En los bajos de la calle Ciruela 19,
abría sus puertas en los años ochenta del pasado siglo XX, “Joyería Tánger”,
algo que no tenía nada de particular, sino fuera por la decoración de su
fachada que aún se conserva.
Para decorar la misma, se realizó una reproducción
de las características típicas del arte islámico, con una puerta con arco de
herradura polilobulada y decorada, al igual de la fachada con decoración de
caligrafía y autauriques. El conjunto se completa con puerta de madera con dos
faroles de decoración islámica, y alero de madera sobre la puerta y ventanas.
Después de permanecer abierto el local
como joyería, este a lo largo de los últimos años ha pasado por diferentes
negocios, conservándose la fachada del mismo, algo que esperamos se conserve en
el tiempo por la singularidad de la misma.
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