La Virgen
del Prado con el manto regalado en recuerdo de su coronación en 1968, con el
antiguo techo de palio y bambalinas que fueron sustituidas en 1988.
La Virgen del Prado posee tres mantos de procesión, que los
alterna uno cada año. Estos son: el llamado de “los dragones” regalado en 1923
por los Condes de la Cañada, el donado en 1968 por doña Elisa Cendrero y Arias
del Castillo, viuda de Medrano, llamado de “la coronación”, y el regalado por
la Hermandad de la Virgen y su Corte de Honor con motivo del noveno centenario de
la aparición de la Virgen del Prado en 1988.
El mal llamado manto “de la coronación”, cuando en
realidad se debería llamar del recuerdo de la coronación, ya que la imagen de
la Virgen del Prado fue coronada el 28 de mayo de 1967 con el manto de “los
dragones”, fue un regalo como ya he dicho de doña Elisa Cendrero Arias Díaz del
Castillo Fernández de Sierra. Fue esta señora una ilustre dama nacida en Ciudad
Real en 1888 y fallecida en la ciudad que le vio nacer en el año 1977. Una dama
amante de la cultura, la historia, la religión y las causas sociales, que dejo
su casa familiar en la calle Toledo, para que fuera sede de un museo municipal.
Como ya ha reseñado el 28 de mayo de 1967, la imagen
de la Virgen del Prado fue coronada pontificiamente en la Plaza Mayor, con el
manto de “los dragones”, de tisú de plata bordado en oro, regalado en 1923 por
los Condes de la Cañada, por encargo que hizo a su familia en la hora de su
muerte el malogrado joven Manuel Acedo-Rico y Jarava, primogénito de los Condes
de la Cañada. De este manto le habían llegado a doña Elisa comentarios de su
deterioro y la necesidad de su reposición, por este motivo como gran amante de
la Virgen, ofreció costear un nuevo manto como recuerdo de la Coronación y que
podría estar terminado para las fiestas de 1968. Por este motivo doña Elisa, se
puso en contacto con la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado para realizar
su ofrecimiento, la cual reunida en junta general el lunes 24 de julio de 1967,
acordó complacida este ofrecimiento y
testimoniar a tan generosa donante el agradecimiento de la Hermandad.
Doña
Elisa Cendrero Arias Díaz del Castillo Fernández de Sierra, donante del manto
Pero desde que se hizo público en el diario “Lanza” el
martes día 25 de julio, la confección de este nuevo manto suscitó todo tipo de
polémicas al respecto, con cartas en el diario “Lanza” con diferentes réplicas
y contrarréplicas. Unos estaban en contra, argumentando que el medio millón de
pesetas que costaría dicho manto, se podía utilizar para obras sociales,
mientras otros se inclinaban por respetar la voluntad de la donante. Posturas
que recibieron la contestación de doña Elisa Cendrero en el citado diario con
frases como esta: “El patrimonio de cada
uno se administra como cada cual desea, si interferencia alguna de persona o
autoridad extrañas al propietario del mismo. En otras palabras si alguien desea
hacer una ofrenda de la clase que sea, nadie tiene derecho a coartar o impedir
esa acción, sobre todo cuando no se alteran con ello los intereses de terceros”.
Mientras la prensa local mantenía viva la polémica del
manto, doña Elisa realizó gestiones en diferentes casas de bordado para que este
fuera estrenado en agosto de 1968, pero los bordadores contestaron a doña Elisa
que la confección de un nuevo manto tardaría al menos dos años, por lo que
decidió que se realizaría en Madrid, en casa del modisto español Lino, que fue
el único que aseguró, que estaría terminado para la fecha solicitada. Este se
bordaría bajo la dirección artística de
doña Asunción Hurtado, que coordinó un equipo de expertas bordadoras a quienes
Lino, gratificaría para realizar el trabajo con prontitud.
Comunicación
realizada el 13 de septiembre de 1967 a Doña Elisa, de la decisión de la
Hermandad y del señor Obispo de aceptar la donación del manto
El día diecisiete de julio de 1968, llegó el manto a Ciudad Real, que fue enseñado a los directivos de la Hermandad de la Virgen, tal y como se hace eco el diario “Lanza” en número del viernes 19 de julio, siendo expuesto días después en el establecimiento de tejidos que don José Ruiz, tenía en la calle General Aguilera.
La Virgen del Prado fue presentada con el nuevo manto
al pueblo de Ciudad Real para sus fiestas,
el viernes 9 de agosto de 1968, siendo bendecido el domingo día 11. Este
manto está confeccionado en Tisú de Lyón, en plata, bordado con hilos de oro y
engarces de pedrería. Su decoración es totalmente barroca, a base de temas
florales simétricos, ocupando el centro del manto en su parte posterior, un
escudo bordado de la familia Arias Fernández de la Sierra y por debajo del
mismo, una palmeta y en su parte superior, a modo de un cáliz del que parten
igualmente rameados florales.
Parte
posterior del manto con el escudo de armas de la familia Arias Fernández de la
Sierra
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