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jueves, 25 de mayo de 2017

EL MANTO LLAMADO “DE LA CORONACIÓN” DE LA VIRGEN DEL PRADO


 
La Virgen del Prado con el manto regalado en recuerdo de su coronación en 1968, con el antiguo techo de palio y bambalinas que fueron sustituidas en 1988.

La Virgen del Prado posee tres mantos de procesión, que los alterna uno cada año. Estos son: el llamado de “los dragones” regalado en 1923 por los Condes de la Cañada, el donado en 1968 por doña Elisa Cendrero y Arias del Castillo, viuda de Medrano, llamado de “la coronación”, y el regalado por la Hermandad de la Virgen y su Corte de Honor con motivo del noveno centenario de la aparición de la Virgen del Prado en 1988.

El mal llamado manto “de la coronación”, cuando en realidad se debería llamar del recuerdo de la coronación, ya que la imagen de la Virgen del Prado fue coronada el 28 de mayo de 1967 con el manto de “los dragones”, fue un regalo como ya he dicho de doña Elisa Cendrero Arias Díaz del Castillo Fernández de Sierra. Fue esta señora una ilustre dama nacida en Ciudad Real en 1888 y fallecida en la ciudad que le vio nacer en el año 1977. Una dama amante de la cultura, la historia, la religión y las causas sociales, que dejo su casa familiar en la calle Toledo, para que fuera sede de un museo municipal.

Como ya ha reseñado el 28 de mayo de 1967, la imagen de la Virgen del Prado fue coronada pontificiamente en la Plaza Mayor, con el manto de “los dragones”, de tisú de plata bordado en oro, regalado en 1923 por los Condes de la Cañada, por encargo que hizo a su familia en la hora de su muerte el malogrado joven Manuel Acedo-Rico y Jarava, primogénito de los Condes de la Cañada. De este manto le habían llegado a doña Elisa comentarios de su deterioro y la necesidad de su reposición, por este motivo como gran amante de la Virgen, ofreció costear un nuevo manto como recuerdo de la Coronación y que podría estar terminado para las fiestas de 1968. Por este motivo doña Elisa, se puso en contacto con la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado para realizar su ofrecimiento, la cual reunida en junta general el lunes 24 de julio de 1967, acordó complacida  este ofrecimiento y testimoniar a tan generosa donante el agradecimiento de la Hermandad.

 
Doña Elisa Cendrero Arias Díaz del Castillo Fernández de Sierra, donante del manto

Pero desde que se hizo público en el diario “Lanza” el martes día 25 de julio, la confección de este nuevo manto suscitó todo tipo de polémicas al respecto, con cartas en el diario “Lanza” con diferentes réplicas y contrarréplicas. Unos estaban en contra, argumentando que el medio millón de pesetas que costaría dicho manto, se podía utilizar para obras sociales, mientras otros se inclinaban por respetar la voluntad de la donante. Posturas que recibieron la contestación de doña Elisa Cendrero en el citado diario con frases como esta: “El patrimonio de cada uno se administra como cada cual desea, si interferencia alguna de persona o autoridad extrañas al propietario del mismo. En otras palabras si alguien desea hacer una ofrenda de la clase que sea, nadie tiene derecho a coartar o impedir esa acción, sobre todo cuando no se alteran con ello los intereses de terceros”.

Mientras la prensa local mantenía viva la polémica del manto, doña Elisa realizó gestiones en diferentes casas de bordado para que este fuera estrenado en agosto de 1968, pero los bordadores contestaron a doña Elisa que la confección de un nuevo manto tardaría al menos dos años, por lo que decidió que se realizaría en Madrid, en casa del modisto español Lino, que fue el único que aseguró, que estaría terminado para la fecha solicitada. Este se bordaría  bajo la dirección artística de doña Asunción Hurtado, que coordinó un equipo de expertas bordadoras a quienes Lino, gratificaría para realizar el trabajo con prontitud.

 
Comunicación realizada el 13 de septiembre de 1967 a Doña Elisa, de la decisión de la Hermandad y del señor Obispo de aceptar la donación del manto

El día diecisiete de julio de 1968, llegó el manto a Ciudad Real, que fue enseñado a los directivos de la Hermandad de la Virgen, tal y como se hace eco el diario “Lanza” en número del  viernes 19 de julio, siendo expuesto días después en el establecimiento de tejidos que don José Ruiz, tenía en la calle General Aguilera.

La Virgen del Prado fue presentada con el nuevo manto al pueblo de Ciudad Real para sus fiestas,  el viernes 9 de agosto de 1968, siendo bendecido el domingo día 11. Este manto está confeccionado en Tisú de Lyón, en plata, bordado con hilos de oro y engarces de pedrería. Su decoración es totalmente barroca, a base de temas florales simétricos, ocupando el centro del manto en su parte posterior, un escudo bordado de la familia Arias Fernández de la Sierra y por debajo del mismo, una palmeta y en su parte superior, a modo de un cáliz del que parten igualmente rameados florales.

 
Parte posterior del manto con el escudo de armas de la familia Arias Fernández de la Sierra 


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