las Palmas que realiza su estación de penitencia el Domingo de Ramos, donde desfila también desde el año 197 la imagen del Niño de la Paz, obra anónima que data del siglo XVII donada por una familia de la capital (32).
En la Semana Santa de Villarrubia de los
Ojos, hay tres imágenes con iconografías muy llamativas. El Jueves Santo
hallamos al conocido como Niño Jesús de la Bola, obra de Faustino Sanz Herranz
de 1960, que sigue las características de modelo del niño salvador pero con la
salvedad de que tras él aparece en su paso una cruz alta con sudario (33). Una talla
sumamente interesante es la del Niño Jesús Carpintero, que forma parte de la
Hermandad de Jesús en el Descendimiento María de la Esperanza, realizada en
1983 por un discípulo del taller de Faustino Sanz Herranz representa al Niño
Jesús con herramientas de carpintero tallando la cruz donde será crucificado.
Pero sin duda el paso más singular es el de la Virgen Niña de la Real Hermandad
de la Soledad y Vera-Cruz. Se trata de un paso infantil portado al hombro por
cuarenta niños y niñas con una talla de la Virgen en pasta de madera que
representa a María en edad infantil obra de los Talleres Garín de Madrid en
1987. Este tipo de representaciones tiene sus raíces en el culto a las figuras
infantiles de María que fueron promovidas después del Concilio de Trento, y especialmente
a partir de principios del siglo XVII (34). Según las orientaciones de la
iglesia, en las representaciones de la Virgen Niña había que transmitir siempre
la premonición de que sería la futura madre de Dios, y que padecería los
sufrimientos de su futura pasión y muerte, aspectos que también se aludían al
representar al Niño Jesús. Las fuentes que suministran información para este
tipo de representación se basaban en los evangelios apócrifos y en algunos
textos como los de Sor María de Ágreda que en 1670 comenzaba que la Virgen,
siendo niña, recibió mientras bordaba la revelación de que sería la madre del
Redentor (35).
Un número muy importante de las imágenes de los niños de la provincia salieron de los talleres de imaginería religiosa de Olot (Gerona), donde se realizaban de manera seriada en pasta de cartón madera. La mayoría de estos talleres contaban con varias imágenes de niños Jesús en sus catálogos de características muy similares. Aunque el principal destino era la devoción particular, también es usual ver que estas imágenes se encuentran dentro de las propiedades de numerosas cofradías (36). Dos imágenes de Olot son las que configuran los pasos infantiles de la Semana Santa de Campo de Criptana. Por un lado el niño de la Cofradía del Cristo de la Columna (1947), que sale el Jueves Santo por la tarde, y el denominado niño de la Bola de la Cofradía de Jesús Nazareno (1963) que salé el Viernes Santo por la mañana.
Otro aspecto a tener en cuenta es la
existencia de un amplio ajuar entorno a estas devociones. Aunque la desnudez de
estas representaciones era considerada inocente y por tanto completamente aceptable,
la totalidad de las imágenes aparecen vestidas con todo tipo de túnicas, muchas
de ellas imitando las vestimentas de la imagen titular de la cofradía o
hermandad. No es extraño que muchos de ellos dispongan de auténticos ajuares
con trajes para distintos momentos del calendario litúrgico y gran variedad de
alhajas que complementaban su vestuario, siendo las más habituales las aureolas
de plata con rayos para coronar sus cabezas (37).
Ramón
Vicente Díaz del Campo Martín Mantero. IV Jornadas de Historia de Daimiel 2018
(28) VV.AA. (1995| Guía de Semana Santa en la Provincia,
Crónicas de Cien Pueblos, Ciudad Real, Ed. Crónicas de La Mancha, 79.
(29) VVAA (2008) Guia Oficial de la Semana Santa.
Tomelloso, Junta General de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, 9. (30)
VVAA. (1995) Guía de Semana Santa en la
Provincia. Crónicas de Cien pueblos, Ciudad Real, Ed. Crónicas de La Mancha. 100.
(31) T.R.D. (1988)
"La Semana Santa en Ciudad Real en los años 1921 y 1922" en guía Oficial
de Semana Santa, Ciudad Real, Edita Asociación de Cofradías de Semana Santa,
64.
(32) Años después la familia reclamó la imagen del
niño y la hermandad tuvo que pleitear ante los tribunales para obtener su
propiedad, que le fue otorgada por sentencia judicial.
(33) HENARES PAQUE. V.
(2008) "Un modelo olvidado. Las imágenes del Niño Jesús que posesionan en
la Semana Santa Hispana en Actas del
Congreso Internacional de Cofradías y Hermandades (vol2.), Murcia, Universidad Católica de San Antonio,
459.
(34) VALDIVIESO, E.
(2008} "La Santa Infancia en la pintura barroca sevillana", en
Boletín de la Real academia Sevillana de Buenas Letras. Minervae Baeticoe, 36,
9.
(35) Ibídem, 14.
(36) LORITE CRUZ, P
(2012) "Un tema olvidado en imaginería religiosa, Olot", en Revista
de Claseshistoria, 302, 3-4.
(37) "BARTOLOMÉ GARCÍA, F. (2015) "Niños
montañesinos en Álava", en BIBLID, 5, 47.
No hay comentarios:
Publicar un comentario