El
Papa Francisco durante una audiencia con el jesuita Antonio Spadaro, director
de La Civiltà Cattolica, en junio de este año
El Gobierno de la Iglesia, el papel de
las mujeres, las posibles reformas, la homosexualidad son algunos de los temas
que el Papa Francisco aborda en una entrevista concedida este verano a la
revista jesuita «La Civiltà Cattolica» y que ha sido publicada este martes
simultáneamente en otros 16 semanarios de la Compañía de Jesús en todo el
mundo.
El diálogo con el director de esta
revista, el padre Antonio Spadaro, se desarrolló durante tres sesiones los días
19, 23 y 29 de agosto en la habitación que el Santo Padre ocupa en la Casa
Santa Marta. Durante los encuentros, el Pontífice ofrece su visión sobre todo
tipo de cuestiones, pese a reconocer su renuencia a conceder entrevistas porque
prefiere pensarse "las cosas más que improvisar respuestas".
Durante las seis horas de entrevista, el
Papa se define como una "persona despierta", pero también
"bastante ingenua", que prefiere "el contacto personal".
"No estoy hecho a las masas", asegura. Entre sus defectos, reconoce
ser "un indisciplinado". Esa fue una de las razones por la que entró
en la Compañía de Jesús. "De la Compañía me impresionaron tres cosas: su
carácter misionero, la comunidad y la disciplina. Y esto es curioso porque soy
un indisciplinado nato, nato nato. Pero su disciplina, su modo de ordenar el
tiempo, me ha impresionado mucho".
«Una entrada muy
angosta»
Francisco también aclara que su decisión
de vivir en Santa Marta no tiene nada que ver con el supuesto lujo del Palacio
Apostólico. "Es antiguo, grande y puesto con buen gusto, no lujoso",
afirma el Pontífice, quien reconoce que prefiere su habitación 201 de la
residencia porque "no me veía como sacerdote solo, tengo necesidad de
comunidad". El apartamento apostólico "es como un embudo al revés.
Grande espacioso, pero con una entrada de verdad muy angosta. No es posible
entrar sino con cuentagotas, y yo, sin gente no puedo vivir. Necesito vivir mi
vida junto a los demás".
El Santo Padre, quien fue designado
provincial de los jesuitas con apenas 36 años, explica que su experiencia en
puestos de decisión han cambiado mucho su punto de vista sobre cómo debe ser su
estilo al frente del gobierno de la Iglesia universal. Al respecto, admite que
el camino para elegir lo mejor en cada momento es el "discernimiento"
y "hacer las consultas necesarias".
"Mi forma autoritaria y rápida de
tomar decisiones me ha llevado a tener problemas serios y a ser acusado de
ultraconservador. Tuve un momento de gran crisis interior estando en Córdoba.
No habré sido ciertamente como la beata Imelda, pero jamás he sido de derechas.
Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó problemas".
No condenar a
los homosexuales
Sobre las reformas que necesita la
Iglesia, el Papa prioriza "la de las actitudes" a las
"organizativas o estructurales". "Veo con claridad que lo que la
Iglesia necesita con mayor urgencia hoy es una capacidad de curar heridas y dar
calor a los corazones de los fieles, cercanía y proximidad". Para ello,
urge a "acompañar a las personas a partir de su condición", y eso
también incluye a los homosexuales.
"En Buenos Aires recibía cartas de
personas homosexuales que son verdaderos 'heridos sociales', porque me dicen
que sienten que la Iglesia le ha condenado. Pero la Iglesia no quiere
eso", recuerda Francisco, quien señala que el rol de la Iglesia no es
transmitir un "conjunto de doctrinas".
"No podemos seguir insistiendo solo
en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio imposible (...) Tenemos, por
tanto, que encontrar un nuevo equilibrio, porque de otra manera el edificio
moral de la Iglesia corre peligro de caer como un castillo de naipes, de perder
la frescura y el perfume del Evangelio. La propuesta evangélica debe ser más
sencilla, más profunda e irradiante. Solo de esta propuesta surgen luego las
consecuencias morales".
El rol de las mujeres dentro de la
Iglesia es otro de los temas que vuelve a abordar el Santo Padre. Al respecto
señala que "es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina
más incisiva en la Iglesia". Pero no solo es una cuestión de estar o no
estar. Francisco señala que "en los lugares donde se toman las decisiones
importantes es necesario el genio femenino".
Lea
la entrevista completa pinchando aquí: http://www.razonyfe.org/images/stories/Entrevista_al_papa_Francisco.pdf
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