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domingo, 14 de mayo de 2017

LA VIRGEN DEL PRADO YA SE ENCUENTRA EN SU PASO PROCESIONAL CON EL MANTO DE LOS MAC-CROHON



Ayer a las 18:00 horas el repique de las campanas catedralicias y la quema de fuegos artificiales, anunciaban a los ciudadrealeños que su Patrona, Nuestra Señora del Prado, había abandonado el camarín para ser colocada en su paso de salida, con motivo del 50 Aniversario de su Coronación Pontificia, lugar en el que permanecerá hasta el próximo 28 de mayo.

La imagen de la Virgen luce en el paso el actual manto de camarín, regalado en 1917  en acción de gracias, por  Dª.  María de la Concepción y María de  la  Asunción  Jarava  y  Muñoz,  Manuel  y  Luis Mac-Crohon y Acedo –Rico, residentes en Madrid y emparentados con linajudas familias manchegas,  conociéndose desde entonces como manto de “los Mac-Crohon”.


El manto fue bordado  en oro por las Religiosas Adoratrices de Madrid, sobre raso blanco-crema, y fue concebido en un principio como manto de procesión. Lo estrenó la antiquísima y desaparecida imagen de la Virgen del Prado, en su salida procesional de 1917. Este manto fue, junto al de los Condes de la Cañada, los únicos que se salvaron de su desaparición en 1936, cuando fue asaltada la Catedral por republicanos de izquierdas, destruyendo la imagen de la Virgen y robando todo su tesoro.

Terminada la Guerra Civil, fue recuperado por la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado, al esconderlo la cocinera del Gobierno Civil en una dependencia de ese edificio. A partir de 1939 y hasta 1946, que se recupera el manto ya citado de los Condes de la Cañada, fue el manto que utilizó la nueva imagen de la Virgen del Prado para sus fiestas de agosto.


Con la realización de la actual talla de la Virgen del Prado en 1950, y de su nuevo paso procesional en 1954, el manto no se le volvió a poner a la imagen para su salida al quedársele corto. Por este motivo la Corte de Honor, con el fin de recuperar el manto para el culto, acuerda en el año 1998, cortarle la cola y hacerle los arreglos necesarios para que se convirtiera en un manto corto de camarín, contactando con los descendientes de la familia Mac-Crohon, sus  hijos:  Exmo.  Sr.  D.  Juan  Ignacio,  Josefina Pellón Medina y Pilar Jarava Mac-Chroon, y  nietos:  D.  Alfonso  Ruiz  de  la  Prada  y  Paloma  Mac-Crohon  y  Garay, quienes asumirían el coste de su transformación. Poniéndose desde entonces el manto a la Virgen, solo el día del Corpus Christi.


El pasado año 2016, la Corte de Honor de la Virgen del Prado, al guardar los trozos de la cola del manto que se le quitaron en su día, decidió su restauración, pasando los bordados del manto a nueva tela e incorporando  a esta, los bordados conservados de la antigua cola. Estos trabajos han sido realizados en el taller de bordados de oro y seda, de D. Joaquín Salcedo de Málaga, quien ha pasado los bordados con pedrería a nueva tela de raso de seda natural, llevando en la parte central del mismo y posterior de la imagen de la Virgen, el anagrama mariano. Con este manto permanecerá la imagen toda la Novena, colocándole posteriormente el manto de los Condes de la Cañada, manto con el cual fue coronada pontificiamente en 1967.


Cuando estrenó la imagen de la Virgen en 1917 el manto de los Mac-Crohon, también estrenó una toca de tul bordada en oro, regalo del industrial D. Carmelo Coello; y da la casualidad que ahora que se le pone por primera vez el manto restaurado a la Virgen, también estrena toca de tul realizada  a mano y donada a la imagen de la Virgen por Dª. Petra Cañizares Arroyo.

Por último comentar los lacitos de color rojo,  que se le han puesto en las campanillas de las ráfagas para esta efeméride, recuperando así una tradición que se puede ver en todos los cuadros pintados de la Virgen del Prado, en los siglos XVIII y XIX.


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