El desaparecido Regimiento de Artillería
y Localización (RAIL) cuando se marchó
de nuestra ciudad en el año 1988, se llevó consigo un recuerdo del pueblo de
Ciudad Real, el estandarte del regimiento. Este le fue entregado en un acto castrense
celebrado el sábado 16 de abril de 1983 en nuestra Plaza Mayor.
El Diario Lanza realizó la siguiente
crónica del acto el domingo 17 de abril en su portada y en la tercera página:
En medio de un sentimiento de fervor
hacia las fuerzas armadas, y con asistencia del Capitán General de la Primera
Región Militar, se celebró ayer a mediodía en la Plaza Mayor, el acto de
entrega de un estandarte por parte del Ayuntamiento que cumple así un acuerdo
plenario tomado al efecto, al Regimiento de Artillería, Información y
Localización de guarnición en Ciudad Real.
Asistieron al acto entre otras
autoridades y personalidades, el gobernador civil de la provincia; presidente
de la Audiencia Provincial; fiscal provincial; prelado de la Diócesis, el
diputado provincial señor Pizarro Flores que representaba al presidente de la
Diputación ausente de la provincia; general jefe de Artillería de Campaña, don
Juan Pérez-Chao Romero; general jefe de Artillería de la Primera Región
Militar, don David Méndez Mercado; el general jefe de la Primera Zona de la
Guardia Civil, don Constantino Gómez González y los generales don Carlos
Cortezo y Martínez y don Marcelino Pontijas Fernández que han mandado ambos el
Regimiento de guarnición en Ciudad Real.
También se hallaban presentes el coronel
jefe del 12 Tercio de la Guardia Civil don Juan Gómez-Salazar Arroyo y el jefe
de la Comandancia de la Guardia Civil, teniente coronel don Eusebio Rodríguez
Castaño; comisario jefe de la Policía, don Manuel Fonseca y comandante de la
Policía Nacional don Antonio Gómez Camacho.
En lugar destacado se hallaban los
parlamentarios de la provincia, don Manuel Marín, don Emilio Castro, don José
Luis Aguilera, don Juan Ángel del Rey y don Manuel Díaz-Pinés, directores
provinciales de los distintos Departamentos ministeriales. En otro lugar se
encontraba la Corporación Municipal y en sitio distinguido las señoras del
teniente general Allende-Salazar de Arazola, Selas, y otras.
Las fuerzas del Regimiento mandadas por
el teniente coronel don José Nieto Miguélez, estaban formadas en una de las
calzadas de la Plaza con la banda de música de Capitanía General dirigida por
el ciudarrealeño capitán Muruzabal; igualmente formaban fuerzas de la
Comandancia de la Guardia Civil al mando del teniente don José Herrera García,
así como una sección mandada por el teniente Castellanos, procedente del
Batallón de helicópteros de ataque, que manda el teniente coronel don Benjamín
Virgós, presente en el acto, y que tiene su base en la finca “Los Cabezos”, del
término municipal de Almagro.
A las doce en punto llegó a la Plaza
Mayor el capitán general de la Primera Región Militar al que se le rindieron
los honores de ordenanza. Posteriormente, el teniente general don Rafael
Allende-Salazar, pasó revista a las tropas, dando comienzo el acto propiamente
dicho.
Seguidamente el Guión del Regimiento fue
trasladado a la tribuna y, a los sones del himno nacional apareció procedente
del Ayuntamiento el nuevo estandarte, con escolta, que era portado por el
teniente don Antonio Bolea Risque, situándose junto al otro, en el centro de la
tribuna, siendo recogido más tarde por la madrina de la ceremonia doña Adela
Turillo, de Selas esposa del alcalde y comenzando seguidamente la ceremonia,
con la bendición de dicho estandarte por el obispo de la Diócesis, monseñor
Torija de la Fuente que estaba acompañado por el capellán castrense del
Regimiento, don Alfonso Vilariño, y por el Rvdo. Don Manuel caro Rodero.
PALABRAS
DEL ALCALDE
El alcalde señor Lorenzo Selas, tras la
bendición del estandarte pronunció las siguientes palabras:
“Para mí es un profundo honor y siento
en estos momentos una tremenda emoción ser, de un lado el portavoz de mi
Corporación, a la que me honro en pertenecer y de otro serlo también de este
querido pueblo de Ciudad Real y serlo para este motivo, por el que nuestra
ciudad se viste hoy las mejores galas. Este motivo no es otro que el de hacer
entrega a nuestro querido Regimiento de Artillería de Información y de
Localización, del nuevo estandarte. Es algo mucho más profundo que el simple
hecho de esta entrega, porque con ese estandarte, va nuestro más profundo
testimonio de amor y de respeto hacia este Regimiento implantado entre nosotros
desde el año 1919 por Real Orden. Luego, por Real Decreto en 1926 pasa a llamarse
Regimiento de Artillería Ligera. Más tarde hacia 1929, reinando su Majestad
Alfonso XII y siendo jefe del Gobierno el general Primo de Rivera, nuestro
Regimiento desapareció. Un año después en sesión plenaria el Ayuntamiento pidió
al general Berenguer en aquellos momentos presidente del Gobierno, que se
volviera a instaurar el Regimiento en Ciudad Real, lo que no se hizo,
otorgándosele la Medalla de la Ciudad, medalla que solamente, por aquel
entonces tenían sus Majestades. Sin embargo, este deseo de la población no
sería realidad hasta el año 1939 que es cuando tiene su implantación definitiva
nuestro querido Regimiento, que después recibió el número 64 y más tarde, en el
año 1960, recibió su nombre actual. Es el Regimiento de Artillería, Información
y Localización, un Regimiento con el que el pueblo ha convivido durante muchos
años y cuyos mandos y tropa ha sabido ganarse el cariño y el respeto de los
ciudarrealeños y de nuestros visitantes. De ahí que esta entrega del estandarte
se haga desde un profundo sentimiento de amor y agradecimiento, a todos y cada
uno de los hombres que integran esta unidad militar, pero que queremos que este
significado sea mucho más amplio y que el ámbito de nuestro amor y de nuestro
afecto se extienda de una manera permanente a todas las fuerzas armadas tan
dignamente representadas hoy aquí, por nuestro Regimiento. Ya nuestra
Constitución en su artículo 8º nos dice cómo
han de estar constituidas nuestras fuerzas armadas. Nosotros en nombre de este
pueblo integrado en Castilla-La Mancha queremos que nuestras fuerzas armadas
sepan que el pueblo de esta región integrada por hombres de corazón tan grande
como el propio paisaje al que inseparablemente pertenecen, están con sus
fuerzas armadas. Y este acto no significa otra cosa que la expresión del
homenaje merecido y permanente. Queremos que los soldados de nuestro Regimiento
sepan y lo recuerden fielmente Contáis con nuestro cariño y con nuestro
respeto.
Por último recordó su servicio militar
en el Regimiento y tuvo un recuerdo emocionado para sus compañeros, soldados
que pasaron por el Regimiento desde que fuera implantado en nuestra ciudad. “El
valor fundamental de los soldados, y de los mandos es que estén perfectamente
preparados para la paz.
El señor Selas Céspedes terminó lanzando
vivas al Regimiento, a la Constitución, al Rey y a España, gritos que fueron
coreados por la multitud que se encontraba en la Plaza.
ENTREGA
DEL ESTANDARTE
Seguidamente, la madrina señora de Selas
Céspedes, que iba ataviada con la clásica mantilla española, hizo entrega del
estandarte al coronel jefe del Regimiento con las siguientes palabras:
“Reciba este estandarte, en nombre del
pueblo de Ciudad Real. Con él va nuestro corazón. Que con la bendición de Dios,
nuestro Regimiento lo honre con valor y sacrificio.”
PALABRAS
DEL JEFE DEL REGIMIENTO
A continuación el coronel Arrazola jefe
del Regimiento, pronunció la siguiente alocución:
Sean mis primeras palabras para
testimoniar al Ilmo. Sr. alcalde presidente del Excmo. Ayuntamiento como
representante de la Corporación Municipal y de todo el pueblo de Ciudad Real,
el profundo agradecimiento de todos los que integramos el Regimiento de
Artillería de Información y Localización que me honro mandar, por el hermoso
gesto de entregarnos este estandarte, símbolo de nuestra patria, que en
adelante presidirá desde su vitrina de honor nuestra sala, y que orgullosos
haremos tremolar muy alto, como canta nuestro himno en cuantas ocasiones sea
preciso, orgullo acrecentado al recordar que es donación de los ciudadanos de
un noble pueblo, que desde hace casi un siglo acogió nuestros cuarteles con
generosa hospitalidad y que siempre tiene sus brazos abiertos para todos los
que por imperativo de nuestra profesión o como consecuencia de un deber militar
tenemos el honor de servir a España, dentro de su recinto y al hacerlo, nos
cupo la suerte de integrarnos entre vosotros.
Gracias también, a todas las autoridades
que con su presencia dan mayor relevancia, a este solemne acto que estamos
celebrando, gracias a los miembros de los cuerpos de la Guardia Civil y Policía
Nacional que con su gran espíritu, heroico en multitud de ocasiones y sin
encontrar muchas veces no solo gratitud debida, sino ni siquiera la
comprensión, luchan por que nos sintamos siempre seguros en nuestros caminos,
pueblos y ciudades y que hoy nos acompañan rindiendo honores a la gloriosa
enseña de España.
Gracias por fin a la Ilma. Sra. doña
Adela Turrillo que nos ha hecho el honor de
aceptar ser la madrina de este acto de entrega del estandarte que gentil
Dulcinea, representa en este día a la mujer de esta noble tierra manchega.
Al contemplar el estandarte que hoy nos ofrecéis
y que ondea ante nuestros ojos, quiero resaltar ante todo, que aunque en él
figura como lema el nombre del Regimiento, no lo tomamos como un título de
propiedad y que al aceptarlo, lo hacemos conscientes de su simbolismo y
sabedores de que como representación de la patria es a todos los españoles a
quienes pertenece, y que solo nos corresponde ser sus custodios, como
sacerdotes de una religión, que tiene por mandamientos principales el servicio
a España y la lealtad y fidelidad al Rey y a la Constitución, mandamientos que
pueden resumirse en uno solo: amor a la patria.
Amor a la patria que no es una exclusiva
nuestra, amor que bien sé que todos sentís en su máximo grado, y que exige en
todo tiempo y lugar, no solo durante la celebración de este acto, un profundo
respeto por los símbolos que la representan, ningún español si quiere hacerse
digno de ese nombre, debe avergonzarse de manifestar públicamente su amor a la
patria y el respeto a su símbolo, por eso, espero de todos que si alguna vez estáis
presentes en cualquier acto en que se rindan honores a la bandera nos acompañéis
con vuestro recogimiento.
Para nosotros pido, que estos honores
que diariamente la rendimos al izarla o arriarla en su mástil, no se conviertan
en un acto rutinario, ni de obediencia a un reglamento, sino que siempre sea la
expresión de un sentimiento nacido en lo más profundo de nuestros corazones.
Todos los que hemos cumplido con el
honroso deber de servir a España en las filas de su Ejército, prometimos
solemnemente un día ante la bandera, y lo refrendamos depositando un beso entre
sus pliegues, derramar si fuera preciso, en defensa del honor e independencia
de la patria, hasta la última gota de nuestra sangre, espero, pongo en Dios mi
confianza, de que esa esperanza no se verá frustrada nunca, que jamás se den
las circunstancias que exijan el cumplimiento de esta promesa.
No obstante, España atraviesa una época
que no es fácil; el terrorismo azota algunas de nuestras regiones y amenaza a
las demás, y en ocasiones, demasiadas por desgracia, llena de sangre nuestras
calles y de luto nuestros hogares, el paro se hace sentir con fuerza, el mundo
atraviesa una crisis de valores humanos y espirituales y nuestra patria, no es
una excepción. Pues bien, es en estos momentos ciertamente difíciles, en los
que el conformismo, el permanecer cruzados de brazos, es un crimen, cuando yo
os exhorto a todos, hombres y mujeres, a que en nuestro interior nos hagamos y
hagamos a España una nueva promesa, pero no de morir, sino de vivir, vivir por
y para ella, que todos juntos y cada uno individualmente, colaboremos y
trabajemos para conseguir una España unida, una España en paz, una España en la
que reine el orden y la justicia.
Esta es la promesa que hoy, delante de
este glorioso estandarte, símbolo de la patria, yo os pido.
Esta es la promesa que estoy seguro
cumpliremos.
Y como final gritad conmigo:
¡Viva el pueblo manchego! ¡Viva el
Ejército! ¡Viva el Rey! ¡Viva España!
Finalizadas las palabras del mando
militar, los soldados dispararon una salva de honor y el estandarte, a los
acordes del himno nacional, ocupó su sitio en la formación, iniciándose poco
después el desfile.
Como acto último de la jornada de ayer
las tropas desfilaron por la avenida de Alarcos, donde se había instalado una
tribuna desde la que presenció la parada militar el capitán general de la
Primera Región, teniente general Allende-Salazar y demás personalidades que le
acompañaban, siendo la tropa que desfiló prolongadamente aplaudida y vitoreada
por el gentío que se agolpaba en ambas aceras.
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