Fotografía
de la imagen de la Virgen a su llegada a Ciudad Real (Archivo López de la
Franca)
Desde la realización en 1940 de la
imagen de cemento de la Virgen de Alarcos, del escultor D. Antonio Lorenzo
García Mora Coronado, estaba en mente del ayuntamiento capitalino, el sustituir
dicha imagen por otra tallada en madera y de mayor calidad artística.
El entonces Gobernador Civil de Ciudad
Real, D. Jacobo Roldan Losada, decide en 1949 regalar una nueva imagen de la
Virgen de Alarcos tallada en madera, que fue encargada a los escultores
valencianos José María Rausell Montañana y Francisco Llorens Ferrer, por un
importe de 14.500 pesetas.
La nueva imagen de la Virgen mide 1,55
metros, es de estilo barroco y quiso ser fiel a la primitiva iconografía. La
Virgen aparece de pie sobre nubes y querubines, vestida a la romana con túnica
y manto con ricos estofados en oro. El Niño Jesús lo lleva sentado en la mano
izquierda, cogiendo este a su vez con la mano derecha el manto de María, y en
la mano izquierda sostiene una paloma. Completaba toda la iconografía las
coronas de orfebrería de la Virgen y del Niño, y la media luna a los pies de la
Virgen.
Su bendición se realizaría el día de su
festividad, el lunes 29 de mayo de 1950 antes de la celebración de la Santa
Misa que se ofrece en su honor, por el entonces Vicario General y Provisor de
la Diócesis, Ilmo. Sr. D. Aurelio Gómez-Rico. Al acto y posterior celebración
de la Santa Misa asistieron el Gobernador Civil, donante de la imagen, el
Gobernador Militar, administrador de Rentas Publicas en representación del
Delegado de Hacienda, el Presidente de la Diputación, el Alcalde de Ciudad Real
acompañado de varios concejales y el Fiscal de Tasas. A la una y media de la
tarde procesionaria por primera vez la nueva imagen de la Virgen de Alarcos en
derredor del santuario.
La actual corona con la que procesiona
la imagen, fue un regalo del que fuera Hermano Mayor de la Cofradía de Santa
María de Alarcos, D. José García Mohedano, quien se la regalo a la Virgen en
1993. Esta corona fue realizada en plata de ley bañada en oro, en la orfebrería Orovio de la Torre de Torralba
de Calatrava (Ciudad Real). En su interior lleva grabada la inscripción: “Donada
por la familia García Mohedano”, ascendiendo a un coste en aquel año de 450.000
pesetas.
A lo largo de los años la imagen de la
Virgen ha sufrido varias restauraciones, la primera en 1989 por la recién creada
Hermandad de la Virgen de Alarcos, realizando la restauración las monjas
Mínimas del Monasterio de Daimiel, trabajos que consistieron en la restauración
de su policromía y el tratamiento de la madera, que supusieron una inversión de
cerca de 300.000 pesetas. En el año 2004 y 2005, la imagen de la Virgen se cayó
del carro donde era transportada en su trayecto de Ciudad Real a la ermita de
Alarcos, sobre la reata de mulas, sufriendo la imagen grandes desperfectos en
manos y peana y que obligó a la restauración de la imagen, dos años consecutivos.
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